En Kenia rescatan elefantes, jirafas y rinocerontes huérfanos, y tú puedes “adoptar” uno para ayudar a criarlo

Historias
hace 4 años

Hace cuarenta años, una familia de Kenia, apasionada de la naturaleza del lugar, fundó un santuario para animales nativos. David Sheldrick Wildlife Trust es la organización benéfica más antigua de África, la cual se encarga de rescatar, rehabilitar y liberar elefantes, rinocerontes y jirafas víctimas de los cazadores furtivos. Su trabajo se extiende a diversas áreas de conservación, prevención y protección de la vida silvestre. Ya ha rescatado a casi 300 animales, y lo mejor es que personas de todo el mundo pueden ayudar participando en el programa de “adopción” de criaturas huérfanas. El santuario y sus miembros realizan un abnegado trabajo y merecen ser reconocidos por ello.

Genial.guru aplaude este tipo de iniciativas para cuidar el medio ambiente y sus habitantes, por lo que quiere compartir contigo todo lo que investigó sobre esta fundación africana.

Historia de la fundación

En 1977, la Dra. Daphne Sheldrick abrió el santuario en memoria de su difunto esposo, el naturalista David Sheldrick, quien fundó el Parque Nacional de Tsavo East. Él dedicó su vida a transformar una tierra desconocida para la humanidad en el parque más grande de África. Junto con su esposa fue pionero en criar y rehabilitar especies nativas. De hecho, Daphne es la creadora de la fórmula de leche que los elefantes y rinocerontes bebés necesitan para crecer fuertes.

Desde la muerte de su esposo, Daphne y sus hijos vivieron y trabajaron en el Parque Nacional de Nairobi, donde construyeron el santuario. El legado de pasión, amor y esfuerzo por proteger la vida silvestre africana sigue en la actualidad de la mano de Angela, la hija mayor del matrimonio Sheldrick. Ahora es ella quien dirige la fundación junto con su propia familia, ya que Daphne falleció en 2018.

Una importante misión

Todo el esfuerzo de David Sheldrick Wildlife Trust está enfocado en revertir los efectos que la contaminación, la caza furtiva y la expansión de las ciudades ha causado en la hermosa sabana africana. Gracias al programa “Adopta a un huérfano”, la fundación acepta donaciones voluntarias de personas de todo el mundo.

El dinero donado garantiza la alimentación, la salud y la rehabilitación de los animales a los que los voluntarios decidan acoger. La fundación también cuenta con la ayuda de otras organizaciones preocupadas por la conservación de la flora y la fauna local, e incluso logró expandir los sectores de naturaleza protegidos por la ley y cuidar con éxito tres especies nativas.

Elefantes

Son los mamíferos terrestres más grandes del mundo, y su papel en el ecosistema es fundamental. Pero, pese a su tamaño, su población está disminuyendo debido a la caza para obtener marfil y a la destrucción de su hábitat.

Los elefantes poseen una gran inteligencia, son animales emocionales, sociales y conscientes de sí mismos. Además, son conocidos por su extraordinaria memoria. De hecho, hace poco se conoció la historia de un ejemplar que, años después de ser liberado, recordó el camino de regreso a su antiguo hogar y volvió con un regalo para sus antiguos cuidadores.

Rinocerontes

Alguna vez, los rinocerontes habitaron toda la extensa tierra africana. Pero, en la actualidad, su población está reducida a unos pocos ejemplares esparcidos aquí y allá. La caza furtiva es su mayor amenaza, pues son buscados para quitarles los cuernos y convertirlos en “medicinas” empíricas.

Los rinocerontes están al borde de la extinción. Si desaparecen, el equilibrio del ecosistema sufriría, pues son muy importantes, ya que ayudan a que los pastizales sigan creciendo. Pese a su aspecto temible, son animales pacíficos y sociales.

Jirafas

Son los animales más altos de la Tierra, además de hermosos y pacíficos. Juegan un papel clave en la sabana, pero la caza, la destrucción de su hábitat, la expansión humana y las enfermedades están diezmando su población.

Son fascinantes, curiosas y sociales. Muchas de las plantas que consumen no germinan sin antes pasar por el estómago de una jirafa, por eso son tan importantes para el ecosistema.

“Adopta a un huérfano”

El corazón del santuario es el programa de adopción de elefantes, rinocerontes y jirafas que han quedado huérfanos y fueron rescatados por los miembros de la fundación que patrullan la sabana. En el refugio los cuidan con cariño, bajo estricta vigilancia veterinaria.

Son alimentados a mano con leche maternizada hasta que logran ponerse fuertes. Una vez sanos, son liberados a donde pertenecen. Cada huérfano tiene una conmovedora historia detrás, así que, a continuación, te mostraremos algunos de los bebés que están esperando ser adoptados.

Kiombo

El mismo gobernador de Narok, región de Kenia, llamó a la fundación alertando sobre un bebé elefante deambulando por los terrenos de la reserva Masái Mara. El equipo de rescate llegó al lugar rápidamente y se encontró con una triste escena. La madre del bebé elefante yacía muerta, mientras él ya mostraba signos de desnutrición. Kiombo enseguida se adaptó a la vida en la guardería, y está creciendo sano y feliz junto con los otros elefantes del santuario.

Maxwell

La patrulla de rescate escuchó el llanto de Max cerca de los edificios de la fundación. Tenía solo un año de edad y estaba ciego. No se sabe cómo logró seguir a las elefantas adultas del refugio, pero gracias a eso lo encontraron. Primero se resistió a los cuidados, pero, después de tres días de insistencia, Maxwell comprendió que las personas no le harían daño y se dejó curar los ojos. Hoy está esperando una operación, pues padece de cataratas. Su comportamiento agresivo de los primeros días cambió completamente, y ahora, lo que más le gusta es que le acaricien la barriga.

Kiko

Los guardabosques del Parque Nacional Mero encontraron a una pequeña jirafa de tan solo una semana de vida abandonada en medio de la nada. El destino de la madre de Kiko todavía es un misterio, aunque se cree que fue víctima de cazadores furtivos. Kiko dejó que lo rescaten sin oponer resistencia. Una vez en la guardería de la fundación, perdió todo el miedo. Desde el momento en que los cuidadores le brindaron ayuda, se transformó en un animal confiado, cariñoso y juguetón.

Esfuerzos que valen la pena

Los animales rescatados por la fundación son muchos más, y todos tienen historias similares. Gracias al arduo trabajo de los miembros de la organización y a sus colaboradores, los elefantes, jirafas y rinocerontes tienen esperanza de volver a poblar el territorio africano como lo que son: dueños de la sabana.

¿Qué piensas del trabajo de esta fundación? ¿Te gustaría adoptar a un elefante? ¿O prefieres un rinoceronte? ¿Qué tal una jirafa? Por favor, ¡cuéntanos en la sección de comentarios!

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Cada ser vivo tiene su propio papel en el ecosistema, a ver cuándo nos lo metemos en la cabeza

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