Hice años de terapia para aprenderlo.
10 Señales de que tratas de complacer demasiado a los demás y cómo dejar de hacerlo
Hacer felices a los demás y luchar por la positividad en tu vida social siempre es bueno, pero solo hasta cierto punto. Si te esfuerzas demasiado, puede convertirse en un hábito desagradable e incluso destructivo. En un momento, puede que te encuentres dejando de lado tus propias necesidades, olvidándote de tu tiempo personal y provocando estrés en ti mismo, solo para asegurarte de que las personas que te rodean se sientan bien.
Genial.guru valora mucho la salud mental de nuestros lectores. Esta vez no podemos esperar para discutir este delicado tema contigo y encontrar soluciones que pueden ayudar a todos a apreciarse más a sí mismos.
1. Te resulta difícil decir “no”
Siempre ayudas a los demás, organizas las cosas para ellos o simplemente les haces un favor. La razón es simple, no puedes decir “no” a sus solicitudes. Es posible que tengas miedo de que, si te niegas, se enojen o piensen que no te preocupas por ellos. Además, decir “no” te produce un desagradable sentimiento de culpa. Para evitar eso, tiendes a acceder a todo e incluso dejas que la gente abuse de tu tiempo libre de esta manera.
Solución: date cuenta del poder de decir “no”. Puede ser difícil al principio, pero al final dará sus frutos. Rechazar algo que constantemente te quita tu tiempo libre no te vuelve egoísta. Al contrario, te estás tratando a ti mismo con amor y respeto.
2. Quieres agradarles a todos los que te rodean
El miedo al rechazo es otro rasgo bastante común cuando se trata de complacer a la gente. Tienes miedo de que, si no les agradas a los demás, te abandonarán. Como resultado, intentas hacer todo lo posible para evitar que suceda; cambias tu comportamiento para así beneficiar a los demás. Pero las personas a tu alrededor podrían notar esto y aprovecharse de ti.
Solución: comprueba si estás siendo manipulado. Si los demás saben que harías cualquier cosa por ellos, la mayoría no dudará en tomarlo como una oportunidad. Pueden usar peticiones amables como “Pero tú eres el único que puede hacerlo”, empujándote a hacer cosas por ellos. Tan pronto como veas algo como esto, es mejor que tú y tu tiempo personal sean la máxima prioridad.
3. Las emociones negativas de los demás te influencian
No hay nada de malo en evitar un conflicto y convertir las cosas en una broma inocente. Pero aquellos que tienden a querer complacer a los demás no pueden manejar ningún disgusto, incluso si el problema no es con ellos. Las personas complacientes pueden ver las emociones negativas de las personas que los rodean como una señal de que también están disgustados con ellos. Para cambiar la situación, estas personas asumirán la culpa y encontrarán soluciones que harán felices a los demás.
Solución: comprende que los conflictos son inevitables y pueden ser beneficiosos. Permite que las personas se expresen y hablen de las muchas cosas que les molestan. Reprimir tus sentimientos y los de los demás no es saludable porque todos necesitamos desahogarnos a veces.
4. Te sientes culpable y te disculpas por todo, incluso cuando no es necesario
Si alguna situación no sale según lo planeado, tu primera reacción es “lo siento”. Pase lo que pase, siempre intentas asumir la culpa y las consecuencias. Esto proviene de un deseo interno de ser amable y educado, pero al final, solo dañas más tu autoestima y puede convertirse en un hábito.
Solución: presta atención a lo que haces, dices y sientes. Intenta analizar por qué y cuándo comenzar a disculparte. También fíjate en las personas con las que haces esto. En muchas situaciones, las explicaciones adicionales y la culpa no son necesarias, por lo que puedes permitirte omitir esto fácilmente.
5. Dejas a un lado tus propias necesidades y deseos
Debido a que estás demasiado ocupado pensando en los sentimientos de los demás, a menudo se te olvida pensar en los tuyos. Tienes una habilidad para dejar tus emociones a un lado y olvidarte de lo que realmente quieres en ese momento. En un instante, es posible que ya no te conozcas muy bien. Incluso puedes llegar al punto en el que resulte difícil hablar sobre tus sentimientos y elegir lo que es mejor para ti.
Solución: escúchate más a ti mismo, tómate un tiempo para identificar lo que te gusta y lo que quieres. Puedes escribir una lista de tus propias prioridades y las cosas que te hacen feliz.
6. Prefieres dar en lugar de recibir, incluso si te cuesta tu propia comodidad
Los sacrificios cotidianos por el bien de los demás pueden convertirse en una norma para quienes constantemente tratan de complacer a las personas. Por ejemplo, te quedas atrapado en una relación tóxica, en la que das más de lo que recibes. Es posible que esperes que los demás lo noten y lo aprecien, pero por lo general, las personas tienden a acostumbrarse a tu manera de acercarte a ellos y, al final, no queda nada para ti.
Solución: piensa en tus prioridades. Primero, decide qué es importante para ti, no para los demás. También puedes establecer un límite de tiempo específico en el que estarás completamente disponible para ayudar a la gente que te rodea. Por ejemplo, los martes y jueves por la noche. De esta manera, te asegurarás de tener algo de tiempo para tus propias actividades y pasatiempos.
7. Te sientes responsable de cómo se sienten otras personas
Pareces notar cada emoción y cambio de humor de tus amigos y familiares, y esto siempre te preocupa. Durante los momentos tensos, es posible que incluso te culpes por no poder calmar a alguien y hacerlo feliz. La verdad es que es responsabilidad de cada individuo tomar el control de sus propias emociones.
Solución: usa una afirmación empática, puedes intentar comprender cómo se sienten los demás y lo que quieren, pero lo sigues con una afirmación sólida. Por ejemplo: “Veo de dónde viene tu enojo, pero todo lo que puedo hacer es estar a tu lado”.
8. Tratas de coincidir con la gente que te rodea
Las personas que se dedican a complacer a los demás pueden tener miedo de mostrar sus verdaderas personalidades ante ellos. En cambio, deciden dejarse llevar por la corriente, cambiándose a sí mismas para comportarse igual que otros. De esta manera, podrían pensar que el ambiente a su alrededor será más cómodo.
Solución: aprende a ser tú mismo cuando estás con otros. Aunque tengas muchas similitudes con las personas que te rodean, intenta reconocer y respetar tus diferencias con ellos. Tú, como individuo, con tus propios intereses y opiniones, eres igual de agradable que los demás. Hay tantas cosas que te hacen único y no necesitas ocultarlas.
9. Quieres que otros te elogien
El tipo de personas que siempre complacen a las personas buscan elogios de los demás. La mayoría de las veces, esto proviene de una autoestima bastante baja. La aprobación te hace sentir querido, necesitado y digno. A tus ojos, puede parecer que los demás se preocupan mucho por ti y te aprecian, lo que finalmente te hace sentir bien contigo mismo.
Solución: es hora de dejar de buscar la aprobación. Intenta identificar lo que estás haciendo para recibir elogios de los demás. Esto podría ser publicar muchas cosas en las redes sociales o comunicarte con tu familia para hablar sobre tus últimos logros. Una vez que lo identifiques, puedes comenzar a romper gradualmente con este comportamiento.
10. No admites cuando tus sentimientos han sido heridos
Intentar hacer felices los demás también te provoca mucho estrés y tensión. Intentas ocultar tus sentimientos negativos para que los demás no se sientan molestos por ellos. Niegas que te sientes triste, enojado o decepcionado por algo y te pones una máscara de felicidad. Esto puede llevar a una situación en la que ya no comprendes cómo te sientes.
Solución: aprende a reconocer tus sentimientos. Reprimir tus emociones puede estresar a tu cuerpo y tener consecuencias nocivas para tu salud. El cuidado personal es tan importante como preocuparse por los demás. Sé compasivo contigo mismo e intenta tratarte a ti mismo y tus sentimientos con atención y amor.
¿Valoras los sentimientos de los demás más que los tuyos? ¡Discutamos esto en la sección de comentarios!
Comentarios
A mí me pasa esto :(
Es un problema sentirse así
Tenemos que saber decir NO :( terrible eso...