5 Situaciones en las que la ropa supone un peligro para nuestra salud

Si alguien nos pide que dibujemos a un asesino, en la mayoría de las imágenes habrá monstruos, tigres con colmillos o mafiosos con pistolas en sus manos. Pero a casi nadie se le ocurriría recrear un par de zapatos de moda o un suéter llamativo con rombos. Mientras tanto, la ropa y los accesorios elegidos de manera incorrecta, así como un mal cuidado de estos, representan una seria amenaza.

En Genial.guru hoy profundizaremos en los errores que son perjudiciales para nuestra salud y en cómo evitarlos.

1. Ropa demasiado ajustada

Los pantalones de mezclilla skinny son una prenda elegante que enfatiza la figura y permite crear una imagen espectacular. Sin embargo, estos jeans de moda pueden perjudicar seriamente nuestra salud: ajustando al máximo las piernas, estos aprietan los nervios e interfieren en la circulación sanguínea impidiendo que la sangre pase libremente por los vasos, mientras que el cinturón apretado puede provocar ardor de estómago y dolor en el abdomen.

Cualquier prenda ajustada, incluidos unos leggings, tops y ropa interior con un efecto push-up, puede dañar a nuestro cuerpo.

• Qué hacer:

Al elegir la ropa, trata de pensar no solo en si te hace aparentar delgadez o no. Si ésta te aprieta demasiado, pídele al dependiente una talla más grande o un modelo de tela más elástica.

2. Materiales tóxicos y no transpirables

No solo el corte o el modelo pueden causar problemas de salud, sino también el material con el que se fabrican las prendas. Por ejemplo, las telas artificiales como el poliéster, el acrílico o el nailon están impregnadas de productos químicos, y no nos referimos solo a la ropa barata fabricada en no se sabe dónde.

Estudios realizados por Greenpeace revelaron la presencia de formaldehído y p-fenildiaminas en los productos de 14 marcas de moda de fama mundial. Estas sustancias pueden ocasionarnos muchos problemas: desde una ligera irritación de la piel hasta alergias y enfermedades graves del hígado y los riñones.

Además, los materiales sintéticos, por lo general, no son transpirables y la humedad liberada por nuestra piel se convierte en un caldo de cultivo para el desarrollo de bacterias y hongos.

• Qué hacer:

Opta por telas naturales. Al elegir productos sintéticos, fíjate bien en la etiqueta: no debes abusar de artículos del tipo non-iron (no necesita planchado), easy care (cuidado fácil) o wrinkle free (sin arrugas): estos albergan la mayoría de los productos químicos.

3. Zapatos incómodos

Los zapatos de tacón alto, aunque hacen que las piernas se vean más esbeltas, pueden causar hinchazones y venas varicosas, así como deformar las articulaciones. Debido a la posición inestable de los pies con este tipo de zapatos, se antoja sencillo perder el equilibrio y caer o estirar el tobillo haciéndose daño.

Por cierto, en cuanto a las suelas planas: los expertos aconsejan estar en alerta. Las chanclas y bailarinas, a primera vista, parecen cómodas y confortables, pero no proporcionan el soporte adecuado para los pies, por lo que, con un uso prolongado, sobrecargan notablemente las piernas.

Los zapatos ajustados conducen a la aparición de callos, inflamación de las articulaciones, deformaciones de los dedos y otros problemas muy desagradables. El calzado que está fabricado con materiales sintéticos no transpirables provoca enfermedades por la aparición de hongos. Unos zapatos mal elegidos afectan negativamente a la postura y a la forma de andar, así como pueden causar dolores molestos en las rodillas y la espalda.

• Qué hacer:

Para un uso prolongado, siempre es mejor optar por un calzado cómodo con un tacón bajo, de hasta 5 centímetros. Otra solución pasa por usar plantillas ortopédicas: brindan apoyo para los pies y reducen la presión en las zonas sensibles de los mismos.

4. Bolsos pesados

Muchas de nosotras tenemos el hábito de introducir todos los objetos, tanto los necesarios como los prescindibles, en el bolso: por si nos sirven. Mientras tanto, sobrecargar la espalda y los hombros es muy perjudicial.

Los bolsos más peligrosos para la salud son los que se llevan sobre un solo hombro o en las manos. La carga desigual conduce a la distensión muscular, y como resultado sentimos malestar, el cual acaba poco a poco provocando dolor. Las consecuencias típicas de llevar bolsos pesados desencadenan en una mala postura y pisada, dolores de cabeza, en la espalda, cuello y hombros, así como un entumecimiento de las manos.

• Qué hacer:

Revisa el contenido de tu bolsa o mochila y saca todo lo que puedas dejar en casa sin poner en peligro tu vida. No carges todo sobre un solo hombro, sino alternando. Si necesitas llevar muchas cosas contigo, compra una mochila con tirantes anchos y protección para la espalda.

5. Ropa abrigada que en raras ocasiones se lava

Se alberga la creencia de que los abrigos, cazadoras, gorros, guantes y bufandas, si no presentan suciedad y manchas evidentes, basta con lavarlos una vez por temporada. Aún más extraño resulta ver las corbatas lavadas: por lo general, al quitarse este accesorio, los hombres simplemente lo guardan en el armario.

Sin embargo, los expertos recomiendan no relajarse: todas estas prendas no solo están en contacto constante con la piel y el cabello, acumulando sudor y secreciones de grasa, sino que también acumulan mucha suciedad y gérmenes del ambiente.

• Qué hacer:

Para que los abrigos y chaquetas no se conviertan en un “hotel para gérmenes”, llévalos a la lavandería o la tintorería dos veces por temporada. Los gorros, guantes y bufandas de punto, deben lavarse con mayor frecuencia: cada pocas semanas.

La habilidad de vestirse bien puede entenderse como un arte, del que depende en gran medida lo que podremos lograr en la vida. Y estamos hablando aquí, no solo de moda, elegancia y estilo, sino también de salud, porque todos lo sabemos: sin ésta, no iremos a ninguna parte.

¿Tienes alguna idea de cómo elegir un vestuario moderno y sano? ¡Comparte con nosotros tus ideas!