Cómo una niña humilde con grandes sueños se convirtió en una leyenda de la música

Historias
hace 11 meses

Dolly Parton es hoy una gran estrella, pero su camino hacia la gloria no fue nada fácil. Dolly nació en la pobreza y tuvo que luchar contra las adversidades desde pequeña. Sin embargo, nunca perdió la esperanza ni la pasión por la música. Descubre cómo la infancia de una niña soñadora la ayudó en su camino al éxito.

Creciendo en Tennessee

Dolly Parton vio la luz por primera vez el 19 de enero de 1946 en Tennessee. Criada en una familia humilde, era la cuarta de doce hijos, y sus padres luchaban arduamente para mantener a todos los niños. Su hogar era una cabaña rudimentaria a orillas del río, sin electricidad ni agua corriente.

A pesar de casi no tener dinero, para sus padres era importante que sus hijos fueran personas decentes. “Siempre bromeábamos diciendo que ni siquiera sabíamos que éramos pobres hasta que apareció un sabelotodo y lo mencionó”, cuenta la cantante. “No teníamos dinero, pero éramos ricos en cosas que el dinero no compra, como el amor, la bondad y la comprensión”.

Una niñez dura, pero llena de amor

Desde que saltó a la fama, Dolly no ha tenido miedo de compartir los difíciles momentos que marcaron su infancia. Con tantos niños en una pequeña habitación, hasta tres o cuatro dormían en una cama, que muchas veces mojaban. Cuando esto pasaba, ella no se molestaba en cambiar las sábanas.

“Eso era lo único cálido que conocíamos en invierno”, comentó. “Era casi un placer orinar, porque hacía mucho frío”. Otra rutina común para la familia era la de cazar ardillas, tortugas y marmotas para comer. Después de todo, en la montaña no quedaban muchas otras opciones.

A pesar de los duros golpes, Dolly siempre les rindió homenaje a los recuerdos preciados. Por ejemplo, su canción Abrigo de muchos colores” está inspirada en un abrigo de retazos hecho por su madre. Aunque la avergonzaban por usarlo en la escuela, ella se sentía muy agradecida.

Sin dudas, su humilde crianza dejó una huella profunda en su alma. Las luchas cotidianas, la resiliencia de la gente común y las historias de la vida rural se convirtieron en el combustible creativo que impulsaría su carrera en los años venideros.

Detrás de tanta fama, las celebridades esconden historias emotivas. Algunos lograron transformar su camino desde lo más bajo y otros tienen grandes relatos de amor.

Un sueño más grande que las montañas

Pese a la modesta vida rural, la música fluía por las venas de toda la familia y les daba consuelo y esperanza. Todos cantaban y tocaban instrumentos en casa y en la iglesia. Fue su tío Bill quien le regaló a Dolly su primera guitarra cuando tenía siete años. A los diez años, sus actuaciones en reuniones locales la llevaron a un concierto en un programa de radio y televisión de Knoxville.

Dolly dejó atrás su vida rural apenas terminó la escuela y buscó oportunidades en la vibrante ciudad de Nashville. Empacó su valentía, su talento y un puñado de canciones escritas con amor. En los escenarios de Nashville, ella encontró su voz y se convirtió en un fenómeno musical de country en ascenso.

“No cambiaría nada por haberme criado en las Grandes Montañas Humeantes”, comenta. “Nunca me he avergonzado de mi gente, no importa cuán pobres o sucios hayamos sido. Siempre me ha encantado ser de donde soy y haber tenido la gente que tuve”.

Hoy en día, el nombre de Dolly Parton resuena en todo el mundo. Pero detrás del lujo y el brillo, late el corazón de una mujer que nunca olvidó sus raíces y nos recuerda a todos que los destinos más extraordinarios pueden nacer de los lugares más humildes.

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