10+ Historias inspiradoras de habitantes de la calle que prueban que todos merecemos una segunda oportunidad

Gente
hace 4 años

Las razones que llevan a una persona a abandonar su hogar y terminar viviendo en la calle son varias: consumo de drogas, alcoholismo, problemas familiares, entre otros. En cualquier caso, la reintegración social no suele ser una tarea sencilla. Requiere fuerza de voluntad, amor y, a menudo, una gran dosis de apoyo y buena voluntad de familiares y amigos. Cualquiera que haya abandonado las calles conoce bien cómo es este proceso.

Genial.guru preparó para ti una selección de historias hermosas y curiosas sobre habitantes de la calle que muestran cómo la solidaridad puede ayudar a cambiar la realidad y el futuro de las personas necesitadas.

1. Úrsula se ganó un día de princesa

Úrsula, mejor conocida como “Maravilhosa”, es una persona transexual que vive en las calles de Porto Velho, Brasil, y tuvo gran éxito al participar en un desfile en directo durante una transmisión de la cadena de televisión Allamanda, afiliada a SBT. Este desfile tuvo tal repercusión, que el maquillador Alisson Motta le ofreció realizarle un maquillaje y peinado de princesa. Él habló sobre las dificultades que enfrentaba Úrsula por pertenecer a la comunidad LGBT+ y, además, por ser una habitante de la calle.

2. João encontró una nueva vida gracias al crochet

João Marcos Ribeiro Santos tiene 28 años. Escapó de su casa a los 12, cuando su madre falleció, y vivió durante mucho tiempo en las calles de Curitiba. Como habitante de la calle, recibía algunas donaciones, y entre ellas encontró el estambre de esperanza que lo salvaría de su dura vida. John comenzó a tejer piezas con el ganchillo y a venderlas, e inclusive se gana la vida de esa forma en la actualidad. Gracias a su arte logró salir de las calles y valerse por sí mismo. Su sueño es abrir una pequeña tienda para vender sus artesanías.

3. Un habitante de la calle que se transformó en una estrella de YouTube

Fábio Barrionuevo vive en las calles de Guaxupé, Brasil, desde hace aproximadamente 3 años, y es muy querido en la ciudad. Por esta razón, la empresaria Jessyka Bueno le pidió que hiciera un video para promocionar su tienda en las redes sociales. El trabajo fue tan exitoso que la empresaria lo contrató. Otros comerciantes le donan comida e incluso servicios, como cortes de cabello. El objetivo es ayudarlo a salir de las calles.

4. Un hombre que cambió su aspecto y encontró a sus hermanos

Desde 2016, Carlos Augusto Lima de Souza vive en las calles de São Paulo, y subsiste recolectando materiales reciclables. En una entrevista contó que su gran sueño era volver a ver a su familia, la cual vivía en Barueri, y una cadena de televisión consiguió organizar un reencuentro. Carlos se cortó el pelo y la barba, se puso una bonita chaqueta y fue a visitar a sus hermanos. Ahora quiere cambiar su vida.

5. Daniel obtuvo una entrada para ver al equipo que ama

El reciclador Daniel Neves aprovechó el partido de Internacional contra Palestino de Chile en el marco de la Copa Libertadores de América para recolectar los desechos reciclables que los fanáticos dejarían. Simpatizante del equipo colorado de Porto Alegre, se caracterizó como la mascota del Inter, un sací. Lo que no se imaginaba era que un fanático le ofrecería una entrada para disfrutar por primera vez de un juego de su equipo dentro del estadio. Por supuesto, este fue uno de los momentos más emocionantes de la vida de Daniel.

6. Un artista que pinta cuadros para sobrevivir

Gerson Flores es un artista que ha vivido en las calles de Belo Horizonte durante más de dos décadas. Allí vende sus cuadros para poder mantenerse y alimentar a su mascota, Pitoco. Dice que la vida en la calle es muy difícil: “La gente no me ve, pero ve mis cuadros”. Sin embargo, Gerson no se desanima. Depende de la solidaridad de las personas que le donan lienzos y pinturas para continuar con su trabajo.

7. De habitante de la calle a maquillador exitoso

Anderson abandonó su casa debido a su adicción a las drogas, y terminó en la calle. Soñaba con ser maquillador, y, un día, mientras revisaba en la basura, encontró un estuche de maquillaje. Allí, en la calle, Anderson comenzó a maquillarse. Emocionado con su nuevo pasatiempo, le pidió a su madre que le permitiera volver a casa. Quería dedicarse a eso, y estaba dispuesto a dejar la drogadicción por su nueva pasión. Fue entonces cuando se le ocurrió la idea de grabar tutoriales. Hoy es un youtuber ampliamente reconocido por su talento, y tiene más de 8 000 seguidores.

8. De las calles a los estudios de televisión

Erlan Bastos es de Bahía, y se ganaba la vida como recolector de latas de cerveza. Cuando sus padres se quedaron sin trabajo, él se mudó a São Paulo para intentar tener una vida mejor. Vivió en las calles de la ciudad durante seis meses, hasta que comenzó a producir videos para su canal de YouTube. Gracias al éxito de sus producciones, Erlan fue invitado a participar del programa “Vida de Artista”, en Rede Meio Norte, Piauí.

9. El habitante de la calle que vende libros

José Marcos de Souza tiene 55 años, y, desde hace 3 años, vive en las calles de la playa de Flamengo, en Río de Janeiro. Dice que vivía con una hermana en la ciudad de Niterói, pero que debido a un desacuerdo familiar se fue y nunca más regresó. Hoy, José se despierta al amanecer, enrolla su colchoneta de ejercicios, almacena sus pertenencias y organiza su taburete, en donde recibe donaciones y vende libros de segunda mano.

10. Cleiton cambió su aspecto y se volvió irreconocible

Cleiton lleva un tiempo viviendo en la calle, pero no le gusta hablar de eso. El peluquero profesional y youtuber Henrique Lopes, dueño del canal “Tapa na cara”, se le acercó y le ofreció un día de belleza. Mientras recibía un “cambio extremo”, Cleiton le contó que había viajado a Belo Horizonte, que se quedó sin dinero para pagar un hotel, comenzó a dormir en la calle y terminó quedándose allí.

11. Sebastião ganó una casa en un sorteo y logró salir de las calles

Sebastião Luiz da Silva tiene 39 años, y llevaba 20 viviendo en las calles de Río de Janeiro. Se mantenía trabajando como vendedor de dulces. Sin embargo, conoció a la trabajadora social Patricia Santana, quien lo ayudó a sacar los documentos necesarios para inscribirse en un sorteo en el que, si ganaba, recibiría un apartamento en la zona oeste de la ciudad. Actualmente trabaja como portero y posee su propio espacio para vivir.

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Nadie merece estar en la calle, espero que estas personas acaben teniendo una vida mejor

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