11 Relatos de conciertos donde lo inesperado se robó el show

Historias
hace 1 día

Los conciertos son mucho más que simples presentaciones. Son experiencias llenas de energía e impredecibles, donde cualquier cosa puede suceder. Desde colaboraciones inesperadas hasta momentos inolvidables con el público, los espectáculos en vivo están llenos de sorpresas.

En este artículo, exploraremos historias reales de conciertos que demuestran que la magia de la música en vivo va mucho más allá del escenario.

1.

Llevamos a nuestros hijos a un concierto de Twenty One Pilots y teníamos asientos en la sección 300, primera fila. Mi esposo estaba en el asiento del pasillo, con nuestro hijo menor a su lado, seguido de nuestros otros dos hijos y yo.

El acomodador le pidió a mi esposo que se moviera, sin explicarnos por qué. Pero, para nuestra sorpresa, Tyler apareció, literalmente se materializó, en ese asiento, justo al lado de mi hija menor, para cantar “Car Radio”. La expresión de alegría, asombro y admiración en los rostros de mis hijos hizo que valiera la pena. ¡Definitivamente, un recuerdo imborrable!

© 262Mel / Reddit

2.

Después del concierto, vi un teléfono tirado en el suelo. Lo recogí y empecé a buscar a su dueño. De repente, la pantalla se encendió con una llamada entrante. Contesté y escuché una voz: “¡Lo encontraste! ¿Puedes encontrarnos afuera?”.

Observé a la multitud y me temblaron las rodillas al ver que quien me esperaba era mi mejor amigo de la infancia. Estaba en la ciudad con su madre. No nos veíamos desde hacía 15 años, cuando su familia se mudó al extranjero. Nos quedamos paralizados, mirándonos con incredulidad. Entre 70 000 personas en ese estadio, el destino nos volvió a reunir.


3.

Descubrí que vivo en la misma calle que el cantante de una famosa banda que amo. Después de asistir a uno de sus conciertos, llamó a la policía porque mi mamá y yo lo seguimos hasta su casa después del show. Le mostramos nuestros boletos y nuestras identificaciones, y al final, nos reímos mucho.

Siete años después, cuido a sus hijos y mis primos le venden galletas de Girl Scouts.
© yer_voice / Reddit

4.

Llevamos a nuestro hijo a un concierto de rock cuando tenía cinco meses. Era un concierto muy esperado, así que cuando mi suegra, de repente, no pudo cuidarlo, decidimos llevarlo con nosotros.

Compramos unos auriculares especiales para bebés para proteger sus oídos. Al entrar al recinto, la gente no dejaba de mirarnos. Me molesté y solté un “¡Ocúpense de sus asuntos!”. Pero a la mañana siguiente, me desperté y vi que la foto de mi bebé en el concierto se había hecho viral en redes sociales.

Los comentarios me destrozaron. Me llamaron egoísta, irresponsable, una pésima madre. Pero no me importó. No conocían toda la historia y, al final, mi bebé estaba perfectamente bien.

5.

Mi ex (novia en ese entonces) nos compró entradas para el concierto de reunión de Faith No More en San Francisco. Era su primer concierto, o uno de sus primeros, y ella sabía que los adoro. Fuimos en coche al concierto, aparcamos en un garaje y entramos. El concierto estuvo genial, valió totalmente la pena.

Al regresar al estacionamiento, no podíamos creer que estuviera cerrado con nuestro auto dentro. Había cerrado a las 11 p. m., y ya casi era medianoche. Terminamos vagando por las calles de San Francisco en busca de un hotel y, después de un rato, encontramos uno decente. A la mañana siguiente, regresamos temprano por el auto.
© Creative_Pollution84 / Reddit

6.

Cuando era niño en Berlín (7 años), mis padres solían trabajar en conciertos. Yo también tenía un pase VIP y podía moverme libremente entre bastidores. Era 1987 y Genesis tocaba en el Live Aid Open-Air junto al Reichstag.

Phil Collins estaba caminando cerca del escenario y, como era un gran fan, me acerqué y le pedí un autógrafo. Fue muy amable y me dijo que fuera a buscarlo. Él esperaría.

Corrí hacia mi madre, tomé un lápiz y una foto mía que guardaba en su bolso. Me tardé casi 10 minutos en regresar, pero Phil seguía ahí. Ese día conseguí un autógrafo de Phil Collins, con un “Cheers, Phil” escrito en la parte trasera de mi foto.

© clan23 / Reddit

7.

Mi hermano y yo fuimos a un concierto de Slayer en The House of Blues en Myrtle Beach. Se apagaron las luces y Slayer subió al escenario. Inmediatamente, comenzaron a tocar South of Heaven, pero entonces Tom se detuvo y mandó encender las luces.

Tom: Creo que vi una pierna protésica volar. Todos, tómense un segundo y miren a su alrededor.

Alguien, al otro lado, recoge una pierna y grita: “¡Aquí está!”. El dueño la recuperó.

Tom: Cuidémonos un poco más, ¿de acuerdo? Para eso estamos aquí, para apoyarnos.

Luego, la banda retomó South of Heaven exactamente donde la habían dejado.

© TheMightySurtur / Reddit

8.

Hace mucho tiempo conseguí entradas para el Dr. Feelgood Tour de Mötley Crüe. Tenía asientos en la parte alta del antiguo Richfield Coliseum. Un día, hojeando el periódico, vi un anuncio que decía: “Cambio boletos en pista por boletos en la parte alta”. Llamé y el tipo solo pedía 10 dólares extra por cada entrada. Acepté de inmediato.

Fui con un amigo que tenía muchos tatuajes. Llevaba un chaleco de cuero sin camisa debajo. Fuimos desde la fila 20 y nos abrimos paso a codazos hasta la primera fila central. El concierto fue largo e hicieron varias canciones extra. En una de ellas, se acercaron al frente y se inclinaron para agradecer al público. Tommy Lee levantó la vista, señaló el pecho de mi amigo y dijo: “¡Ese tatuaje está genial!”.

La banda tocó una canción más, Nikki Sixx destrozó su bajo en el escenario. Luego, Tommy se acercó, extendió la mano y ayudó a mi amigo a subir al escenario. Chocó sus manos con todos, hizo una reverencia junto a ellos y le entregaron el bajo destrozado. Intentó meterse tras bambalinas, pero la seguridad lo lanzó de vuelta al público.

Al salir, varias personas nos reconocieron y nos pedían un pedazo de la guitarra. Esto fue en el 91, creo. El año pasado, me encontré con alguien que aún lo recuerda. ¡Qué gran recuerdo!

© Animaleyz / Reddit

9.

Fui a ver a Red Jumpsuit Apparatus y la gente detrás de mí intentaba hacer que me moviera (yo estaba en primera fila) a pellizcos y empujones. Durante los intermedios, los escuché planeando nuevas formas de hacerme mover. Cuando las luces se apagaron y RJA estaba por salir al escenario, me giré, hice contacto visual con el más grande del grupo y grité: “¡Vamos, inténtalo!”. Después de eso, me dejaron en paz.

También me separé de mi amiga en un concierto de AFI y empecé a entrar en pánico cuando no pude encontrarla. Pero entonces vi a un guardia de seguridad caminando con sus zapatos en la mano y lo seguí hasta donde estaba ella.

© Johannes_Chimp / Reddit

10.

Fui a ver a The Allman Brothers en los 90. Mi amigo y yo nos quedamos después del concierto para seguir la fiesta en el estacionamiento. Después de un rato, cuando la multitud se dispersó, comenzamos el viaje de una hora y media de regreso a casa.

Aproximadamente 45 minutos después, nos dimos cuenta de que estábamos a punto de quedarnos sin gasolina. Salimos de la autopista, pero la gasolinera en la salida estaba cerrada porque ya era muy tarde. Un policía pasó por ahí, pero se negó a llevarnos a una gasolinera porque dijo que nuestro bidón de gasolina era peligroso en un coche patrulla.

Era la década de los 90, así que no teníamos celular. Estuvimos ahí unos 20 minutos hasta que otro auto salió de la autopista y se detuvo en la misma gasolinera. ¡Resultó ser una chica que conocía! Estaba con su mamá, quien era prima hermana de Gregg Allman.

Habían estado hablando con él entre bastidores después del concierto y también iban de regreso a casa. Fue una coincidencia increíble. Nos llevaron a una gasolinera donde pudimos llenar el bidón y luego nos regresaron a nuestro auto. Al final, llegamos a casa hasta las 4 de la mañana.
© mugwampus / Reddit

11.

Una vez, un chico detrás de mí me tocó el hombro para mostrarme que él, su amigo y yo llevábamos los mismos zapatos.

© pmcg115 / Reddit

Estas historias de conciertos nos recuerdan que los espectáculos en vivo no se tratan solo de la música, sino de crear recuerdos que duran toda la vida. La próxima vez que vayas a un concierto, ¿quién sabe qué podría pasar? Lo único seguro es que cualquier cosa es posible.


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