Después de vivir 5 años en Australia, quiero contarte algunas cosas interesantes con las que me encuentro a diario

Historias
hace 5 años

¡Hola! Me llamo Natalia y desde ya hace 5 años vivo en un país en donde todo es al revés; para ser más precisos, en Australia, en la ciudad de Sídney. Aquí trabajo como mercadóloga, llevo mi propio blog en Instagram y un segmento de radio; además, organizo picnics para mis compatriotas que han decidido emigrar a este país como mi esposo y yo. La vida en el continente verde está llena de interesantes descubrimientos; incluso al día de hoy, no he podido dejar de sorprenderme por algunos de ellos.

Especialmente para los lectores de Genial.guru, contaré toda la verdad sobre las particularidades de este lejano y maravilloso país.

La pregunta que más me hacen: ¿Cómo fue que te mudaste a Australia? Nosotros nos trasladamos aquí gracias a mi esposo, ya que el recibió un permiso de trabajo. Decidimos intentar vivir en este país, y después nos quedamos, y ni una sola vez nos hemos arrepentido de nuestra decisión. Al igual que en cualquier otro país, vivir en Australia tiene sus ventajas y desventajas. Si te interesa mudarte a ese país, te recomiendo que le eches un vistazo al sitio del Departamento de Inmigración, ya que las reglas cambian regularmente. Y también verificar si tu profesión entra en la lista de especialidades con demanda para los inmigrantes.

Bueno, y para que sea más fácil tomar la decisión, los invito a comenzar a saber a detalle sobre la vida de los australianos.

1. En Australia no hay un eterno verano

Antes, yo pensaba que en Australia siempre hacía calor, un clima soleado en el cual se podía nadar todo el año en un océano cálido. Esta realmente es una tierra muy caliente (cerca de 250 días soleados al año), pero el clima puede ser diferente e incluso impredecible. En Sídney, el océano rara vez se calienta hasta una temperatura confortable, incluso en verano: aquí la temperatura casi nunca supera los +20 grados, y los mismos australianos prefieren ir a descansar a las playas de Bali, Fiyi y Tailandia.

También, a Australia lo llaman el continente verde, pero esto no es del todo cierto: una gran cantidad de la tierra firme está ocupada por desiertos, y el bosque tropical se encuentra solamente a lo largo de una costa.

2. En invierno, la calle puede ser más cálida que la casa

Resulta algo paradójico: a pesar de que el invierno aquí no es bajo cero, la ausencia de calefacción central y “paredes de cartón”, hacen que tenga más frío que en mi país natal. Por eso, unas pantuflas con lana de oveja fueron mi primera compra.

Frecuentemente, el invierno en la calle incluso es más cálido que en casa: una vez, en el departamento de un amigo mío, el termómetro subió como máximo a +9 grados, al mismo tiempo, la temperatura fuera de la ventana era de cerca de +13. Así fue como pasé aproximadamente tres meses de verano. Los australianos se salvan como pueden: utilizan calentadores o simplemente se visten con ropa muy cálida. Las botas UGG, con las cuales todo el mundo anda por la calle en invierno, aquí las usan en casa.

3. Los australianos adoran el océano y la naturaleza

Una calle típica cerca de un barrio: en lugar de automóviles, muchas familias estacionan una lancha o incluso dos. En Sídney hay más de cien playas (¡solamente imagínate, cada fin de semana puedes elegir una diferente!), y las personas intentan sacar provecho a su tiempo libre. Muchos son aficionados al surf, hacen paddleboarding, y otros simplemente nadan o descansan durante el día.

4. Una completa relajación, lentitud y un acento insoportable

Por algo existen algunas leyendas sobre el acento australiano: ¡este realmente deja paralizado a un oído no entrenado! Los habitantes locales hablan muy rápido, se comen muchos sonidos y además utilizan una gran cantidad de abreviaciones: arvo = afternoon (tarde), brekky = breakfast (desayuno), entre otros. Si añadimos a los asiáticos con su acento, la primera vez, tu cabeza estará girando debido a esta mezcla de idiomas.

Aquí hay algunas observaciones interesantes sobre la mentalidad de los habitantes locales:

  • Los australianos en el trabajo no se entregan por completo, consideran que es mejor hacer el 80 por ciento y después ir a surfear. Y no importa que tú esperes de ellos el 100 por ciento. En el trabajo, a veces esto resulta ser incluso conveniente: en primer lugar, se puede hacer algo rápido y entregar, y después sin prisas terminarlo. En segundo lugar, al final, el problema puede ser diferente a lo que tú esperabas en un principio. Los usuarios harán pruebas, posiblemente encuentren errores, los cuales se pueden corregir junto con las modificaciones. “Trabajo para vivir, pero no vivo para trabajar”, este es su lema.
  • Nadie se estresa. ¿Y para qué hacerlo cuando a la mano tienes una taza de café y frente a tus ojos se extiende el vasto océano? Puedes salir a la calle en pijama, pantalones deportivos e incluso ¡descalzo! A todos les da igual. Puede parecer que las personas aquí son un poco infantiles, y, frecuentemente, es así hasta que cumplen entre 30 y 35 años; a esta edad, los australianos forman una familia y tienen hijos (frecuentemente 2 o 3, no menos).
  • Esto es algo extraño, pero, a pesar de su relajado ritmo de vida, los australianos adoran planear todo de antemano. Los boletos de avión los compran de 8 a 9 meses antes de su viaje, las vacaciones las planean con un año de anticipación y los encuentros con los amigos se organizan un mes antes.
  • Los australianos no se ganarán tu corazón. Al mantener una conversación contigo, serán amables, y mantendrán la distancia con aquellos que puedan ser desagradables. Por supuesto, el racismo en la sociedad australiana existe, pero, en general, a los inmigrantes como nosotros los tratan bien.

5. Aquí no se preocupan por qué ponerse

Un hecho interesante: de acuerdo con las estadísticas, el 50 por ciento de los australianos nunca planchan la ropa. Nadie te mirará de reojo si llegas al trabajo con pantalones y camisa arrugada: si para ti así es cómodo, ¿por qué no hacerlo?

Además, si quieres ir en pijama a comprar pan a la tienda, ¡adelante! ¿Te dieron ganas de ir por la calle sin zapatos y entrar a la tienda más cercana? En mi localidad, así andan por las calles una de cada dos personas: una vez, en la caja del supermercado, encontré a un hombre que solo llevaba puesta una toalla, ¿qué les parece?

Por cierto, los australianos tienen otro hábito, ellos adoran manejar sin zapatos. Antes, yo solía tapar mi nariz y apretarla, cuando mis conocidos me decían que ellos adoraban manejar descalzos, pero, hace un par de años, yo misma comencé a hacerlo y, créeme, realmente es muy cómodo.

6. Australia es el país al revés

Las estaciones del año aquí están al revés: cuando en el hemisferio norte es verano, en Australia reina el invierno. Entonces, junio, julio y agosto son los meses de invierno. En consecuencia, el año nuevo y la navidad ocurren en pleno verano, y, por eso, al inicio fue difícil acostumbrarme. Una tradición australiana es pasar estas dos fiestas con una parrillada en la playa. Tomamos un árbol de navidad, ensaladas y hacemos muñecos de arena.

En los regalos, cada australiano gasta en promedio de 400 a 550 USD porque es agradable comprar regalos para todos los miembros de la familia, incluidos los niños y las familias de gran tamaño. Una vez, un colega tuvo que buscar casi 40 regalos.

También existe la fiesta “Christmas in July”, así le llaman a la Navidad en julio. Esta se festeja arbitrariamente en julio, a la mitad del invierno, cuando en las calles comienza a hacer frío: es costumbre sentarse cerca de la chimenea con los atributos de año nuevo y darles regalos a tus seres cercanos.

Por cierto, el año escolar en Australia también “está de cabeza”: comienza a finales de enero y termina con la navidad, a mediados de diciembre. El año fiscal también se diferencia del ordinario, ya que este comienza desde el 1 de julio.

7. En Australia todo intenta matarte, ¿es cierto esto?

Si todo fuera tan malo, probablemente los australianos no entrarían entre las diez naciones más felices del mundo. Aquí habitan tiburones, serpientes venenosas, cucarachas del tamaño de una caja de cerillos y arañas del tamaño de una mano, pero las personas de alguna manera se han adaptado a vivir pacíficamente rodeados de esta fauna y flora. Cada animal tiene su propia área de hábitat. Las reglas elementales ayudan a reducir el miedo y protegerte a ti mismo: vale la pena sacudir tus zapatos antes de que te los pongas (tal vez alguien se arrastró hasta adentro de tus botas), durante los descansos en la naturaleza, tienes que supervisar atentamente tus cosas y nadar con precaución en el océano. ¡Ser precavido no le hace daño a nadie!

Una vez, una araña gigante entró a nuestra casa, la cual nosotros heroicamente sacamos. Después de hablar sobre la situación con algunos amigos, entendí que en muchas casas australianas incluso tienen un vaso especial para atrapar a las arañas: no las matan, sino que las sacan a la calle.

Muchos me preguntan frecuentemente: ¿es verdad que en Australia los tiburones se comen a las personas en las costas? Aquí, eso realmente puede ocurrir, pero si les creemos a la estadísticas, una mayor cantidad de personas en Australia muere al caer de su propia cama, y no por mordeduras de un tiburón.

Una vez estuve muy cerca de un tiburón, pero, para ser sinceros, no le vi ni siquiera la aleta. Estábamos en una de las playas al sur de Sídney: nadábamos y montamos nuestras tablas en las olas costeras. De pronto, la sirena se encendió, los salvavidas nerviosos comenzaron a evacuar a todas las personas del agua: en el océano habían 2 o 3 tiburones que eran un poco más grandes que una lancha.

Yo le pregunté a una mujer salvavidas con qué frecuencia se encontraba con tiburones. Parece que ella casi a diario los ve, pero todo esto es inofensivo para la especie humana. Los grandes tiburones blancos llegan con poca frecuencia (por temporada, en esta playa los han visto solo 3 veces): cuando esto sucede, simplemente cierran la playa.

8. La población de canguros es mayor que el número de habitantes

El patrimonio nacional de Australia está sujeto a un censo obligatorio: en el 2011, en Australia habitaban cerca de 34 millones de canguros. Lo que significa que, comparado con el número de habitantes en el mismo año (23 millones de personas), efectivamente, en Australia hay una mayor cantidad de canguros que de personas. Esa es una estadística interesante.

En las calles de Sídney, por supuesto, no te encontrarás con ninguno de ellos, pero vale la pena adentrarse un poco más en el continente hacia los parques nacionales y la probabilidad de encontrarte con estos animales aumenta drásticamente. Es verdad, ellos son un poco ingenuos: regularmente salen a las carreteras y se lanzan frente a los automóviles.

9. En Australia, desde la infancia te enseñan a ser cuidadoso ante el sol

Una mala noticia: sobre Australia (o, para ser más exactos, sobre la Antártida) se encuentra un agujero en la capa de ozono. Una buena noticia: los expertos predicen que la capa de ozono se recuperará completamente dentro de 30 a 50 años. En cuanto al nivel de morbilidad por cáncer de piel, Australia ocupa uno de los primeros lugares, por eso, la población intenta seguir las reglas de seguridad ante el sol y sus hijos son orientados desde la infancia. Por ejemplo, una gorra es una parte obligatoria del uniforme escolar: si los niños olvidan su gorra en casa, no pueden salir a jugar al aire libre durante el recreo. Aquí no es agradable tomar el sol durante todo el día, y para las playas se compran carpas especiales (las sombrillas se las lleva el viento rápidamente).

En Australia hay leyes muy estrictas que reglamentan la producción de protectores solares, por eso, las cremas que salen son muy efectivas y de calidad. Incluso existen aplicaciones para el teléfono que te indican el nivel de actividad solar y te recomiendan el nivel de protección. Si cumples con todas las recomendaciones, entonces tu salud no se verá amenazada.

10. Mi clasificación personal de las razones por las cuales Australia es un país increíble

  • Naturaleza. Yo soy una persona criada en las junglas de concreto, la naturaleza y el sorprendente mundo animal australianos me complace infinitamente, para esto incluso no es necesario salir de la ciudad. Por ejemplo, los parques nacionales y las reservas ecológicas se encuentran en la metrópoli de Sídney, ocupando una superficie de 188 hectáreas, y, frecuentemente, son piezas de naturaleza salvaje intacta. ¡Y todo esto en el corazón de la ciudad! Bueno, y por supuesto, el océano es un amor aparte.

  • Clima. Pase lo que pase, el clima en Australia siempre es genial. Así, en Sídney, la temperatura nunca cae por debajo de los cero grados, no cae nieve, el invierno es tan cálido que incluso se puede pasear con una simple chaqueta.

  • Comodidad. Las ciudades australianas no pueden estar mejor adaptadas para la comodidad y una vida tranquila. Aquí hay diseñadas rampas y elevadores para aquellos que necesitan moverse en una silla de ruedas, lugares reservados y, para mí, esto es un buen indicador. El ir por las carreteras aquí es una completa satisfacción y una gran cantidad de señales son dibujos con explicación: si no recuerdas el símbolo, al menos léelo. La demarcación del camino te ayuda a girar en el carril correcto. En el Great Ocean Road (un lugar en donde hay 1 habitante local por cada 5 turistas) hay señales de tránsito en las cuales se indica “En Australia se conduce por el lado izquierdo del camino”.

  • Personas. A mí me agradan los australianos: son amables, abiertos y alegres, siempre están listos para ayudar y no van a pasar de largo ante una persona que los necesita. Ellos no se preocupan por las pequeñeces, lo que significa que aquí hay un poco menos estrés y tensión. Las personas saben gozar de la vida, pasando mucho tiempo con su familia y amigos, y todo eso a mí me gusta mucho.

¿Te gustaría vivir en Australia o has visitado este país? Compártenos tus experiencias en los comentarios.

Imagen de portada photonatka / instagram.com

Comentarios

Recibir notificaciones
Aún no hay comentarios. ¡Puedes ser el primero!

Lecturas relacionadas