15+ Personas hablaron sobre regalos originales que recordarán para siempre

hace 2 años

Hoy en día es cada vez más difícil elegir un regalo: la gente tiene muchas cosas y es difícil sorprender a alguien con algo. Por ejemplo, muchos consideran que la ropa y los souvenirs son los peores regalos. La ropa porque prefieren comprarla por su cuenta y elegirla según su gusto y su talla. Y las pequeñas cosas bonitas, como figurillas, llaveros, imanes y velas, se consideran simplemente recolectores de polvo innecesarios. Y un tercio de los que participaron en la encuesta que descubrió estos resultados directamente no querían recibir ningún regalo para la Navidad.

Genial.guru considera que esta es una tendencia bastante triste, porque hacer un regalo es todo un ritual. Qué lindo y satisfactorio es tratar de descubrir lo que le gusta a una persona, intentar adivinar su deseo. Y ver ojos felices cuando comprendes que has dado en el blanco. Al mismo tiempo, se puede hacer un regalo genial y memorable prácticamente sin costos, y las historias de nuestra selección son una vívida confirmación de esto.

Suena gracioso, pero el mejor regalo que recibí es un trozo de roca. Cuando era pequeña, tenía una piedra favorita en la que me sentaba a la sombra debajo de un árbol. Pasé la mitad de mi infancia allí con mi perro: leía, soñaba, descansaba. Mis padres siempre sabían dónde encontrarme. Cuando se vieron obligados a vender la casa, mi padre tomó un mazo, arrancó un trozo de “mi” roca y me lo entregó para que lo llevara siempre conmigo. Lloré como un bebé. © Platypus_Pie / Reddit
El yerno de una vecina le regaló para el cumpleaños un camión de estiércol. Contrató a un conductor para que le entregara flores y descargara el “regalo” en el patio. Al principio, el pueblo no lo creyó: una mujer intelectual, una exmaestra, ¿y algo como eso para el cumpleaños? Fueron, lo olisquearon: sí, era cierto, era eso. Y de una calidad perfecta. Le preguntaron directamente. ¡Resultó que era el mejor regalo de todos! Que ella había soñado con eso desde el otoño. Que su yerno es de oro. Y todos sus conocidos, cuyos yernos no eran de oro sino comunes, se morían de envidia. Cada pueblerino compuso un chiste sobre el regalo para la fiesta de cumpleaños de mi vecina. Sobre todo se divertía el yerno:
—¡Tantas porquerías que le regalamos a mi suegra a lo largo de los años, hasta que encontramos la correcta! © Dermorgendanach / Pikabu

“Hoy mi abuela me regaló esta maceta ridículamente pequeña. Incluso tiene un orificio de drenaje”.

A lo largo de mi vida, recibí muchos regalos diferentes: un pasaje a Venecia, un coche nuevo, joyas, entradas para los conciertos de mis bandas favoritas. Pero el que más me estremece y me causa tristeza mezclada con una sensación de calidez es un pequeño corazón rojo cosido de manera desigual, relleno de felpa, que mi mejor amiga me regaló cuando cumplí 13 años. © “Oídoporahí” / Vk
Me gusta mucho Mickey Mouse. Una vez, mi hija de 9 años y yo fuimos a Disneyland de París. Ella vio a Mickey en una de las tiendas de regalos y, sin decirme una palabra, lo compró con su propio dinero de bolsillo y me lo entregó. Ahora recuerda que entonces no entendía por qué las buenas acciones hacen llorar a la gente. Hasta ahora, cuando pienso en ese día, un nudo se me sube a la garganta. Mickey vive feliz en mi mesita de noche, lo veo todos los días y me recuerda cuánto amo a mi hija y cuán afortunada soy de tenerla. © Jordan Jay / Quora

En ese entonces yo era estudiante. Mi tío y yo estábamos viajando en su auto, y él me dijo de pasada que se iba a comprar un auto nuevo, y que planeaba regalarme ese. Casi de inmediato me olvidé de esta conversación. Sin embargo, en agosto mi tío me mostró su auto nuevo y me dijo que el viejo ahora era mío. Me inscribí en una escuela de manejo, obtuve mi licencia y corrí a buscar el auto. Por mi cabeza pasó que era una especie de broma y que las llaves no funcionarían o que, cuando quitara la alarma, mi tío saldría y me diría que había cambiado de opinión o que yo no había entendido bien. Puse la llave en el encendido y el auto arrancó sin problemas. Fue solo cuando salí lentamente del patio que finalmente me convencí de que mi tío realmente me lo había regalado. Y ni siquiera era mi cumpleaños. © GarryNaFig / Pikabu
Tenía 21 años, me acababa de mudar de los suburbios y mi mejor amigo Mark y yo fuimos a un restaurante recién inaugurado. Charlábamos, nos reíamos, nos poníamos al día, y luego me di cuenta de que un par de caballeros estaban constantemente mirando a su alrededor y dibujando algo, y luego les tendían servilletas a todos los que salían. Cuando nosotros nos levantamos para ir a casa, nos dieron un par de servilletas también. Las desdoblé con cuidado y curiosidad: en una me habían dibujado a mí, en la otra había un boceto de Mark. Me sorprendió gratamente y mi amigo dijo que era un regalo valioso. Y ahora que mi amigo ya no está conmigo, encontré estas servilletas en mi álbum de fotos. Las enmarqué y las colgué en una pared. © Monica Bejarano / Quora

El regalo más memorable para mí, que el dinero no puede comprar, fueron dos semanas de cuidados para mi hija cuando regresé a casa después de dar a luz. Me salvó mi abuela. Yo no solo necesitaba recuperarme físicamente después de un parto difícil, sino también prepararme mentalmente para lo que me esperaba en adelante como madre. Ella y dos chicas que la ayudaban hicieron todo lo posible para que mi hija y yo estuviéramos bien. Eso fue hace 26 años. Nunca olvidaré ese generoso regalo. © Margaret Needler / Quora
Cuando era adolescente, una amiga me dio una caja con pequeños sobres hechos a mano. Según las instrucciones, tenía que abrir uno cuando estuviera muy triste. Dentro de los sobres escondió cosas que me hacían reír. Por ejemplo, un artículo de una revista en el que ella había reemplazado palabras o un retrato gracioso de un escritor. Después de 14 años, todavía tengo la caja y aún contiene un montón de sobres sin abrir. Solo por si acaso. © beetroot_miscarriage / Reddit
Mi esposa y yo estábamos esperando el nacimiento de nuestro segundo bebé, una nena. Mi mamá y mi tía me llevaron a un lado y me entregaron un regalo. Lo abrí y adentro había una manta de ganchillo blanca y rosa. Una exactamente igual, pero azul y blanca, fue tejida por mi abuela para el nacimiento de nuestro primogénito. Pero el caso es que la abuela ya no estaba con nosotros, falleció mucho antes de que empezáramos a pensar en tener otro hijo. Pero parecía saberlo todo de antemano. Tejió esa manta y se la dio a mi mamá con una nota: “Creo que algún día la necesitarán”. © Alex Dutch / Quora
Soy introvertido. A menudo me canso de la gente y necesito tiempo para estar solo. Comencé a salir con una chica, y después de un tiempo nos fuimos a vivir juntos en un departamento de una habitación. Una vez llegué a casa y resultó que durante varios días ella había estado haciendo un pequeño y acogedor cuarto en la despensa para que yo pudiera estar solo por un tiempo, incluso cuando ella estaba en casa. Creo que me casaré pronto. © “Oídoporahí” / Vk

“Durante mucho tiempo soñé con tener un piano o un sintetizador, porque aprendí a tocar desde pequeño en una escuela de música, pero nunca tenía tiempo para comprarlo. Y hoy me desperté por la mañana y me esperaba un regalo de mi esposa”.

Ahora tengo 75 años y cuando sucedió esto tenía 13. Mi mamá tenía dos trabajos para alimentarnos a los cinco. Normalmente, en Navidad nos regalaba cosas prácticas (ropa, pijamas), pero esa vez nos pidió que hiciéramos una lista y estábamos en el séptimo cielo de felicidad. Yo soñaba con un osito de peluche gigante. La mañana de Navidad, todos nos reunimos alrededor del árbol y abrimos los regalos. No había ningún oso... Y luego mamá me pidió que trajera una bolsa de la cocina. Le extendí la bolsa y ella me dijo que mirara dentro. ¡Y allí había un oso de no menos de un metro de altura! Me eché a llorar de felicidad. Cuando tenía 50 años, cosí un pedazo de este juguete en una colcha de retazos, así que todavía lo tengo conmigo. Ningún regalo de mi vida puede compararse con la emoción y la sorpresa de esa Navidad. © Olivia De la Garza / Quora

"Siempre soñé con tener un gato. Una amiga me regaló al pequeño Kevin".

En el 11.º grado, decidí hacer una fiesta de cumpleaños con el dinero que había ahorrado. Invité a mis compañeros de clase. Dos chicos me regalaron un juego: gel de ducha y una esponja en forma de rosa, un chico trajo el perfume de su madre, que ella ya no usaba. Pero otro joven se destacó absolutamente y me trajo como regalo... una olla de kebab, que había marinado él mismo. ¡Brillante! © “Habitación № 6” / Vk
Tengo unos zapatos mágicos, el último regalo de mi mamá. Al entregármelos, me prometió que cada vez que me los pusiera, me pasaría algo bueno. Es curioso, pero funciona. La primera vez que me los puse, encontré 70 USD en la calle. Y cuando me los volví a poner, defendí con éxito mi maestría. Una vez, tenía un importante día en el trabajo, me puse mis zapatos de la suerte, pero me despidieron, y de camino a casa tuve un accidente y tuve que tomar el autobús. Y fue allí donde conocí a mi principal tesoro. Una linda chica con pecas en toda la cara. Se sentó a mi lado, solo me sonrió y dijo que uno no debería estar triste en un día tan soleado. Tenía los ojos de madre, llenos de bondad y una alegre nariz respingona. Gracias, mamá, por los zapatos de la suerte. © “Habitación № 6” / Vk

“El papá de mi novio nos regaló alfombras nuevas que decían ’Todos los invitados deben ser aprobados por Duke y Perry’”.

Ayer cumplí años y mi esposa me regaló un teléfono inteligente genial. Por un lado, estoy molesto (no tenemos mucho dinero en nuestra familia como para hacer semejantes regalos), y por otro lado, estoy muy feliz con el obsequio. Recordé el cuento de O. Henry, en el que ella se cortó el pelo para comprar una cadena de reloj (que su marido no tenía), y él empeñó su reloj para comprarle a su esposa un peine de carey para su largo cabello. © Kapetikapel / Pikabu
Mi nieto tenía 16 años cuando me regaló una bolsa de lana y complementos de crochet porque me había visto haciendo pequeñas mantas para nuestras mascotas. Deberías haberlo visto cuando abrí el regalo. Habló sobre cómo eligió cada uno de los artículos. Tuvo que aprender sobre herramientas y materiales para poder comprar justo lo necesario. Sí, es encantador. © Suzanne Caubet / Quora

"Le regalé a mi novia el osito de peluche de su infancia".

Durante casi 9 años soñé con tener una hija. Y cuando finalmente quedé embarazada, las cosas no salieron según lo planeado. Tuvimos que pasar varias semanas en el hospital, donde los médicos lucharon por salvar la vida de mi niña. Y finalmente nos dieron de alta. Entré a casa y vi un regalo en la sala de estar. Lo desenvolví y rompí a llorar. Había un mapa del cielo estrellado de la misma noche en que nació nuestra pequeña estrella. Mirándolo, me di cuenta de cuánto había cambiado nuestro mundo desde su aparición. El patrón en el cielo nunca se repite, y ese momento en el que las estrellas estaban posicionadas así sirve como un recordatorio de que alguien escuchó mis oraciones. Cada vez que me enfrento a algo difícil, miro este mapa para recordarme que tengo una hija, aunque me parecía imposible. Lo que significa que puedo lograr absolutamente cualquier cosa. © Sarah Key / Quora
Para mi cumpleaños número 21, mi mamá volvió a leer todos sus viejos diarios y copió todas las notas sobre mí desde el día en que se enteró de su embarazo. Terminaron siendo unos 5 volúmenes, y es lo más preciado que tengo. © mandiefavor / Reddit

¿Nos contarías cuáles son los regalos que te conmovieron hasta el alma?