Hay que cuidar, yo suelo sentarme sobre una pierna.
12 Prácticas habituales que lastiman nuestras espaldas sin darnos cuenta
Las molestias o dolores de espalda no siempre son causados por accidentes, como usualmente puede pensarse, sino que en ocasiones son provocados por hábitos o costumbres poco saludables que inciden y perjudican su estado. Prácticas o acciones que tendemos a realizar diariamente sin darnos cuenta y que quizá en el momento no nos generan malestar son las causantes de daños o lesiones en la espalda.
Genial.guru es consciente de que esta problemática perjudica y afecta el bienestar de muchas personas, por lo que te trae una lista con algunos de los hábitos que pueden causar el deterioro progresivo de la columna y la espalda. Toma nota y así podrás evitar algunos dolores.
1. Un colchón viejo no ayuda en nada
Elegir un colchón adecuado para nuestra espalda y nuestras dolencias es fundamental si no queremos que nuestra salud empeore y deseamos descansar. Pero también lo es dormir en un colchón que aún cuente con las características por las cuales lo compramos. Dormir o tratar de descansar en un colchón viejo que perdió su forma original puede causar que la columna se curve y, por lo tanto, generar dolores de espalda.
2. Cargar mochilas o bolsos pesados
Independientemente del tipo de bolso que estemos acostumbrados a llevar o nos resulte más práctico (mochilas, bolsos de mano o de asa), debemos de medir y portar únicamente lo necesario e indispensable, ya que llevar bolsas demasiado cargadas puede desbalancear los hombros o curvar el cuerpo hacia delante. Por eso, es preferible llevar un bolso pequeño para guardar lo imprescindible o transportar las cosas en varios viajes.
3. Tacones muy altos o zapatos incómodos
En ocasiones nos vemos obligados a llevar zapatos incómodos o altos por compromisos sociales formales o laborales, y quizá no somos conscientes de que, por muy lindos que sean y muy bien que nos sienten, no solo cansan nuestros pies, sino que también lastiman nuestra columna. Cuando llevamos calzado con el que no estamos del todo cómodos o que nos exige un esfuerzo para poder soportarlo, tendemos a adoptar malas posturas que a la larga repercuten en nuestra espalda.
4. Sentarse con las piernas completamente estiradas
Aunque esta postura puede parecernos de lo más cómoda o práctica en determinadas ocasiones, la realidad es que puede pasarnos factura luego. El hecho es que sentarse con las piernas de este modo y sin un apoyo sólido, firme o real para la espalda exige y requiere de mayor tensión y presión sobre la columna.
5. Falta de ejercicio físico
El cansancio y el ajetreo del día a día hacen que a veces pasemos por alto el ejercicio físico y los beneficios que puede tener sobre nuestro bienestar. Practicar determinados deportes o hacer algunos ejercicios nos ayuda a estirar la espalda y, por lo tanto, a relajar la zona y disminuir los dolores.
6. Sobrepeso y dieta poco saludable
La mala alimentación y una dieta poco balanceada y no saludable afectan a nuestra salud de diversas formas y en diferentes partes de nuestro cuerpo. Una de ellas es la espalda. Si tendemos a comer alimentos elevados en grasas de forma excesiva y continua es probable que nuestras arterias se obstruyan y lleguemos a tener sobrepeso, lo cual afectará directamente a la carga y presión que soportan tanto nuestras piernas como nuestra espalda.
7. Levantar objetos de manera errónea
No se trata de levantar aquello que necesitamos de cualquier manera independientemente de su tamaño y peso, sino que hay una manera idónea y adecuada para poder llevar a cabo esta tarea con éxito y sin dolor de columna. Si tenemos que recoger algún objeto, lo ideal es que lo hagamos flexionando las rodillas y no encorvando la espalda.
8. Hábitos posturales perjudiciales
La postura es fundamental no solo cuando estamos sentados, sino también cuando estamos de pie, andando o acostados. Una posición adecuada y correcta nos ayudará a evitar dolores de espalda y también de cuello. Y, en el caso de que ya los tengamos, hará que no empeoren.
9. Trabajo de oficina o estar sentado largos períodos
Cuando estamos sentados, la presión sobre nuestra columna aumenta considerablemente, por lo que debemos tener en cuenta que, si hacemos trabajo de oficina o pasamos largos períodos sentados, es necesario tomarse un respiro y levantarse. Si estás trabajando o llevas mucho rato sin moverte, intenta levantarte cada cierto tiempo para estirarte y aliviar tu espalda.
10. Sentarse sobre la cartera o una sola pierna
Poner la cartera en el bolsillo trasero de nuestro pantalón no supone un problema (al menos no para la espalda). Lo incorrecto es ponerla en ese lugar y sentarse sobre ella. Estamos acomodándonos sobre algo, un bulto que hace que no podamos mantenernos totalmente derechos, sino encorvados. Hacer esto de forma habitual puede generar problemas y dolores de espalda, mayor tensión y falta de circulación.
11. Uso excesivo del celular
Hay una dolencia o lesión relacionada con la costumbre exagerada o excesiva de inclinar la cabeza y el cuello para mirar el celular, y es conocida como “cuello de texto” o “cuello de tecnología”. Aunque pueda parecer algo sin mayor importancia, esto puede generar que la curvatura cervical se invierta, se provoquen daños en los discos, se produzcan frecuentes dolores de cabeza o se duerman las manos, entre otras cosas.
12. Leer o ver televisión sentado en la cama
Leer, ver la televisión o pasar el rato con el celular en la cama antes de dormir puede resultar reconfortante y relajante; sin embargo, nuestra espalda puede estar sufriendo a causa de esta práctica. Lo cierto es que al sentarnos en la cama tendemos a irnos resbalando o bajando poco a poco, hasta el punto en que la mayor parte de la presión recae sobre el sacro y la pelvis.
¿Qué otros hábitos conoces que pueden dañar la espalda? ¿Cuáles son los remedios o soluciones que has aplicado para mejorar el bienestar de tu columna?
Comentarios
jajaja no quiero imaginarme como esta mi espalda
Yo sí que hago algunas de estas cosas
El ejercicio es básico para no tener dolor de espalda
Yo leo sentada en la cama