Si la Tierra se convirtiera en el segundo sol, Plutón nos eliminaría

Curiosidades
hace 1 año

¿Qué nos pasaría a nosotros y a nuestro planeta si este llegara a ser tan grande como el Sol? El diámetro de la Tierra es de 12 874 km. Cruzarlo es como conducir de ida y vuelta a través de los EE. UU. 3 veces. Eso no suena como mucho, ¿verdad? Bueno, ¿qué tal repetir este viaje 305 veces más? Imagínate los gastos de gasolina. Ese es el diámetro del Sol: aproximadamente 1 392 082 km. Comparado con nuestra Tierra, el Sol es inimaginablemente grande. Entonces, ¿qué nos sucedería si nos volviéramos de su tamaño? Hay cuatro escenarios posibles, dependiendo de lo que queramos decir con “el tamaño del Sol”.

Escenario uno. La Tierra se vuelve tan grande como el Sol, pero su masa sigue siendo la misma. Un planeta colosal con la masa de una diminuta Tierra... Primero, di “adiós” a la gravedad. Cuanto más masivo es el planeta, más fuerte es su gravedad, y viceversa. Un planeta tan liviano simplemente no podría atraer nada hacia sí mismo. La gravedad crea todas las sustancias pesadas. Todo, desde guijarros hasta continentes enteros, se sostiene gracias a ella... Creo que ya has adivinado lo que pasaría si dejara de existir. Todos nos convertiríamos en partículas de polvo. Sí, la Tierra simplemente se volvería una nube de polvo. Ah, y para echar más leña al fuego, la gravedad de otros planetas nos “estiraría” hacia los lados, sin dejar ninguna posibilidad de juntar nuestro planeta nuevamente. Este escenario no se ve muy bien, ¿verdad?

Por cierto, incluso si la Tierra de alguna manera siguiera siendo un planeta, la vida no podría haberse originado en ella en estas condiciones. Habría habido una distancia considerable entre el centro de la Tierra y su superficie. Y recuerda: la masa del planeta es mínima, así que... no hay gravedad. Simplemente no sería capaz de contener la atmósfera, y sin ella los organismos vivos no pueden desarrollarse. Pero no es como si importara, la Tierra ahora es una nube de todos modos. Entonces, ahora esta nube, que pesa unas 10 veces más que Júpiter, se está comprimiendo en el espacio... como resultado, colapsa y se convierte en una estrella. ¡Di “hola” al nuevo Sol!

Escenario dos. Esto funciona como un escenario separado y como resultado del anterior. La Tierra se vuelve tan grande como el Sol y adquiere su masa. ¡Ahora tenemos dos soles! Nos convertimos en un llamado sistema estelar binario. Ya sabes lo que eso significa: ¡es hora de destruir todo nuestro sistema solar! Imagina tener dos centros de masa en un solo sistema. Las órbitas de los planetas se vuelven inestables, perturbadas por un cambio tan repentino. Una vez que se acercan a nuestra exTierra, colapsan inmediatamente, ya sea por las fuerzas de las mareas o por el impacto con nosotros. Sí, incluso los gigantes gaseosos (te hablo a ti, Júpiter).

¿Sabes quién sobrevive y finalmente se venga de nosotros? Plutón. Probablemente sería el último explaneta restante en todo el sistema. Está demasiado lejos para notar estos cambios, excepto por un aumento en la masa del centro del sistema. Así que la órbita de Plutón se acerca a nuestro sistema de dos estrellas, y eso es todo. La Tierra y el Sol tendrían que aceptar que Plutón será ahora su único amigo. El disco protoplanetario que formó nuestro sistema hace miles de millones de años ya no existe. Así que no se pueden crear más planetas en nuestro sistema. Eso está muy bien, pero ¿qué pasa con la Tierra en sí? ¿Cómo sería la vida? Veamos...

Las noches y los días ahora duran más debido al aumento del tiempo de rotación de la Tierra. Probablemente haya una caída significativa de temperatura en los polos norte y sur. Incluso en nuestro pequeño planeta actual, apenas reciben luz solar. Entonces, si el tamaño de la Tierra aumentara, el área de los polos que reciben la luz solar disminuiría aún más. En una nota positiva, ¡ahora hay mucho más espacio! No más superpoblación: ¡el tamaño del planeta es tan grande que te llevaría años ir de un punto a otro! Sí... Si lo piensas bien, probablemente estaríamos muy solos. Pero bueno, ¿quién sabe? Tal vez los cohetes se convertirían en nuestro principal medio de transporte. Eso sería genial.

Hay muchas áreas vastas e inexploradas que ningún ser humano vio o visitó. Tampoco sabríamos acerca de la existencia de muchas civilizaciones y tribus diferentes. Pasarían los siglos y muchos de nosotros nos iríamos sin haber conocido a personas de otras partes ni haber aprendido nada sobre ellas. ¡Y eso en caso de que siquiera pudiéramos caminar! Nuestros huesos no podrían soportar nuestro peso con una gravedad tan considerable, y nuestro corazón tendría que trabajar el doble para mantenernos con vida. Los pájaros ya no podrían volar... Nada podría, para ser más precisos. Todos los árboles existentes se caerían y los nuevos crecerían muy cerca de la tierra. Como la hierba. Hablando de los árboles, ¿cómo estaría nuestro ecosistema? Bueno, nada bien. Si no apreciamos el medio ambiente en nuestra pequeña Tierra en este momento, imagina lo que sucedería si tuviéramos un espacio tan enorme a nuestra disposición. Incluso asumo que nuestras toneladas de basura habrían superado los suministros interminables de árboles y agua limpia que tendríamos en nuestra nueva casa grande.

Nuestras máquinas y robots tendrían que ser enormes para poder hacer algo. Eso es porque incluso las granjas comunes ahora serían del tamaño de un estado de los EE. UU. También asumo que sería mucho más oscuro de lo que estamos acostumbrados. La Tierra es tan pequeña ahora: ¡imagínate lo que sucedería si nuestro planeta tuviera el tamaño del Sol! Menos luz solar significa que probablemente necesitaríamos uno artificial. Además, las diferencias de temperatura en la superficie del planeta serían enormes... Si te sorprende, probablemente subestimaste el tamaño del Sol. Es casi 110 veces más grande que la Tierra. ¡El ecuador de nuestra nueva Tierra es igual a 35 ecuadores de nuestra Tierra actual! Ah, ¿y recuerdas a Plutón? Bueno, ahora es nuestra única luna. La actual probablemente se habría estrellado contra nosotros mucho tiempo atrás, haciéndonos compartir el destino de los dinosaurios. En ese caso, toda el agua probablemente se evaporaría de nuestro planeta... Como fuera, hay miles de posibilidades malas, pero sigamos adelante y concentrémonos en algo bueno.

Escenario tres. Lo mismo, pero la Tierra conserva su densidad. Ahora bien, este es interesante. Ya no somos un planeta. Somos una estrella. De hecho, ¡nos volvimos incluso más masivos que el Sol! Nuestro planeta ahora tiene una masa solar de 3,9 porque necesitamos equilibrar nuestra baja densidad de alguna manera. En definitiva, sería casi lo mismo que en el escenario dos, pero con consecuencias a largo plazo más interesantes. Dado que nuestra Tierra se volvió 4 veces más masiva que el Sol, habría quemado su combustible más rápido. Luego, evolucionaría. Y dependiendo de la masa de su núcleo, se convertiría en una supernova o simplemente se desprendería de sus capas exteriores para formar una nebulosa planetaria. Si se convirtiera en supernova, el Sol, que estaba tan cerca de nosotros, explotaría. Y ahora solo quedaría nuestra exTierra: una bola solitaria con un diminuto diámetro de 19 km. Seríamos una estrella de neutrones, es decir, una estrella hecha de materia de neutrones degenerada. Esa cosa es ultradensa y gira muy rápido, así que será mejor que te mantengas alejado de ella.

Si la Tierra se convierte en una nebulosa, el Sol recoge todo el polvo y lo añade a su masa. Ahora tenemos un Sol un poco más masivo y una enana blanca. El tiempo pasa y el abuelo Sol vive su vida. Se convierte en una gigante roja después de agotar el hidrógeno de su núcleo. Comienza a expandirse y deja su material, principalmente hidrógeno, en la enana blanca (que somos nosotros). Cuando la materia alcanza temperaturas y presiones lo suficientemente altas, ¡ocurre la fusión nuclear! Nos convertimos en una nova. ¡Yay, somos una estrella otra vez! Una solitaria, ¡pero una estrella al fin y al cabo! ¿Qué pasa después? Verás, una estrella es una batalla de fuerzas opuestas. Una de ellas es la gravedad, que intenta por todos los medios comprimir el plomo en una bola pequeña tanto como sea posible. La segunda es una pila de combustible en el núcleo de la estrella que, mientras se quema, forma toneladas de energía y temperaturas muy altas. Mientras estas fuerzas estén en equilibrio, la estrella vive.

Pero cuando se acaba el combustible de la estrella, se enfría. La presión en su interior cae. ¡Esto significa que la gravedad ha ganado! Presiona la estrella con todas sus fuerzas y, como resultado, la estrella dice “¡Hurra!”. En solo 15 segundos, la luz más brillante que hayas visto en tu vida estalla, y nuestra exTierra se convierte en supernova, dejando atrás una impresionante nebulosa. De todos modos, no te preocupes, en realidad es imposible que un planeta rocoso sea del tamaño del Sol. Solo otras estrellas pueden ser tan grandes. Pero espera. ¿Por qué nuestra Tierra es tan pequeña mientras que los otros planetas son enormes? ¿Siguen creciendo o se detienen en algún momento?

Cuanta más masa agregues; más compresión obtendrás. A medida que los planetas se vuelven más masivos, aumenta la compresión gravitacional. Dejan de crecer cuando su masa alcanza aproximadamente 1,7 veces la de Júpiter o 540 masas de la Tierra. Después de eso, agregar más masa a un planeta lo hará más pequeño porque la compresión se vuelve más fuerte. En otras palabras, nuestro pequeño experimento mental es imposible.

Comentarios

Recibir notificaciones
Aún no hay comentarios. ¡Puedes ser el primero!

Lecturas relacionadas