10+ Accesorios en los que gastamos dinero, pero que solo estropean la imagen

A la hora de cocinar hay pequeños errores que podríamos estar cometiendo, desde detalles en la higiene hasta cómo cocemos nuestra comida. Tal vez, con la prisa del día a día, o porque somos principiantes, no lo notamos, pero de hacerlo y corregirlos lograríamos preparaciones aún más deliciosas.
Si se trata de verduras como las calabacitas, la zanahoria u otras de este tipo suave que no requieren tanto tiempo de cocción, lo mejor es primero hervir el agua y posteriormente agregar las verduras. Sin embargo, en el caso de las papas, debido a que contienen almidón y tardan más en estar suaves, sí se recomienda añadirlas cuando el agua aún está fría.
Para evitar intoxicaciones alimentarias debido a bacterias que pueden quedarse en las tablas para cortar es importante lavarlas correctamente entre cada alimento, ya que siempre se debe usar una limpia, sobre todo cuando hemos cortado carne.
El agua de más en las verduras hará que en lugar de que estas queden con la consistencia de haberlas salteado, se cocinen. Por lo que antes de pasarlas al sartén, lo mejor será secarlas un poco con una toalla de papel o dejarlas reposar a temperatura ambiente.
En muchos casos tomamos los ingredientes de la receta y le damos una leída rápida porque se trata de algo simple de realizar. Sin embargo, puede ser que dentro de esta se encuentre la manera adecuada de, por ejemplo, picar la cebolla, o que indique qué agregar primero en el sartén. Por ello vale la pena leerla con atención y hasta el final.
Servir directamente la comida del fuego al plato no es la mejor idea, sobre todo cuando se trata de carnes. En este caso es debido a que los cortes necesitan que los jugos, que le darán sabor, se reabsorban por las fibras de la carne. Si no se realiza el reposo se perderá este líquido de sazón.
Se trata de algo simple que en alguna ocasión podría parecernos poco relevante. Pero sin duda, para mantener la higiene y evitar incidentes de cabello en nuestros platillos, lo mejor es mantenerlo bien recogido en un chongo o en una cola de caballo.
Es mejor retirarlos para evitar que se nos caigan mientras estamos cocinando y manipulando ingredientes como mantequilla o aceite, así como para que no sean un agente de suciedad que pueda pasarse a nuestros platillos o ingredientes.
Este consejo aplica cuando queremos que nuestra comida, como el pollo, alguna otra carne e incluso una tortilla, quede bien cocido, crujiente o dorado. Esto debido a que al darle vuelta demasiadas veces no le daremos el tiempo necesario para conseguir estos tipos de cocción.
Se trata de una medida de seguridad alimentaria para evitar la contaminación cruzada, la cual ocurre cuando los jugos de alimentos crudos entran en contacto con alimentos que se cocinaron o con otros que no es necesario cocinar, como frutas o verduras. Algunos de los líquidos de carnes o mariscos podrían contener bacterias dañinas que terminarían esparciéndose por todos tus alimentos.
Dependiendo el tipo de cocción e incluso de alimento que queramos realizar, hay aceites que son más recomendables que otros, por ejemplo, el aceite de oliva puedes usarlo para hornear, saltear o para realizar aderezos en frío, mientras que el aceite de aguacate tiene un punto de humo aproximado de
271 °C, por lo que es perfecto para cocinar a fuego alto. Así que si lo que buscas es freír algo, esta sería la opción.
¿Qué consejo de cocina podrías compartir que consideras que la mayoría pasamos por alto?