5 Cosas que pueden pasar si te vas a dormir enojado

hace 3 años

Llevar la ira a la cama es una de las cosas más dañinas que podemos hacer. Cuando estamos despiertos, tenemos la oportunidad de procesar las emociones negativas y dejarlas ir. Pero a medida que llega la hora de dormir, los sentimientos de inquietud pueden crecer, e incluso un pequeño inconveniente puede convertirse en un verdadero drama shakespeariano.

En Genial.guru investigamos cómo la ira a la hora de dormir puede afectar nuestro sueño, y esperamos arrojar algo de luz al respecto.

1. La ira arruina tu sueño

Se sabe que el estrés y los sentimientos turbios desencadenan una respuesta de lucha o huida que te pone físicamente alerta. En estas circunstancias, conciliar el sueño y permanecer dormido puede volverse mucho más difícil.

Además, también se ha demostrado que la interrupción del sueño puede generar todavía más ira. Es probable que te despiertes agotado en lugar de descansado. En este caso, el enojo conduce a un mal sueño, y un mal sueño conduce a más enojo, formando un ciclo maldito en el que nadie quiere quedar atrapado.

2. La ira es peligrosa para tu salud

Científicos ya han determinado que la calidad del sueño influye en la salud general. Normalmente, dormir actúa como “terapia nocturna”, estabilizándonos para que podamos afrontar mejor nuestros sentimientos al día siguiente. Pero la ira intensa puede poner en peligro este proceso. Las emociones negativas liberan hormonas del estrés, lo que no solo te hace más irritable, sino que también puede conducir a muchos síntomas preocupantes.

A la larga, esto puede provocar insomnio, sueño intermitente y pesadillas o, en el peor de los casos, problemas de salud mental, como depresión.

3. Es más difícil olvidar los sentimientos negativos después de dormir

Investigadores han afirmado que somos menos capaces de reprimir una experiencia negativa después de dormir que antes. El sueño magnifica las emociones, los pensamientos y los problemas. Cuando dormimos, nuestro cerebro procesa nueva información y la almacena en nuestra memoria a corto y largo plazo. Durante el sueño, la ira entra en nuestra memoria a largo plazo, lo que puede tener un efecto duradero.

Una mala experiencia se reduce en gran medida si permanecemos despiertos después de ella, mientras que el sueño “protege” las reacciones emocionales negativas. Cuando los malos sentimientos se solidifiquen en tu memoria, será mucho más difícil reprimirlos en el futuro.

4. La ira mata la sinceridad

Se sabe que la noche es un momento pico para la intimidad. Ir a la cama en un estado perturbado no solo arruina el estado de ánimo, sino que también establece un patrón tóxico. Al final, comienzas a asociar la hora de dormir con la ira en lugar de la comodidad y la conexión con tu pareja. Y si esto se repite con regularidad, puede convertirse en resentimiento y eventualmente destruir la relación.

5. Envía un mensaje negativo a tu pareja

Si en medio de una discusión decides simplemente darte la vuelta y cubrirte con la manta, estarás “enviando” un mensaje de que valoras más ganar en un conflicto que mantener una relación sana con la persona con la que estás discutiendo. Puede que no lo hagas a propósito, pero es así como podría interpretarlo la otra persona. La forma en que manejas los desacuerdos puede fortalecer o romper tus relaciones.

¿Cómo te sientes normalmente por la mañana si te vas a dormir con el corazón pesado?

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