Miras por la ventana y ves que los árboles se mueven sin control. Los vientos son tan potentes que prácticamente derriban todo lo que hay en la calle. También llueven toneladas de agua sobre ti. Conduces tan rápido como puedes, pero de repente tu carro se detiene. Has oído los términos tifón, ciclón y huracán, pero lo más probable es que no sepas en qué se diferencian. El término científico oficial para los tres es tormenta tropical. Aunque son prácticamente lo mismo y se forman de la misma manera, son diferentes según el lugar donde se produzcan. Los huracanes son los que se forman sobre el océano Atlántico o el océano Pacífico Oriental.
Los huracanes son un problema real para las personas que viven en las costas. Las casas rotas y las evacuaciones no son la mejor manera de comenzar un día, ¿verdad? Peor aún es tener que sobrevivir a muchos de estos fenómenos naturales a lo largo de los años. Pero para algunas personas, la risa no solo es la mejor medicina, sino que es también una manera de atravesar tiempos difíciles.
¡Se acabó, es el fin! Estás empacando todo lo que entre en tus maletas: comida, ropa, limpieza personal. Detrás de ti, las noticias llenan la pantalla de alertas. Miras el reloj, llegó la hora. Ni siquiera terminaste de empacar.
La Estatua de la Libertad no siempre fue del verde icónico que conocemos hoy. Originalmente, tenía una piel de cobre sobre un armazón de hierro, lo que le daba un color bronce brillante. Con el paso de los años, el cobre comenzó a oxidarse y a formar una capa protectora llamada pátina, lo que le dio un tono verde brillante. Tardó 30 años en volverse completamente verde.
Guou, algo no anda bien. Todo parece... temblar. Definitivamente no es un terremoto. Y está empeorando. Las nubes parecen moverse más rápido de lo normal, y los animales están frenéticos. Un periodista con tono alarmado aparece en tu televisión: “Buenos días, lamentamos interrumpir su programa. Los científicos acaban de descubrir que la rotación de la Tierra ha estado fluctuando de manera inusual. Un grupo de científicos creen que su rotación está aumentando cada segundo, y no saben por qué”.
¡Es el año 2600 y el programa Nuevas Fronteras ha comenzado al fin! Ya tienes la lista de planetas para los que planificar viviendas, y el primero es Venus. La malvada hermana gemela de la Tierra te recibe con unos refrescantes 427 °C y una hermosa lluvia de ácido sulfúrico. En primer lugar, el calor significa que vivir en la superficie aquí es casi imposible, así que de inmediato pones la futura casa a varias metros bajo tierra. Las paredes, el suelo y el techo deben estar hechos de algún material duradero y resistente al calor, así que los haces de carburo de hafnio. Descubierto en el 2016, resiste temperaturas de más de 3900 °C.
En 1996, una de las tormentas de nieve más fuertes de la historia azotó la costa este de los EE. UU. Recibió el nombre de Blizzard de 1996. Desde el 6 hasta el 8 de enero, cayó una gran cantidad de nieve en el país. La tormenta era tan fuerte que la gente no podía ver nada alrededor excepto un velo blanco. Se formaron enormes ventisqueros. La gente no podía salir de sus casas porque la nieve había cubierto todas las puertas y ventanas. Alguien pasó horas quitando nieve para entrar al auto. Y mientras hacía esto, aparecieron nuevos ventisqueros. Esta se considera una de las principales tormentas invernales del siglo XX. Las escuelas y universidades no funcionaron. Se cerraron tiendas, bibliotecas y cafés.
Si aterrizaras en Mercurio, lo primero que notarías es lo cerca que está del Sol. Se trata del planeta más cercano a la gran bola de fuego, y también es el más pequeño. Pero no es el planeta más caliente. Venus se lleva ese título. La Tierra tarda 365 en darle la vuelta al Sol, y Mercurio necesita menos de 3 meses. Bueno, 88 días para ser exactos. Los días son abrasadores, la temperatura supera los 425 °C. Pero, al otro lado del planeta, donde el Sol no llega, la temperatura cae a −180 °C. La atmósfera de Mercurio no puede conservar el calor por las noches, es como un desierto. Y estos desiertos no tienen atmósfera, lo que explica por qué no tienen humedad, nubes ni lluvia.
Si estás en un avión volando por los aires, puedes pensar que es el objeto más pesado del cielo. Pero esos grandes cúmulos que ves con la forma de tu perro pueden pesar más de un 450.000 kg. Las nubes son solo pequeñas gotas de agua reunidas. No te preocupes; no se derrumbarán en pedazos. Puede parecer que hay infinitas estrellas en la galaxia de la Vía Láctea, pero los expertos de la NASA están convencidos de que hay potencialmente de 100 a 400 mil millones de estrellas allí.Hay alrededor de 3 billones de árboles en el mundo y alrededor de 400.000 especies de plantas. De todas esas plantas, entre 80 000 y 300 000 son comestibles. Pero solo unas 200 de esas plantas llegan a diferentes cocinas. Si estás de pie en Alaska, puedes esperar que Hawái se acerque lentamente a ti. Puede que no lo sientas, pero las placas tectónicas siempre se mueven al mismo ritmo que el crecimiento de tus uñas. Hawaii se mueve 7.5 cm cada año, porque la Placa del Pacífico siempre está empujando hacia el norte.Las abejas zumban con cuatro alas en lugar de dos. Las dos alas que normalmente ves se convierten en una sola cuando vuelan. Pero cuando aterrizan y se relajan, se desenganchan de nuevo y vuelven a ser cuatro alas. Incluso tienen una red de cadena invisible por donde vuelan para ir de flor en flor. Las abejas pueden volar más alto que el monte Everest, que tiene casi 9 000 metros de altura.
La isla Fraser se encuentra frente a la costa de la soleada Queensland, Australia. Pero no te dejes engañar por su belleza; es el hogar de la playa más peligrosa del mundo. No hay ningún lugar en la isla donde buscar atención médica. Entonces, si te pasa algo, estarás solo.Los ataques de dingos son muy comunes aquí. Si no sabes qué es un dingo, parece un perro adorable, pero ten cuidado; esta raza salvaje es extremadamente peligrosa. Y la mordida del dingo no es lo único a lo que hay que temer; en las aguas alrededor de la isla nadan grandes tiburones blancos. También hay medusas en el agua. La isla Fraser es el hogar de algunos de los tipos más peligrosos del mundo, incluido la carabela portuguesa. Una picadura de sus tentáculos venenosos es suficiente para derribar a un humano adulto.Incluso si logras evitar a esas criaturas en la isla, el mar en sí es peligroso. Las aguas son increíblemente agitadas y tienen fuertes corrientes de resaca. Se trata de fuertes corrientes que te alejarán de la orilla. Y recuerda, no hay salvavidas para acudir a tu rescate si te metes en problemas. Incluso la arena es peligrosa. Los vuelcos de autos en las espesas dunas pasan todo el tiempo. Definitivamente es mejor cambiar tu auto por un buggy. Los viajeros también suelen bucear en las dunas que hay directamente bajo los los lagos. Pero estos son increíblemente poco profundos, lo que no es muy seguro.
¡Hola! ¿Los camaleones solo cambian de color para camuflarse? No. De hecho, pueden cambiar de color para reflejar su estado de ánimo. Los machos se vuelven de un tono llamativo para mostrar su dominio, y se vuelven más oscuros cuando se ponen agresivos. Los camaleones también cambian de color para adaptarse a diferentes temperaturas. Un camaleón frío se oscurecerá para absorber más calor, mientras que uno caliente se volverá pálido para reflejar los rayos del sol.
Esta estrella se encuentra en su fase T Tauri. Está rodeada por un disco gigante con forma de rosquilla de aros de polvo y gas. La mayor parte del material del disco vuelve a caer sobre la estrella. Pero algunas partículas de polvo chocan entre sí. Si la colisión es relativamente suave, se agrupan en objetos mucho más grandes. Al principio, estos objetos no son más grandes que el ancho de un mechón de cabello humano. Con el tiempo, las acumulaciones de polvo se convierten en pequeñas rocas. Estas se convierten en rocas más grandes. El gas ayuda a que estas rocas se mantengan juntas. Y mientras algunos de los objetos más grandes se rompen, la mayoría de ellos se convierten en los bloques de construcción de futuros planetas: “planetesimales”. Mientras orbitan la estrella, los planetesimales limpian todo el material de su camino. Todo lo que queda atrás es solo un poco de polvo fino.Miles de millones de años después, el disco que rodea a la estrella se transforma por completo. Ahora es más frío y está más lejos del calor de su estrella madre. El agua que contiene puede finalmente congelarse. Y diminutas partículas de hielo ahora viajan alrededor de la estrella junto con el polvo. Con el tiempo, forman “bolas de nieve” que luego se convierten en núcleos planetarios gigantes. Y dado que estas regiones del espacio son más frías, las moléculas de gas allí se ralentizan y son atraídas hacia este núcleo. Los astrónomos creen que así es como se forman los gigantes gaseosos, como Júpiter, Saturno, Urano o Neptuno. Curiosamente, Júpiter y Saturno fueron los primeros planetas en formarse en el Sistema Solar. Les tomó apenas 10 millones de años más o menos. Más cerca de la estrella, comienzan a aparecer otros planetas. Esos son planetas rocosos, como Mercurio, Venus, la Tierra y Marte. Dichos cuerpos espaciales pueden tardar decenas de millones de años en formarse después del nacimiento de su estrella.Una vez que los planetas comienzan a orbitar alrededor de su estrella, se lo denomina sistema planetario. Este sistema puede estar formado por uno o varios planetas e incluir satélites naturales, asteroides, planetas enanos, meteoroides y cometas. El Sol y los ocho planetas que lo orbitan se conocen como el Sistema Solar. El planeta más cercano al Sol es Mercurio. El lugar se parece extrañamente a la Luna, el satélite natural de la Tierra. Pero de cerca, queda claro que es solo una ilusión. Mercurio es uno de los cuatro planetas rocosos del Sistema Solar. Tiene una superficie sólida. Por todas partes, hay cráteres creados por rocas espaciales. Mercurio es el más pequeño de los 4 planetas interiores. Solo tiene 4800 km en su ecuador.
¿Te has preguntado alguna vez por qué la Tierra no posee anillos? Los gigantes gaseosos Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno los tienen, pero los planetas rocosos Mercurio, Venus, la Tierra y Marte no. Dos teorías describen cómo se desarrollaron potencialmente los anillos planetarios. La primera dice que estos pueden haberse formado a partir de restos que datan de la época de formación de un determinado planeta. O, como dice la segunda, podrían ser los restos de una luna que se destruyó en una colisión o se rompió por la atracción gravitatoria de su planeta madre. Los científicos aún no saben por qué los gigantes gaseosos tienen anillos, pero creen que podría ser porque se formaron en el sistema solar exterior. Los planetas rocosos se formaron en la zona interior de nuestro sistema solar, así que estaban más protegidos de posibles impactos y colisiones que podrían haber formado anillos a su alrededor. O la razón es que los planetas más grandes tienen un mayor volumen que permite que un anillo planetario se mantenga estable.
Todos conocemos los fenómenos climáticos, como la lluvia, que se genera por procesos naturales cuando el agua evaporada por el sol cae a la tierra por la gravedad, o al menos, eso creemos. Pero en otros cuerpos celestes, los fenómenos climáticos se producen de manera diferente y por eso se ven radicalmente distintos. Si viviéramos en el espacio podríamos bailar bajo la lluvia, pero de diamantes, y sobrecogernos con huracanes tan grandes que avergüenzan el tamaño de los nuestros.
Cuando pensamos en el cambio climático solemos quedarnos en los efectos más catastróficos: tsunamis, huracanes, incendios forestales, inundaciones de dimensiones bíblicas, entre otros. Sin embargo, hay muchas más consecuencias que también repercutirán en nuestra vida de un modo negativo, como el deshielo de los polos o la reducción de la producción agrícola. Pero ¿eso es todo? No, un nuevo estudio realizó un descubrimiento que podría convertirse en una nueva preocupación.
El cambio climático está convirtiendo al mundo en un sitio cada vez más incómodo. Como consecuencia del descuido o la codicia de los humanos, surgen situaciones que nos obligan a estar preparados. Inundaciones, olas de frío polar, olas de calor insoportables, tornados, huracanes, incendios forestales, sismos..., nos obligan tomar precauciones con las que antes no contábamos. No se trata de alarmarse, pero siempre es bueno estar alerta para enfrentar un imponderable.
Durante mucho tiempo se creyó que los sismos, terremotos, huracanes y tormentas eran causados por la ira de los dioses. Sin embargo, con el correr de los años se descubrió que nada tenía relación con algún ser divino, si no que se trataba de poderosos fenómenos naturales. Aunque no podemos controlar todas estas manifestaciones de la naturaleza, ella misma nos da señales que pueden salvarnos la vida, tanto a nosotros como a nuestra familia.
Los huracanes son sinónimo de vientos fuertes, personas haciendo largas filas para aprovisionarse, ventanas tapadas y destrucción. Sin embargo, en medio de ese caos, también surgen historias positivas, y la de Chella Phillips es una que merece ser contada. Durante el reciente paso del huracán Dorian por las Bahamas, esta mujer abrió su casa para refugiar a 97 perros abandonados.
Todos los días se hacen cientos de descubrimientos científicos, y nuestras ideas sobre el mundo cambian literalmente ante nuestros ojos. Incluso si te graduaste de la escuela hace una docena de años y fuiste un estudiante sobresaliente, no significa que hoy hubieras aprobado todos los exámenes a la perfección. ¿Quién hubiera pensado que el Gran Cañón no es tan grande y que la estrella polar no es la más brillante? ¿Crees que podrías aprobar las materias en la actualidad?
Hay áreas particulares en el mundo llamadas áreas propensas a huracanes, como las zonas costeras. En estos lugares, hay una temporada en la que es más probable que ocurran huracanes: en México, es desde junio hasta octubre, más o menos. ¡Las personas que viven allí están tan familiarizados con el tema que para ellos ya es normal ver cómo los huracanes se convierten en tornados! Pero si no eres de un área propensa a huracanes, necesitarás saber cómo sobrevivir a uno.
Albert Einstein dijo alguna vez: “Lo importante es no dejar de cuestionar. La curiosidad tiene su propia razón de existir”. Entonces, ¿qué hay que hacer con aquellas preguntas que parecen demasiado extrañas como para ser formuladas, pero que nos quitan el sueño dándonos vueltas en la cabeza? ¡Aquí seguramente encontrarás las respuestas a las más interesantes! ¡No tienes que agradecerlo!