15 Historias que demuestran que alquilar un departamento es como una lotería, nunca puedes estar seguro de si ganaste o perdiste

hace 1 año

Se puede discutir durante mucho tiempo sobre qué es mejor: alquilar un departamento y gastar dinero en detalles o, por ejemplo, pedir un préstamo hipotecario para obtener una vivienda propia. Pero de una cosa estamos seguros: cuando se trata de rentar, las experiencias inolvidables están garantizadas. Quizá por el hecho de que todas las personas son diferentes, tanto los dueños como los inquilinos pueden ser gente realmente buena o, por el contrario, unos “bichos raros”.

En Genial.guru nunca pasamos por alto las historias sobre la vida de las personas. Esta vez, buscamos en Internet anécdotas de propietarios e inquilinos, y confirmamos nuevamente que ellos siempre tienen algo interesante que compartir.

  • El otro día fui a ver un departamento. La dueña dijo: “Los inquilinos anteriores aún no se han mudado, así que te mostraré todo con ellos allí”. Le dije que no había problema. Después de un largo rato tocando el timbre, no pensaron en abrirnos. Entonces ella pronunció: “Bueno, está bien, lo abriré con mi llave”. Y luego me di cuenta de que ni loco alquilaría ese departamento. © chiefinthe / Twitter
  • Unos amigos han estado alquilando el mismo departamento durante varios años, y desde el primer día tenían un lavavajillas que no funcionaba. O eso pensaban. En un momento se cansaron de lavar los trastes a mano y decidieron arreglarlo. Y entonces... ¡tachán! Resultó que el lavavajillas había estado bien todo ese tiempo, solo que los inquilinos anteriores olvidaron en él una especie de boquillas intercambiables para una batidora o una picadora de carne, que mis amigos habían confundido con piezas desmontadas del aparato. Imagínate: no usar una máquina en perfecto funcionamiento durante 5 años y regularmente maldecir montañas de trastes sucios solo por no haber pensado en resolver el problema por completo. © Ms.Hmm / Pikabu
  • Alquilaba una habitación en la casa de una anciana. Primero, la viejita me pareció un ángel, pero, en realidad, no me dejaba bañarme ni hervir la tetera, porque los azulejos de las paredes podían caerse por el vapor. Se comía mi comida con la excusa “Pero había poco ahí, una porción de sopa nada más, tampoco es para tanto”, mientras que yo había llegado para almorzar, contando con esa sopa. Además, un día vino su hijo, entró en mi habitación y empezó a hacer preguntas: “¿Quién eres, de dónde, qué estás leyendo?”, “Oh, ¿estás secando tu ropa?”. Apenas pude aguantar un mes viviendo ahí. © Gulnar Kasym / Facebook
  • Una vez me desperté, abrí los ojos y vi a la anciana a la que le alquilaba el departamento frente a mí, sentada en una silla. Mi corazón casi se detuvo del horror. Y ella dijo que había tocado el timbre, pero como no le había abierto, había decidido entrar y esperar a que me despertara, mirándome mientras dormía. © Gerel16232060 / Twitter
  • Doy en alquiler un departamento a un grupo de músicos: 3 chicos y 2 chicas. Recordando mis andanzas en casas alquiladas, siempre trato de ser una dueña ideal: nunca voy sin avisar, no subo el precio, no guardo mis cosas en el lugar. Todo con tal de que no se muden. Así me estoy vengando de mi vecina, que durante 4 años, todas las mañanas puso la misma canción al máximo. © Oídoporahí / Ideer
  • Una vez alquilé un departamento. Debería haberme alertado el hecho de que la anciana se negara a firmar un contrato (dijo que no era necesario, que confiaba en mí). Además, necesitaba una vivienda urgentemente. Se quejó de que el departamento estaba en mal estado, y agregó que si yo quería arreglar algo, no tendría nada en contra. Iba a vivir allí por mucho tiempo, así que decidí que poco a poco haría las reparaciones. Pero al segundo mes comenzaron los controles: podía venir en cualquier momento, ya que abría la puerta con su llave. Una vez exclamó: “Te estás sentando en mis sillas y las aflojas. La puerta del armario comenzó a cerrar mal. Estás haciendo muy lento las reparaciones, ¿cómo me mudaré aquí en septiembre?”. Se delató ella misma. El plan de la anciana era dejar entrar a inquilinos para que hicieran las reparaciones, y ya está, gracias por nada, busquen otro lugar para vivir. Me mudé en silencio con unos amigos, dejando las reparaciones recién comenzadas, con todas las paredes descascaradas. © Buch Ok / Facebook
  • Me mudé de casa de mis padres y empecé a alquilar un departamento. Comencé a notar que las cosas se “movían” solas por la casa, y la comida desaparecía del refrigerador. Compré un yogur, pero se esfumó, ni siquiera quedó el envase. Encontré un libro en el baño, y no suelo ponerme a leer en lugares así. Fui con la dueña y le pregunté “¿Ha dejado a alguien entrar al departamento?”, pero me miró como si fuera un menso. Pensé que me estaba volviendo loco. Entonces, un día mi madre me pidió que fuera con mi tía a otra ciudad, así que le advertí a la dueña que no estaría. Pero el viaje se canceló en el último momento. Entré al departamento y encontré a un hombre durmiendo en mi cama, mientras que ​​la dueña estaba al lado, comiendo alegremente uno de mis embutidos. © Slavestnyi / Pikabu
  • Cuando nos mudamos al departamento recién alquilado, decidimos limpiar. Descubrimos muchas cosas interesantes. En la habitación donde estaban los niños encontramos un montón de arena, pelo de perro y muchos envoltorios de caramelos debajo del sofá. Bueno, entendía lo de los envoltorios: los niños suelen esconder los rastros de sus “crímenes”. Pero había tanta arena y polvo que casi vomité de tanto toser. Y cuando moví la lavadora... mi único pensamiento fue: “Que no sean protectores usados, no, por favor”. Y eso que la gente anterior vivió así durante 4 años. © Ryzhest / Genial.guru
  • Cuando yo era pequeña, sucedió que llegamos a la ciudad un par de días antes del comienzo de clases. Mi madre me dejó con mi tía y salió corriendo en búsqueda de un departamento para alquilar. Ya desesperada, compró un pastelillo con té, se sentó a comer un poco y a tomar aire. Miró y había una anciana encorvada al otro lado de la calle, que trataba de alcanzar una rama de serbal para recoger las bayas. Bueno, mi madre cruzó la calle e inclinó la rama. Mientras la anciana juntaba las bayas, ambas se pusieron a charlar. Resultó que había llegado al centro para poner un anuncio en el periódico sobre el alquiler de una habitación. Vivimos en ese cuarto durante 2 años. Era barato y cómodo. Creo que las buenas acciones a veces se recompensan de inmediato. © Kinash*** / Pikabu
  • En sus años estudiantiles, mi amiga alquilaba un departamento con 2 chicas más. Un día, las inundaron. Ella fue a quejarse con los vecinos de arriba, y el chico que vivía allí con sus padres dijo que él mismo haría las reparaciones. Durante un mes, él y sus amigos iban al departamento de abajo casi todos los días (supuestamente para examinar la obra), luego tomaban té y charlaban. Al final, resultó que a ese chico le gustaba mi amiga, y se le ocurrió esa forma de conocerla, es decir, inundándola. Ya llevan 20 años juntos. © Oídoporahí / Ideer
  • Hace 20 años alquilábamos un departamento. Con el permiso de los dueños, colocamos alfombras en la sala y el dormitorio, reparamos todos los gabinetes, pusimos un piso nuevo en la cocina y pintamos todas las paredes. Mi esposo trabajaba como contratista de una obra de construcción y obtenía casi todos los materiales a buen precio. Simplemente nos gustaba mucho ese departamento, y los dueños eran un encanto. Solo nos mudamos porque compramos una casa. Y cuando nos fuimos, los dueños pudieron subir bastante el precio del alquiler, todo gracias a nuestra renovación. © Karen Blood / Quora
  • Una vez alquilamos un departamento con una amiga. Llegué a casa del trabajo y ella empezó a quejarse: “Aplasté 2 cucarachas enormes, del tamaño de un dedo”. Les tenía miedo a los insectos, así que pensé que estaba exagerando. Luego, toda la noche tuve la sensación de que tenía algo encima. “Es tu imaginación”, me decía a mí misma, ya que mi amiga me había contado de las cucarachas de una manera muy colorida y detallada... Sí, cómo no. Por la mañana vi a una enorme y gorda cucaracha de Madagascar en la pared. Un poco más tarde, llegaron los vecinos de arriba: resulta que tenían un criadero. En el fragor de una discusión, rompieron varios terrarios. Nos pidieron devolver a los bichos si, por casualidad, los veíamos. Ups... © Oídoporahí / Ideer
  • Fuimos a la boda de mi mejor amiga en un pueblo cercano (yo era dama de honor). Nos alquiló un departamento en una zona increíblemente hermosa y acogedora, justo al lado del parque, y en el patio trasero de la casa crecía un manzano. Entonces, los dueños nos permitieron recolectar las frutas que quisiéramos, y los esposos ancianos que vivían al lado nos regalaron una bolsa llena de naranjas y granadas, y nos dijeron dónde estaba la mejor farmacia de la ciudad. © SGT_Chowdown / Reddit
  • Hemos alquilado un departamento durante ya casi 4 años. El dueño anterior nos presentó al propietario actual. Vive en otra provincia y nunca lo hemos visto. Él no viene, no cambia las reglas del contrato de arrendamiento, incluso bajó la renta para que nos sea más fácil pagar. Si hay algún problema con el departamento, él mismo llama a donde es necesario. Siempre se interesa sinceramente sobre nuestras cosas, no está en contra de las mascotas y nos permite hacer casi lo que queramos con el lugar. Y esto es mutuo: mantenemos la vivienda en buen estado, hacemos mejoras, somos amigos de los vecinos y le enviamos reportes fotográficos al propietario para seguir manteniendo una buena relación. © unknown author / Reddit
  • Los dueños a los que les alquilábamos una casa vivían enfrente. Un día, nuestro inodoro se rompió. Se los habíamos informado ya por la tarde, alrededor de las 19:00, y el plomero no podía venir hasta el día siguiente. Entonces nos dieron la llave de su casa de inmediato y nos dijeron que entráramos cuando quisiéramos y usáramos su cuarto de baño hasta que arreglaran el nuestro. © aj0y / Reddit

Cuéntanos un par de historias relacionadas con viviendas alquiladas.

Imagen de portada Gulnar Kasym / Facebook

Comentarios

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Teníamos un departamento en alquiler. Llego una mujer con 3 niños pequeños y una adolescente.
Se mostró muy gentil y necesitada así que le alquilamos el departamento con cocina integral, closet de Madera alfombra en una de las recamaras. Los primeros meses pago la renta a tiempo, después puso muchos pretextos y demoraba el pago, un día fuimos con la intensión de echarla y la sorpresa fue que estaba vacío el departamento, ni cocina, ni closet, ni alfombra, hasta el calentador de Agua se llevaron, dejaron una cuenta desorvitada de teléfono y luz. Además nunca vi un baño más asqueroso y una pared y parte del techo llena de tizne de velas, algo se estaba quemando ahí.
Que horror la mujer gentil resultó ratera y abusiva

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