10 Recetas de aderezos caseros que no se cortan y puedes tener listos en menos de 30 minutos

Cocina
hace 8 horas

¿Seguiste paso a paso la receta tal como la viste en TikTok, pero tu aderezo se cortó y no quedó como el de la señora del video? Tranquila, que no cunda el pánico. Cuando una salsa se corta, generalmente es porque algo falló en la emulsión. Por suerte, llegaste al artículo indicado: aquí te compartimos 10 aderezos prácticos, deliciosos y fáciles de preparar.

Antes de comenzar, hablemos de las emulsiones

Primero que todo, una buena salsa comienza con una buena emulsión, que en pocas palabras es la unión entre dos o más líquidos que, de forma natural, no se mezclarían. Un ejemplo clásico es el vinagre y el aceite, la base de una vinagreta. Con esto en cuenta, considera que para cualquier aderezo necesitas considerar tres cosas: el aceite, el ácido y el emulsificante.

  • Aceite: Es la base de la mayoría de los aderezos, ya que aporta cuerpo, suavidad y esa agradable sensación aterciopelada en boca. Los más utilizados en salsas y aderezos son el de oliva, girasol, sésamo, maíz y coco.
  • Ácido: Este ingrediente aporta esa nota alta que equilibra y realza el sabor del aderezo. Puede presentarse en forma de vinagre o jugo. Por ejemplo, el vinagre de manzana ofrece una acidez frutal y brillante, mientras que el balsámico añade dulzura y profundidad. También los jugos cítricos como el de limón, lima o naranja son excelentes opciones, ya que aportan frescura natural.
  • Emulsificante: Este componente es clave para que el aceite y el ácido no se separen. Ingredientes como la mostaza o la yema de huevo actúan como puentes entre ambos, ayudando a mantener la mezcla unida con una textura sedosa.

Cabe destacar que tanto los aceites como los emulsificantes pueden ser de origen vegetal o animal. Las opciones son tan variadas como la creatividad de quien prepare las salsas y aderezos. A continuación, te presentamos recetas prácticas, con pocos ingredientes, que puedes empezar a preparar en cuanto termines de leer este artículo.

1. Pesto

El pesto tiene el poder de elevar cualquier plato salado a niveles de exquisitez difíciles de describir. Basta con un bocado de una simple rodaja de pan con pesto para transportarte directo a las costas del Mediterráneo. ¿Y lo mejor? Su preparación es súper sencilla.

Solo necesitas una licuadora tradicional, de inmersión o un procesador de alimentos y estos ingredientes:

  • 2 tazas de hojas de albahaca fresca
  • 2 cucharadas de nueces, piñones, maní o anacardos (también conocidos como merey, marañón o nuez de la India)
  • ½ taza (o 50 gramos) de queso parmesano
  • ½ taza de aceite de oliva extra virgen
  • 1 diente de ajo pequeño
  • sal y pimienta al gusto

Procésalo todo hasta que los ingredientes se integren bien. Puedes dejarlo con una textura suave o más rústica, para que se noten los trocitos de queso, albahaca y frutos secos. Si prefieres una consistencia más cremosa, agrega un poco más de aceite y licúa por más tiempo.

2. Mostaza miel

Mostaza y miel... ¿qué podría salir mal? ¡Absolutamente nada! Este aderezo va bien con lo que sea: una hamburguesa jugosa, una ensalada fresca, un pedazo de pollo o incluso una tostada. Es una combinación tan rica que le hace la boca agua a cualquiera.

¿Y lo mejor? Prepararlo es facilísimo. Solo necesitas mezclar bien estos cinco ingredientes:

  • 2 cucharadas de mostaza Dijon
  • 2 cucharadas de aceite de oliva extra virgen
  • 2 cucharadas de zumo de limón (también puedes usar vinagre de sidra)
  • 1 cucharada de miel
  • 1 diente de ajo pequeño, finamente picado
  • sal marina y pimienta al gusto

¡Y listo! En menos de cinco minutos tienes un aderezo sabroso, versátil y perfecto para levantar cualquier platillo.

3. Aderezo César

¿Te encanta la ensalada César, pero ese aderezo de botella o en polvo nunca te convencen del todo? Con esta receta súper fácil, vas a lograr un aderezo cremoso, sabroso y con ese toque especial que dejará a tus comensales convencidos de que eres la reina de la ensalada César. Para hacerla necesitarás:

  • 1 taza de mayonesa (la base cremosa que le dará textura aterciopelada)
  • 2 dientes de ajo bien picaditos
  • ¼ de taza de aceita de oliva extra virgen
  • 2 cucharaditas de zumo de limón
  • 2 cucharaditas de mostaza Dijon (le da un punch delicioso)
  • 1 cucharadita de salsa Worcestershire (el sabor umami que no sabías que necesitabas)
  • ½ cucharaditas de queso parmesano rallado
  • sal y pimienta al gusto

En un bowl, mezcla la mayonesa, el ajo, la mostaza, el queso rallado, el jugo de limón y la Worcestershire, también conocida como salsa tipo inglesa. Bate todo con energía hasta que quede una mezcla suavecita y sin grumos. Si lo sientes muy espeso, añade un chorrito de agua o de aceite de oliva y sigue batiendo. Prueba y ajusta con sal, pimienta o un poquito más de limón si te gusta más acido.

4. Salsa tártara baja en grasas

La salsa tártara es perfecta para acompañar pescados, papas al horno o hasta sándwiches. Pero si quieres algo más ligero sin sacrificar sabor, esta versión con yogurt griego viene como anillo al dedo. Es cremosa, rica en proteínas y baja en grasas saturadas. Necesitas:

  • ½ taza de yogur griego natural (sin azúcar)
  • 2 a 3 cucharadas de mayonesa (según qué tan cremosa la quieras)
  • 2 cucharadas de cebolla morada o blanca picada finamente
  • 2 cucharadas de pepinillos
  • 1 cucharada de alcaparras, escurridas y picadas (opcional pero recomendadas)
  • 1 diente de ajo pequeño picado o 1 cucharadita de ajo en polvo
  • 1 cucharadita de eneldo fresco picado
  • 1 cucharadita de miel, azúcar o sirope de maple
  • 1 cucharada de jugo de limón fresco (o vinagre suave al gusto)
  • pimienta negra al gusto

Pica fino los pepinillos, alcaparras, cebolla, ajo y eneldo. Si tienes procesador de alimentos, este es el momento de usarlo. Transfiere todo a un bowl y añade el yogur griego, la mayonesa, el jugo de limón, el toque dulce y la pimienta.

Mezcla bien hasta que quede todo bien integrado. Evita mezclar el yogur y la mayonesa directamente en el procesador, ya que puede quedar muy líquida, a mano queda perfecta y mucho más rica. Déjala reposar en el refrigerador al menos 30 minutos para que los sabores se intensifiquen y la textura se espese.

5. Salsa chipotle cremosa

Si te encanta ese saborcito picosito y ahumado que solo el chipotle puede dar, esta receta va a ser tu nueva obsesión. Cremosa, con esa nota de sabor y perfecta para acompañar tacos, carnes, paninis, arepas o lo que se te antoje. Para prepararla necesitas:

  • 2 a 3 chiles chipotles en adobo (si te gusta más picante, usa 4 o 5)
  • ½ cucharadita de salsa de adobo
  • 2 cebollines picados (parte blanca y verde)
  • 1 diente de ajo rallado
  • ½ taza de mayonesa
  • 1 taza de crema agria (puede ser light)
  • 1 cucharadita de zumo de limón
  • ¼ cucharadita de comino en polvo
  • ¼ taza de queso Monterey Jack rallad
  • sal y pimienta al gusto
  • 1 cucharadita de cilantro fresco picado

Licúa los chipotles con un poquito de la salsa de adobo hasta que queden bien molidos. En un bowl, mezcla los cebollines, el ajo, los chipotles molidos y el resto de los ingredientes. Ajusta la sal y pimienta a tu gusto. Refrigera por al menos una hora para que los sabores se mezclen bien y quede más rica. Acompáñala con totopos, tiritas de pimientos, zanahorias o lo que tengas a la mano.

6. Baba ganoush

Refrescante, ahumada, deliciosa y vegana, esta crema mediterránea es capaz de teletransportarte a la costa del Líbano en un solo bocado. Lo mejor es que para hacer este salto cuántico de sabor, solo tienes que ir a tu cocina y usar los siguientes ingredientes para dejar que la magia pase:

  • berenjenas
  • 2 cucharadas de tahini
  • 1 a 2 dientes de ajo fresco (según tu gusto por el ajo)
  • zumo de ½ a 1 limón (según tu gusto por el ácido)
  • sal y pimienta al gusto
  • aceite de oliva virgen extra, para finalizar

Pon las berenjenas enteras sobre una bandeja y hornéalas a 200 °C (400 °F) por 30-40 minutos o hasta que la piel esté arrugada y la pulpa suave. También puedes asarlas sobre la hornilla para un sabor más ahumado. Déjalas enfriar un poco, luego pélalas y retira el exceso de líquido con un colador o presionando suavemente con una cuchara.

Procesa la pulpa junto con el tahini, ajo, limón, sal y pimienta hasta obtener una crema suave y sedosa. Puedes hacerlo en procesador o a mano con tenedor para una textura más rústica. Prueba y ajusta con más limón o sal si lo crees necesario. Decora con aceite de oliva, pimienta y una hojita de yerba buena si deseas.

7. Hummus

Un clásico del Oriente Medio, fácil de preparar, nutritivo y lleno de sabor. El hummus es perfecto como dip, untable o como base para platos más elaborados. Si bien su sabor es complejo y elegante, prepararlo es mucho más sencillo de lo que parece. Estos son los ingredientes:

  • 1 taza o lata de garbanzos secos
  • 1 diente de ajo (finamente picado)
  • 3 cucharadas de tahini (pasta de sésamo)
  • zumo de 1 limón
  • ½ cucharadita de sal (ajustar al gusto)
  • 2 cubos de hielo
  • agua (cantidad necesaria)
  • aceite de oliva virgen extra (para servir)

Si usas garbanzos secos, remójalos toda la noche. Luego, cuécelos en agua abundante durante 1.5 a 2 horas, hasta que estén muy suaves. Si usas garbanzos de lata, hiérvelos 20 minutos para suavizarlos más.

Coloca los garbanzos bien escurridos en un procesador de alimentos y tritura hasta obtener una pasta suave. Agrega sabor y textura con el procesador en marcha, incorpora el ajo, tahini, zumo de limón, sal y 2 cubos de hielo. Si está muy espeso, añade agua poco a poco hasta lograr una textura sedosa y listo. Puedes decorar con paprika, aceite de oliva y pimienta.

8. Salsa ranch

¿Sabías que puedes hacer salsa ranch con ingredientes que probablemente ya tienes en tu refrigerador? Toma lápiz y papel, porque estamos a punto de darte una de las recetas más ricas y sencillas para aderezar tus ensaladas, tus papas y hasta tu pizza. Estos son los ingredientes:

  • ½ taza de mayonesa
  • ¼ taza de crema agria o yogur griego (lo que tengas a mano)
  • 2 cucharaditas de cebollín seco
  • ½ cucharadita de eneldo seco
  • ½ cucharadita de perejil seco
  • ½ cucharadita de ajo en polvo
  • ½ cucharadita de cebolla en polvo
  • ¼ cucharadita de sal
  • ⅛ cucharadita de pimienta negra
  • ¾ taza de suero de leche o leche entera

En un tazón mediano, agrega la mayonesa, la crema agria (o yogur) y todas las especias. Bate con energía hasta que quede una mezcla uniforme y cremosa. Agrega poco a poco el suero o la leche, batiendo constantemente. Si quieres una salsa más espesa, usa solo ½ taza. Ajusta la sal y pimienta al gusto, déjala reposar por al menos dos horas, y listo.

9. Mayonesa de aguacate

La mayonesa es deliciosa y sirve de base para muchas de las salsas que te hemos mostrado hasta ahora. Sin embargo, no es apta para personas veganas, pero esta si lo es. Presta atención, porque además de no contener productos animales, tampoco tiene aceite. Estos son los ingredientes:

  • 2 aguacates maduros
  • 6 cucharadas de aquafaba (el agua de cocción o de la lata de los garbanzos, aquí cumplirá la función emulsificante de las claras de huevo)
  • 3 dientes de ajo cortado
  • 2 cucharadas de zumo de limón
  • ½ cucharadita de sal
  • pimienta al gusto

Con una licuadora tradicional o de inmersión mezcla todos los ingredientes hasta obtener una textura suave y cremosa. Guarda en el mismo frasco, bien tapado, y disfruta.

10. Mayonesa baja en calorías

¿Estás cuidando tu alimentación o siguiendo un régimen bajo en calorías, pero no quieres renunciar a los aderezos y dips? Con esta receta de mayonesa saludable, te olvidarás de los días de sufrimiento dejando de lado el sabor. ¡Porque comer rico y ligero sí es posible! Con solo cinco ingredientes y en menos de cinco minutos, tendrás la base perfecta para un sinfín de preparaciones que dejarán a más de uno con la boca abierta (incluyéndote). Necesitarás:

  • 2 huevos medianos cocidos
  • ½ taza de yogur natural (puede ser estilo turco o griego)
  • 1 cucharada de mostaza
  • sal y pimienta al gusto

Usa una licuadora tradicional o de inmersión para procesar todos los ingredientes hasta obtener una mezcla suave y aterciopelada. Si quieres darle un toque especial, puedes añadir hierbas frescas como perejil, eneldo o cebollino.

Y ahora sí, ¡a disfrutar sin culpas! Recuerda que la base de cualquier dip o aderezo es una grasa, un ácido y un emulsificante. Siguiendo este criterio, las opciones son infinitas. Deja en los comentarios si ya probaste alguna y cuál es tu favorita.

Comentarios

Recibir notificaciones
Aún no hay comentarios. ¡Puedes ser el primero!

Lecturas relacionadas