7 Acciones groseras de personas que ocultan un posible problema de salud

Psicología
hace 5 años

Todos hemos sido atacados, al menos una vez, por otras personas. En este tipo de situaciones, parece que el problema se basa en que no le caes bien a alguien. Pero con frecuencia, incluso el grosero mismo no tiene la culpa de presentar este tipo de comportamiento. En este artículo aprenderás cuándo la mala educación y determinadas acciones ofensivas son síntomas de problemas de salud y no solo meras manifestaciones de un carácter desagradable.

Genial.guru confía en que ahora, nuestros lectores comiencen a ver con otros ojos a los provocadores, groseros y egoístas.

1. Violación sistemática de las promesas

Problema: la persona apoya con entusiasmo cualquier iniciativa, pero justo en el último momento cancela la reunión o, simplemente, desaparece.

Causa: en el momento de no cumplir la promesa, se produce un conflicto emocional, que suele estar provocado por astenia. La persona se quiebra por sus contradicciones: quiere escapar de su propia celda, pero al mismo tiempo no tiene fuerzas para comunicarse con los demás. No sabe cómo explicárselo a los que le rodean, por lo que se encierra en sí mismo aún más.

Si la inestabilidad emocional viene causada por una sobrecarga mental o por un acontecimiento impactante, al pasar un tiempo, todo volverá a la normalidad. Pero si este estado es crónico, todo hace indicar la existencia de una depresión prolongada y determinados trastornos de ansiedad.

Cómo ayudarlo: habla y dale a la persona la oportunidad de explicarse, pero no la juzgues. Deja claro que es importante atender a sus propios deseos y no crear un círculo continuo de promesas incumplidas que lo único que genera es un incremento de la ansiedad y la pérdida del resto de las fuerzas que le quedan.

2. Ira repentina

Problema: para cada persona existe un tema de conversación que le provoca incomodidad. Pero existen personas que explotan tras oír frases completamente inocentes.

Causa: se sospecha que la depresión se expresa a través de la apatía, pero los ataques repentinos de ira también son inherentes a esta enfermedad. Por regla general, una persona en este estado dirige todo el odio hacia sí misma, pero el sentimiento constante de estar “al límite” en algún momento se vuelve imposible de controlar, por lo que todo acaba descargándose con el primero que se pone por delante.

Cómo ayudarlo: cambia de tema, trata de distraerlo de sus emociones negativas.

3. El hábito de interrumpir

Problema: a veces nos invaden las ganas de preguntarle a algunas personas: “¿Por qué formulas una pregunta si no tienes intención de escuchar la respuesta?” Y así, cada vez: te preguntan sobre algo, pero, sin escucharte, empiezan a hablar de lo suyo.

Causa: la mayoría de las veces esto supone una manifestación típica de egoísmo: la persona está acostumbrada a hablar solo de sí misma e interesada en expresar su opinión y no en escuchar la de los otros. Pero también puede ser un síntoma de estrés: en este estado, la memoria de una persona funciona peor de lo habitual, por lo que se apresura a contarlo todo antes de que se le olvide.

Cómo ayudarlo: prueba a utilizar la frase “Déjame terminar”. Por lo general, suele ser suficiente para que el otro se de cuenta de su error.

4. Evita el contacto visual

Problema: el interlocutor constantemente desvía su mirada.

Causa: según los estudios, la incapacidad de mantener el contacto visual se manifiesta en personas con una naturaleza neurótica. En este caso, la falta de ganas de mirarte a los ojos está relacionada con ansiedad, depresión y una sensación de vulnerabilidad, que puede venir acompañada de irritabilidad e impulsividad.

Cómo ayudarlo: no pienses que te están ocultando algo. Recuerda que a la persona le invade una ansiedad con la que no puede lidiar, así que no le exijas aquello que es imposible.

5. Sarcasmo o grosería

Problema: la persona no puede resistirse a soltar una broma con maldad.

Causa: las ganas de decir groserías o cosas desagradables, incluso a las personas más cercanas, pueden venir provocadas por alguna enfermedad hepática. Cuando este órgano falla, se detiene la eliminación de sustancias tóxicas del cuerpo. La acumulación de toxinas puede desencadenar un trastorno de personalidad y la pérdida de control.

Cómo ayudarlo: si se observa esta situación desde un punto de vista psicológico, a menudo, una persona con este tipo de comportamiento lo que desea es que lo dejen solo durante un tiempo. En estos casos, esto es exactamente lo que vale la pena hacer.

6. Acusaciones sin una razón aparente

Problema: un extraño te hace un comentario de manera grosera.

Causa: en los adolescentes, así se manifiesta la inseguridad en sí mismo, porque les parece que toda la atención está dirigida exclusivamente a ellos. Y en un adulto, el deseo de atacar a la primera persona que se pone por delante aparece justo en el momento de un cambio brusco del nivel de azúcar en sangre. Las personas de carácter “diabético”, en el trabajo, a menudo, reprenden a los subordinados sin motivo aparente, mientras que en casa montan escándalos cargando contra sus familiares.

Cómo ayudarlo: no te sumes a la discusión, lo mejor será ignorar el comentario. Si es una persona cercana, sería clave medir el nivel de azúcar en sangre y corregir su dieta.

7. Agresividad

Problema: una persona enojada y agresiva en un lugar público ataca a los que le rodean, estropeando el estado de ánimo del resto.

Causa: los estudios revelan que la agresividad descontrolada está relacionada con enfermedades cardiovasculares y la “naturaleza peleona” es propia de la mayoría de los pacientes que han sufrido un derrame cerebral.

Cómo ayudarlo: no entables diálogo con extraños, ni sucumbas a sus provocaciones. Recuerda que, muy probablemente, la persona no es capaz de controlar un comportamiento que está fuera de lugar. Pero se debe prestar especial atención a las personas que te son cercanas: si el carácter de una de ellas cambió bruscamente, por lo que comenzó a buscar conflictos por cualquier cosa, debes brindarle apoyo y ayudarla a revisar su salud.

Conclusión

No te lo tomes todo a lo personal. Si notas que el carácter de un ser querido ha cambiado drásticamente hace poco, debes persuadirlo para que se someta a un examen médico y, en primer lugar, descartar la posibilidad de que sufra:

  • enfermedad de Alzheimer;
  • nivel de colesterol alto o bajo;
  • depresión;
  • diabetes;
  • epilepsia;
  • insuficiencia hepática;
  • accidente cerebrovascular;
  • enfermedad de la tiroides.

¿Te resultó útil esta información? ¿Cómo reaccionas habitualmente ante las acciones de este tipo? Comparte tus reflexiones en los comentarios.

Ilustradora Alice Perkmini para Genial.guru

Comentarios

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Desconocía que estos comportamientos se podrían deber a problemas de salud.

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Una persona puede evitar el contacto visual simplemente por timidez.

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