10 Cosas que es mejor no hacer en la cama

Hogar
hace 2 años

Muchas veces, subestimamos lo importante que es un sueño reparador para levantarnos con energía al día siguiente. Y hasta podemos llegar a no ser conscientes de los errores que nos han impedido descansar pacíficamente durante años, ya que podemos verlos como algo que forma parte de nuestra rutina. Por eso mismo, no los cuestionamos ni cambiamos.

1. Dormir en una mala postura

La postura a la hora de dormir tiene un gran impacto, mayor al que puedes imaginar, en tu bienestar: puede llevarte a experimentar agotamiento de un día y hacerte despertar con dolor. La mala higiene del sueño puede prohibirte la movilidad, causarte lesiones e incluso disminuir la salud de tu columna, lo que puede contribuir a una gran cantidad de problemas de tu sistema inmunológico y de salud.

A pesar de que no existe una posición perfecta para dormir que se adapte a todos, principalmente tienes que hacerlo de una manera que tu cuerpo se mantenga apoyado lo más neutral posible, como boca arriba.

2. Trabajar en tu cama

Sí, lo sabemos. A muchos puede parecerles una locura el hecho de trabajar desde la cama; sin embargo, con la evolución que la humanidad ha experimentado en los últimos años, es posible, aunque no recomendable. Hacer esto implica llevar el empleo a la cama, tanto en sentido literal como figurado, ya que, si trabajas todo el día acostado, es probable que continúes pensando en el trabajo incluso después de terminar tus tareas y que te resulte difícil “apagarlo” cuando estés preparándote para dormir.

Esto no quiere decir que trabajar desde casa sea malo, sino que es importante tener un espacio destinado al empleo para llevar a cabo nuestras tareas sin confundir a nuestro cerebro.

3. Dormir con tus mascotas

Dormir con tu mascota puede parecer una experiencia bonita, ya que compartes tu espacio con alguien a quien amas. Sin embargo, más allá del ámbito de la salud (por las alergias), no se recomienda hacer esto, ya que tendrás una calidad de sueño inferior que si duermes sin un animal. Esto por la necesidad de adaptarte a los movimientos, sonidos y temperaturas de los demás seres que te rodean.

A pesar de que muchos pueden llegar a adaptarse, si no sucede así, es mejor considerar otras opciones, como acostumbrar a la mascota a dormir en su propia cama.

4. No tener colchón o ropa adecuados

¿Cuánto hace que no cambias las almohadas o el colchón? Seguro es algo que no habías considerado, pero que forma parte de los factores que pueden afectar la calidad del sueño. Esto porque cambiar el colchón cada que se requiere evita lesiones en la columna vertebral y todo tipo de trastornos del sueño, como el insomnio. A su vez, la ropa de cama y la pijama deben adecuarse a la época del año y ser cómodas.

Aplicando estos cambios, te sentirás mejor y podrás conciliar el sueño más rápido, además de que habrá menos probabilidades de que te despiertes en medio de la noche.

5. Tener un reloj a la vista

Voltear a ver el reloj es algo que seguramente realizas de manera involuntaria. Sin embargo, no deberías hacerlo, porque, al tener insomnio, puedes preocuparte demasiado por no estar durmiendo lo suficiente y hasta sentir la necesidad de calcular cuánto tiempo puedes dormir antes de que suene la alarma. Esto claramente solo ejerce más presión y aumenta la ansiedad.

Se recomienda que si sientes que has estado acostado en la cama durante mucho tiempo, te levantes y vayas a otra habitación hasta que vuelvas a sentirte cansado. Además, no es necesario que controles el horario todo el tiempo.

6. Comer en la cama

Más allá de la higiene, se desaconseja comer en la misma cama en la que duermes, porque puede afectar tu sueño. Si realizas actividades como mirar la televisión o comer mientras estás sentado en la cama, engañas a tu mente haciéndole creer que ese no es un lugar para un sueño tranquilo e ininterrumpido.

Quizá la única excepción en términos de comida sea el hecho de desayunar en tu cama, porque luego de esto probablemente no dormirás, sino que te levantarás. No obstante, lo mejor es no convertirlo en un hábito.

7. Mirar la televisión o usar el teléfono celular

La luz azul emitida por la pantalla de tu teléfono celular retrasa la producción de la hormona reguladora de los ciclos de sueño. El cerebro está alerta y recibe todo tipo de estímulos, por lo que cree que debe seguir despierto. Es por eso por lo que se desaconseja quedarse con la tableta, la computadora, la televisión o el móvil hasta el último instante antes de ir a dormir.

Es mejor “desintoxicarse” un tiempo antes de acostarse a dormir u optar por otras actividades, por ejemplo, la lectura.

8. Acostarte mucho tiempo antes de dormir

Muchos piensan que simplemente deben obligarse a dormir y cerrar los ojos hasta que eso suceda, pero esto no causa más que el efecto contrario, ya que pasar horas atrapado en lo mismo y no poder relajarse lo suficiente puede generar frustración y estrés, justo lo que el cuerpo no necesita.

Reducir al mínimo el tiempo que pasas despierto en la cama permite al cerebro aprender a asociar la cama con dormir. A veces, la gente piensa que vale la pena acostarse por la noche, aunque no tenga sueño, porque de todas maneras descansa un poco. Sin embargo, eso hace que el cerebro establezca una asociación entre estar en la cama por la noche y estar despierto. Si te acuestas y no puedes conciliar el sueño en cuestión de 15 o 20 minutos, levántate y ve a otro cuarto (mantén el entorno en silencio y con luz baja) hasta que te sientas adormilado.

9. ¡Cinco minutos más!

El problema de posponer el despertador es que el sueño fragmentado que genera no solo no tiene ningún beneficio. En realidad, también puede afectar el resto de tu día, ya que te hará sentir mucho más cansado. Además, puede perjudicar otras áreas, como tu metabolismo, niveles de energía y más.

Por esto, lo mejor es programar la alarma a una hora realista, para así ir creando la rutina de dejar de posponerla porque aún tienes tiempo de “dormir más”.

10. Tender tu cama inmediatamente después de levantarte

Tender la cama inmediatamente después de despertar no es recomendable, ya que, al hacerlo, ácaros y algunas otras bacterias dañinas para nuestra salud pueden comenzar a reproducirse a una mayor velocidad en la ropa de cama. Esto sucede principalmente por las condiciones perfectas de humedad ocasionadas por el contacto entre nuestra piel (porque sudamos durante la noche) y las sábanas.

Se recomienda esperar al menos una hora después de levantarse antes de tender la cama, para que las sábanas se ventilen.

¿Qué mal hábito tienes cada noche antes de dormir? ¿Qué te gustaría modificar para que tu sueño sea más reparador?

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