15 Historias de usuarios que aún recuerdan la escuela con algo de horror

hace 2 años

Para algunas personas, los años escolares fueron maravillosos, pero otras los recuerdan con horror. Hay muchas razones para odiar la escuela. Por ejemplo, maestros inadecuados que hacían difícil la vida de niños y niñas. O los bravucones que molestaban todo el tiempo.

Genial.guru ha leído los recuerdos de los usuarios en línea sobre lo que les resultó repugnante en su escuela. Algunas de las historias son como guiones de cine.

En noveno grado, un chico me mojó el cabello con perfume. Tuve que estar sentada con mi gorro durante toda la clase y escuchar las quejas de mis compañeros. Decidí vengarme. Encontré en casa algunos frascos viejos de colonia obviamente en mal estado, los mezclé y los puse en una jeringa grande. Alcancé a mi “enamorado” y lo rocié de pies a cabeza. El olor era mucho más potente, y la tela de lana del uniforme absorbió el aroma perfectamente. Quedé satisfecha con mi venganza. © Yelena Cherkesova / Facebook
Tuve una profesora de química en la escuela secundaria. Siempre enojada, como una pantera, terriblemente desordenada: lápiz de labios en los dientes, un postizo descolorido en su cabello oscuro, los hombros cubiertos de caspa, un traje azul sucio. A quien no la complacía, le quitaba el bolso y lo guardaba bajo llave en una habitación. Y muchos años después me enteré de que tenía una mala relación con su marido y un hijo problemático. Solo era una mujer sufrida con mala fortuna, no veía amor ni en casa ni en el trabajo. Descargaba sus frustraciones en sus alumnos. Pero por alguna razón, no siento pena por ella. Si no te gusta tu trabajo, vete a otro. Pero no: en la escuela, al fin y al cabo, las vacaciones son largas, y puedes descargar impunemente tu mal humor en los alumnos. © Marina Khishchenko / Facebook

La maestra nos llevó a los alumnos de primer grado al cine. Allí se encontró con su novio y se fue con él. Luego tuvimos que volver a casa solos. © Viktor Berdnik / Facebook
Una maestra sugirió que tenía problemas mentales porque le tenía miedo. Tal vez si no odiara a todos los chicos a los que daba clase (incluso a los que se portaban bien), no le habría tenido miedo. Me gritó por haber apartado la mirada del pizarrón después de que una chica me lanzara un lápiz. Por cierto, ¡la chica no recibió ningún regaño por este incidente! © redpawed / Reddit
Mi hijo tenía una maestra de inglés que al principio del año hacía preguntas sobre todo el libro de texto y ponía malas notas a toda la clase. Cuando los padres acudieron al director, la despidieron. © Marina Bulankina / Facebook

La educación física en la escuela era una burla. Un “gracias” especial a quien hizo el horario. La educación física antes que la física, la química y las matemáticas, ¿cómo es posible? Tenía que salir a correr y luego, sin ducharme, apresurarme a cambiarme de ropa y correr a la prueba de física. Odiaba la educación física. Y el profesor era un poco raro, un grosero y maleducado. Tenía miedo de los saltos de caballo y recibía calificaciones negativas por ello. No podía trepar por la cuerda y recibía calificaciones más bajas. Mis calificaciones: Tenía todas “A” y una “C” en educación física. La odio. © Vera / Genial.guru
Estudié en una escuela de música, donde también se daba educación secundaria, incluida la educación física. La profesora era una mujer que tuvo la idea de hacer que los jóvenes músicos jugaran al voleibol y a otros juegos con una pesada pelota que volaba hacia sus manos. Llegabas a la escuela y veías a una niña arpista con los dedos enyesados. Le preguntabas: “¿Qué pasó?” Y ella te respondía: “Voleibol...” © Svitlana Varava / Genial.guru

Nuestra maestra de clase nos odiaba, y todos le correspondíamos. ¡Cómo nos gritaba, qué no nos decía! “Cierra la puerta, ¿vives en una cueva?”, “¡Intelectuales piojosos!” (o aristócratas), y todo lo demás del mismo estilo. Gracias a Dios no bajaba las notas. He leído mucho desde los tres años, mi alfabetización es innata; mis composiciones se ponían como ejemplo para el resto de la escuela. Pero me dolía la cabeza después de sus gritos de que era una holgazana y una floja. © Julia Markman / Facebook
En nuestra clase había una alumna de nombre Sofía. A la “primera maestra” le caían mal muchas personas de la clase, pero ella le caía especialmente mal. La hizo repetir el año, y un día vació su bolso delante de todos, lo lanzó contra la pared y luego la sacó por el cuello del pupitre. Esa escena aún está fresca en mi mente. Es una pena que no hayan echado a la maestra, sino que la hayan hecho subdirectora, aunque en otra escuela. © Alina Diachenko / Facebook

La directora me paró y me regañó por mis labios pintados. Me dio un trozo de papel para que me los limpiara y le mostré el papel limpio. Ahora mi hija tiene la misma historia en la escuela. © Larisa Veselova / Facebook
En mi clase de matemáticas de sexto grado, le pedí a la maestra que me librara de la prueba. Me preguntó cuál era mi razón. Le dije que había perdido a mi madre hacía 4 días. Ella respondió: “Ese es tu problema”. © Margarita Chicherina / Facebook
Mi profesor de programación usaba mal el mouse y no podía enviar un correo electrónico. Incluso dejé de ir a esa clase. Por suerte, al año siguiente llegó un profesor genial. © splatterac / Reddit

Si un niño tenía el cabello largo y no estaba cortado a la altura de los ojos, lo enviaban a casa, llamaban a sus padres y les pedían que se lo cortaran. © Salty_Nutella / Reddit
Me gustaba aprender, y por suerte la mayoría de las maestras eran normales. Pero en la escuela secundaria, los alumnos se vuelven horribles. Una vez oí a uno hacer una broma sobre un alumno en silla de ruedas. © JournalistMobile3605 / Reddit
La dislexia me dificultaba el aprendizaje, pero las maestras no hacían absolutamente nada para ayudarme. Solo necesitaba tiempo, y durante mucho tiempo pensé que era un tonto. Me portaba bien, pero me trataban como si estuviera haciendo algo malo. © OdinTheBogan / Reddit