La historia de Laura Flores y su difícil camino para ser madre

Historias
hace 10 meses

Laura Flores, reconocida actriz mexicana, ha cautivado a audiencias a lo largo de su carrera en la industria de las telenovelas. Sin embargo, su éxito y fama no se limitan únicamente al ámbito profesional, ya que Laura ha encontrado una fuente inagotable de felicidad y realización en su papel de madre. Con orgullo, Laura comparte que su familia está compuesta por cuatro hijos, dos de ellos adoptados y dos biológicos. A través de un arduo camino y el apoyo incondicional de sus seres queridos, esta talentosa actriz ha logrado construir una familia sólida y amorosa, encontrando un equilibrio entre su vida profesional y su vida privada. Pero no todo ha sido rosas y en este artículo te compartiremos cómo es que la actriz ha tenido que equilibrar su vida a través de la dificultad.

Una maternidad elegida pero difícil

Para Laura Flores, la maternidad ha sido una elección consciente y llena de amor. Aunque ha disfrutado de una exitosa carrera en el mundo del espectáculo, nunca dejó que eso eclipsara su deseo de formar una familia.

Pero el camino para conseguir una familia no ha sido fácil para Laura Flores. Durante su camino hacia la maternidad, la actriz tuvo que enfrentar diversas adversidades, como la pérdida de bebés y las complicaciones para concebir. A pesar de estos desafíos, Laura nunca renunció a su anhelo de ser madre y perseveró en la búsqueda de su sueño de formar una familia.

“A diferencia de muchas otras personas que se casaron y se embarazaron... en mi caso no fue fácil. Un tratamiento que pegó a la primera, gracias a Dios, pero estuve en riesgo de aborto. Fue inseminación artificial. Y después de María fueron 7 años, y 9 in vitro, y en esos siete años se perdieron dos bebés”, dijo a CNN.

El nacimiento de sus hijos biológicos

El nacimiento de María fue bastante traumático, pues nació prematura y Laura se recuperaba de un edema pulmonar. Sin embargo, tiempo después, tras dar la bienvenida a su primogénita, la actriz tuvo que enfrentar el doloroso camino de la pérdida de dos bebés más.

Uno de estos trágicos sucesos ocurrió mientras grababa la exitosa telenovela “Siempre Te Amaré” en el año 2000, cuando lamentablemente sufrió un aborto espontáneo a las siete semanas de embarazo. Esta dolorosa experiencia dejó una profunda huella en la vida de la actriz mexicana, quien debió encontrar fuerzas para seguir adelante tanto en su vida profesional como en su vida personal.

Pero no se dio por vencida, una vez más, Laura Flores decidió embarazarse. Ante lo complicada que parecía la situación, la talentosa actriz de telenovelas hizo una promesa: si su hijo nacía sano, daría un paso adicional y optaría por la adopción.

Con determinación y amor incondicional, Laura estaba dispuesta a ampliar su familia y brindar un hogar amoroso a otro niño, independientemente de las circunstancias que rodearan su propio embarazo.

El camino de la adopción

Luego de un muy complicado embarazo, su hijo Patricio nació sano. Para Laura Flores la vida ya le había concedido una tregua, tenía dos hermosos hijos que parecían un milagro. Pero su compromiso había sido firme, así que en 2008 inició el proceso para ser madre adoptiva.

Fue en la hermosa ciudad de Mérida, Yucatán, donde se le otorgó la custodia de Alejandro, un niño de tan solo un año de edad en ese entonces. Este encuentro marcó un momento significativo en la vida de la actriz mexicana, ya que abrió sus brazos y su corazón para recibir a Alejandro y brindarle un hogar lleno de amor y cuidado.

Un año después, Laura Flores decidió ampliar aún más su familia y se dirigió a un albergue en Chihuahua para dar inicio a un nuevo proceso de adopción. Tras completar los trámites correspondientes, finalmente pudo adoptar a su cuarta hija, Ana Sofía. En ese momento, la dulce niña tenía tan solo tres meses de edad.

La promesa cumplida

En otra entrevista, Laura Flores compartió una emotiva experiencia sobre el vínculo que sus hijos adoptados tienen con sus lugares de origen. Según la actriz, sus hijos expresaron el deseo de conocer los lugares de donde fueron adoptados.

Con el fin de cumplir su deseo, Laura organizó viajes para que cada uno de sus hijos visitara Chihuahua y Mérida, los lugares que marcaron el comienzo de sus historias de vida. Durante estas visitas, Laura les transmitió un mensaje de amor y comprensión, diciéndoles que no nacieron de su vientre, sino que nacieron de su corazón.

Además, Laura reveló que, a medida que Ana Sofía y Alejandro crecían, ellos mostraron interés en conocer a sus padres biológicos. Hasta el momento, no se han encontrado rastros de ellos, pero en caso de que aparecieran, la actriz aseguró que se encargaría de que todo se lleve a cabo con discreción y tranquilidad.

La familia hoy en día

Para Laura, la paz y el bienestar emocional de sus hijos son su máxima prioridad, y haría todo lo posible para facilitar un encuentro pacífico y respetuoso con los padres biológicos, si fuera factible.

En cuanto a los cuatro niños, ahora María tiene 22 años y lleva una vida muy discreta. De hecho, la joven está enfocada en sus estudios y no le gusta nada relacionado al mundo de la actuación, como su madre.

Patricio también está en camino a la mayoría de edad. A través de las fotografías que la actriz comparte en sus redes sociales, se puede apreciar la personalidad carismática y la inteligencia de su hijo. Patricio parece tener una estrecha relación con su madre, ya que se percibe una conexión especial entre ellos.

Y, aunque la actriz recientemente anunció su quinto divorcio, lo cierto es que el amor por sus hijos y la unión familiar nunca se ha perdido en sus procesos de separación.

Imagen de portada laurafloresmx / Instagram

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