14 Cosas para el hogar que es mejor no comprar, aunque estén 2×1
En las estanterías de las tiendas hay una gran variedad de productos domésticos y cotidianos que prometen milagros. Algunos afirman que eliminan instantáneamente la suciedad de la ropa, otros que matan las bacterias. Pero en realidad, no todos justifican el prefijo “milagro”. Sin embargo, no hace falta probar personalmente todas las cosas del hogar para saber cuáles son realmente eficaces y cuáles solo decepcionan.
1. Servitoallas de papel
Las servitoallas de papel se encuentran en casi todos los departamentos. Se compran junto con el papel higiénico y las servilletas de papel, y surge una pregunta lógica: ¿por qué?
En primer lugar, las servitoallas de papel no son muy diferentes de otros productos similares para el hogar. Si, por ejemplo, necesitas limpiar rápidamente la sartén del exceso de aceite, una servilleta normal y corriente será igual de eficaz. En segundo lugar, no hay que olvidar la existencia de paños de tela para la cocina. Cuestan menos que sus homólogos de papel, pero son igual de eficaces a la hora de limpiarse las manos.
2. Plumero atrapapolvo
Hay diferentes tipos de plumeros que se fabrican de distintos materiales, desde polipropileno hasta plumas de avestruz. Pero todas funcionan según el mismo principio: las plumas atraen el polvo mediante la electricidad estática. Sin embargo, parte del polvo puede permanecer en las superficies o caer al piso, lo que requiere un esfuerzo de limpieza adicional. Una solución más sencilla es utilizar paños normales o planificar las zonas de almacenamiento de modo que el polvo no caiga sobre ellas.
3. Bolsas al vacío
El almacenamiento compacto e higiénico de cosas en bolsas al vacío es una solución muy popular. Sin embargo, no siempre cumple las promesas publicitarias.
En primer lugar, las bolsas de vacío no están diseñadas para guardar los artículos muy grandes, como plumíferos y chaquetas voluminosas. En segundo lugar, si la ropa permanece dentro de una bolsa de polietileno sin ventilación adecuada, puede perder su forma y adquirir olores desagradables. En tercer lugar, algunas bolsas pueden tener un cierre ziplock débil, lo que hace que el aire entre rápidamente y aumente el volumen de la bolsa. Por lo tanto, merece la pena considerar otras opciones de almacenamiento antes de decidirse a comprar bolsas al vacío. Por ejemplo, utilizar cestas para la ropa o recipientes de tela con cierre.
4. Aspiradora para el teclado
Una aspiradora USB es una alternativa segura a una aspiradora tradicional para limpiar la suciedad del teclado. Si decides regalar este artilugio a alguien, tu creatividad será sin duda apreciada, aunque el regalo en sí probablemente se utilice poco. En primer lugar, no limpiamos el teclado todos los días, y en el segundo, existen análogos más asequibles, como un soplador de aire y unas toallitas.
5. Ambientador
Los sprays perfumados pueden enmascarar los olores, pero no resuelven el problema de su origen. Además, estos productos pueden ser perjudiciales para la salud. Los ambientadores contienen sustancias tóxicas que pueden causar problemas respiratorios.
Si hay un olor desagradable en tu casa, lo primero que debes hacer es comprobar si hay basura olvidada en algún sitio. Y si todo está en orden, puedes recurrir a la aromaterapia. No hace falta que compres ambientadores artificiales, puedes apañarte con remedios naturales. Por ejemplo, puedes poner unas gotas de tu aceite esencial favorito en algodones y distribuirlos por las habitaciones.
6. Toallitas húmedas
Las toallitas húmedas, a pesar de las expectativas, no proporcionan una limpieza y desinfección adecuadas, sino que, por el contrario, favorecen la propagación de bacterias. Además, no limpian bien las superficies, dejan manchas jabonosas y luego todo queda pegajoso. Después de usarlas, a menudo apetece lavarse las manos con agua.
En lugar de toallitas húmedas, puede utilizar servilletas de papel o pañuelos desechables humedecidos con agua. Si se requiere un efecto antibacteriano, puede sustituir el agua por un antiséptico.
7. Ventilador USB
Contrariamente a los rumores populares, el uso adecuado de ventiladores USB no daña la computadora. Sin embargo, algunos usuarios observan que estos ventiladores no siempre son lo bastante eficaces: algunos modelos pueden ser demasiado pequeños y romperse tras 3-4 días de uso. Para evitar molestias causadas por el calor, se recomienda utilizar ventiladores más potentes o probar métodos de refrigeración alternativos, como beber agua fría.
8. Limpiador de horno
Al limpiar el horno, a menudo utilizamos productos químicos agresivos sin darnos cuenta del daño potencial que pueden causar a nuestro organismo. Incluso durante la limpieza pueden producirse irritaciones de garganta, nariz u ojos, y si no aclaramos completamente el producto de las superficies, puede evaporarse la próxima vez que encendamos el horno, afectando a todos los presentes o incluso llegar a los alimentos.
Además, los limpiadores pueden suponer un peligro para el propio horno. Los componentes químicos de los detergentes pueden dañar el esmalte de algunas piezas, provocando corrosión y más daños. Para evitar riesgos innecesarios, puede utilizar un remedio casero como una mezcla de bicarbonato de sodio, agua oxigenada y lavavajillas. Es seguro limpiar el horno con esta mezcla, pero hay que tener en cuenta que los componentes abrasivos pueden dañar la superficie, por lo que hay que tener cuidado.
9. Toallitas para limpiar dispositivos electrónicos
Otro tipo de toallitas húmedas, que, de hecho, no aportan un beneficio significativo, pero son más caras que las tradicionales. En lugar de ellas, se puede utilizar un paño suave empapado en agua o solución diluida de alcohol. Está sustitución será eficaz y rentable.
10. Antifaz para dormir
El antifaz para dormir es un artículo de uso frecuente. Sin embargo, puede tener varios inconvenientes. Uno de ellos es que puede causar problemas de visión. En algunos casos, debido a la presión prolongada sobre los ojos, lo veremos todo un poco borroso al despertarnos. Y también, a veces, el antifaz puede provocar irritaciones y granos en la piel.
11. Cápsulas de lavado
Las cápsulas de lavado contienen un detergente concentrado. Los fabricantes afirman que algunas de ellas tienen más ventajas que otras.
Sin embargo, los usuarios han observado un inconveniente importante: las cápsulas suelen pegarse a la puerta de la lavadora y parte del detergente no entra en el tambor. Además, algunas cápsulas pueden dejar manchas y una película pegajosa en la ropa en lugar de limpiarla eficazmente. Más tarde se descubrió que las manchas se debían a un mal uso de las cápsulas y no a errores de fabricación. Sin embargo, poca gente quiere arriesgar su ropa favorita, por lo que una opción más fiable es utilizar detergentes de eficacia probada.
12. Rodillo de papel para ropa
Parece que los rodillos quitapelusas se consideran una necesidad esencial en cualquier hogar. Y más aún cuando uno tiene mascotas en casa. Sin embargo, en la práctica, la situación es algo diferente: algunos usuarios de Internet sugieren sustituirlos por cinta adhesiva, mientras que otros recomiendan utilizar un cepillo de ropa aterciopelado. Este último puede durar varios años sin necesidad de comprar recambios.
13. Bolas de silicona para lavadora
Puedes encontrar estas bolas de silicona en tiendas online, y algunas personas intentan erróneamente utilizarlas para lavar chaquetas de pluma y plumón. Sin embargo, este uso no es recomendable, ya que estas bolas están diseñadas para limpiar tejidos delicados. Además, los usuarios han constatado su ineficacia: se atascan en la ropa y no cumplen su función.
La conclusión es que es necesario seleccionar los utensilios de limpieza adecuados para cada tejido. Es mejor lavar las chaquetas de plumas con pelotas de tenis u otras bolas de lavado especiales.
14. Cuchillos para mantequilla
Muchos guardamos en la cocina un cuchillo de este tipo que heredamos de nuestra madre o abuela. Sin embargo, a menudo nos preguntamos cuándo fue la última vez que lo utilizamos. Y es comprensible, porque para cortar y untar mantequilla puedes usar un cuchillo normal y corriente, un tenedor o incluso una cuchara.
Hay muchas más cosas que, una vez compradas, puede que realmente no las necesites. Pero los especialistas de mercadotecnia tratan de convencernos de que no podamos vivir sin ellas.