Dermatólogos explicaron por qué hay que tratar la piel con emociones en lugar de otros remedios

Psicología
hace 5 años

Un granito repentino puede arruinar el estado de ánimo de todos. Pero ¿qué pasa si este mecanismo funciona también a la inversa, y lo que experimentamos afecta directamente al surgimiento de problemas cutáneos?

Los especialistas en psicodermatología dicen que así funciona esto.

Genial.guru te contará sobre la conexión entre la psicología y la cosmetología, y sobre los milagros que pueden suceder en el cuerpo humano.

¿Por qué “inventaron” la psicodermatología?

Sabemos que el estado psicológico de una persona afecta a su cuerpo y, en consecuencia, a su piel. Pero el surgimiento de un nuevo campo estrecho no tiene nada que ver con el deseo de los especialistas de sacarle provecho a eso. En primer lugar, los nuevos enfoques científicos necesitan pruebas y concreción máxima para ser considerados válidos. En segundo, este “cambio de marca” permite estudiar con nuevos ojos un tema ya conocido.

El especialista clínico estadounidense Matthew Traub considera que la conexión entre los sentimientos y la piel es simplemente increíble. “Tengo pacientes que sufren de acné, y notaron que cuanto más nerviosos se ponen, más se nota la inflamación en sus rostros”.

Los cambios en la piel son una reacción natural del cuerpo, por ejemplo, cuando nos enrojecemos de vergüenza o enojo. Sin embargo, bajo estrés severo o ansiedad, el organismo libera moléculas inflamatorias. Hay una liberación más poderosa de algunas neurohormonas cuando el sistema nervioso se agita, y esto, a su vez, afecta el comportamiento e incluso provoca la muerte de algunas células inmunitarias. Cuando se produce estrés severo o crónico, las funciones de la piel se ven afectadas, por lo tanto, aparecen varias enfermedades: desde el molesto acné hasta la psoriasis.

Sin embargo, hay registros de curaciones “milagrosas” de enfermedades de la piel. El Dr. Traub admite que su padre, quien también estudiaba psicodermatología, en una ocasión preparó una “cura” para una afección que consistía en una mezcla de aderezos para ensaladas.

La universidad canadiense McGill realizó un experimento más científico al respecto. Se les pidió a niños que padecían diversos trastornos que se acostaran en una máquina de resonancia magnética apagada, diciendo que esta les iba a enseñar a sus cerebros a curar enfermedades. Entre los participantes había una niña que sufría de eccema con arrancamiento neurótico de la piel. Después de unas pocas semanas de “sesiones”, la condición de todos, incluida la de la chica, mejoró significativamente.

Por supuesto, tales casos no pueden llamarse estadísticamente significativos, pero esto no hace que sean menos interesantes.

Después de leer toda esta información, seguramente pienses en el efecto placebo. Traub no niega que este juegue un papel importante en el tema, aunque está convencido de que se trata de algo mucho más profundo. La forma en que nuestro cuerpo utiliza el recurso de la imaginación y reacciona ante eso nos hace pensar en el manejo consciente de nuestras capacidades y en el alcance de la autodestrucción y autocuración.

“Al trabajar con pacientes, les pido que recuerden cuándo comenzaron sus problemas con la piel. A menudo, los relacionan con algún evento desagradable. Cuando los tratamos teniendo en cuenta ese contexto, después de unas semanas, ellos se ven mucho mejor”.

Entonces, ¿todos nuestros problemas cutáneos aparecen debido a situaciones estresantes?

Eso no es del todo cierto. Primero, las enfermedades de la piel son una forma de manifestación de estrés. Depende de tu propia predisposición genética: una persona puede reaccionar al sufrimiento con la pérdida del pelo, otra con la aparición del acné, y la tercera con una úlcera estomacal.

Una de las preguntas más difíciles en este ámbito es la causa raíz: ¿el estrés provocó la enfermedad o las consecuencias de esta lo provocaron?

La probabilidad de la primera opción es bastante alta: varios estudios recientes han confirmado que la causa principal de los problemas de la piel no son una dieta inadecuada, condiciones climáticas dañinas o efectos secundarios de los medicamentos, sino nuestras emociones.

El tratamiento en tales casos se parece a la psicoterapia estándar, solo que enfocada en la piel

Al trabajar con sus pacientes, Traub no solo intenta encontrar una conexión entre un evento del pasado y una enfermedad, sino que también ayuda a las personas a superar el temor de lo que les está sucediendo.

Por ejemplo, cuando los complejos sobre su apariencia impiden que una persona viva normalmente, salga con gente o se comunique, la terapia de exposición es muy efectiva. Dentro de su marco, el paciente enfrenta regularmente su miedo, pero de manera muy gradual, de modo que eventualmente termina “dominándolo”.

Parece extraño gastar mucho dinero en productos para el cuidado de la piel cuando tenemos todo lo que necesitamos para resolver los problemas en nuestro interior. Sin embargo, el médico enfatiza que, en primer lugar, debes ponerte en contacto con un dermatólogo común. Los medicamentos pueden resolver tus problemas si estos no tienen raíces psicológicas profundas. Puedes recurrir a la psicodermatología como un medio adicional o extremo cuando la medicina tradicional no brinde resultados.

La psicología es capaz de hacer maravillas, pero, primero, el vínculo entre la mente y la salud física aún no ha sido bien estudiado, y segundo, tal tratamiento requiere un profundo análisis interno y un trabajo intrapersonal.

“Aquellos que tienen que usar toneladas de maquillaje solamente están disfrazando su sufrimiento con él. Tomar una pastilla o aplicarse una crema es mucho más fácil. Es genial tener la oportunidad de reparar algo rápidamente. Pero prefiero buscar la raíz del problema, porque hay gente que pasa años intentando encontrar una cura milagrosa para sanar algo que no tiene nada que ver con la piel ”, dice Traub.

Algunos consejos prácticos para quienes tienen problemas con la piel

  • Si sufres de enfermedades de la piel prolongadas o recurrentes, es muy probable que tengas un problema psicológico.
  • Los medicamentos y productos para el cuidado no ayudan, o proporcionan un resultado insuficiente o a corto plazo.
  • Puedes tratar de encontrar solo la causa y recordar en qué momento de tu vida comenzó la enfermedad, qué emociones están asociadas a ella, etc.
  • Incluso si no hay un psicodermatólogo en tu ciudad, puedes combinar fácilmente el tratamiento de un dermatólogo habitual y un psicólogo.
  • En cualquier caso, en primer lugar debes obtener la opinión de un dermatólogo.
Imagen de portada Depositphotos

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