15+ Pruebas de que cuando se trata de niños, la gente olvida los buenos modales

Historias
hace 3 meses

Los consejos no solicitados y las preguntas insensibles son una especie de azote de la sociedad moderna. Sobre todo cuando se trata de niños. Los padres ya tienen muchas preocupaciones y nervios a flor de piel, y los consejeros los ponen al rojo vivo. Una selección de personas insistentes a las que parece importarles más los hijos de los demás o su ausencia que sus propias vidas.

  • Estaba esperando en una fila de la policlínica con mi bebé de seis meses. Entonces una mujer de unos 50-60 años se abalanzó sobre mí con reproches, diciendo que había desvestido al niño y que él tenía frío. Llevaba una playera y pantalones cortos. Y fuera, por cierto, hacía más de 30°. Antes de que me diera cuenta, esta señora ya había empezado a tocar las piernas y los brazos de mi hijo. Después de asegurarse de que estaban calientes, se marchó diciendo “te vigilo” y amenazándome con el dedo.
  • No pude quedarme embarazada durante mucho tiempo. En una visita al ginecólogo, la médico me dijo de repente: “No le digas a tu esposo que ustedes no tendrán hijos, o te abandonará”. Volví a casa y me eché a llorar. Y mi marido subió, escuchó todo, me calmó y me apoyó. Por cierto, cuatro años después él y yo tuvimos un hijo sano.
  • Di a luz para mí misma. Yo sola crío y mantengo a mi hijo. Y cuánto me molesta mi propia madre, que siempre me viene con sus “consejos”. Crecí sin ella hasta los 16 años. Recuerdo muchas cosas desagradables. Pero ahora es “abuela”, por lo que “tengo que escucharla”. ¿Y por qué debería hacerlo?
  • Cuando nuestro bebé tenía pocos meses, lo dejábamos durmiendo bajo una manta en una habitación fresca. Cuando mi madre nos visitó y vio esto, se indignó inmediatamente. Dijo que si nuestro hijo no dormía al aire libre, no crecería sano. Y era invierno, estaba nevando. © Rasmus Christensen / Quora
  • Mi esposo y yo no tenemos hijos y es poco probable que los tengamos. Mis respuestas a las preguntas son o bien “No quiero hablar de este tema, por favor, no preguntes nunca” o “No puedo, estoy enferma”. Me escandalizo más cuando la gente empieza a reflexionar de por qué no tenemos hijos delante de mí. “Deberías purificarte. Es obvio que es una especie de maldición”. Claro, no son suficientes problemas para una mujer, añadamos: “Que piense que lleva algún castigo. Que empiece a culparse a sí misma. Que se gaste el dinero en el viento. Para qué gastar dinero en medicamentos, es mejor ir a ’que te quiten la maldición’”.
  • Cuando mi hijo tenía solo 3 semanas, empezó a tener hipo. Una mujer me aconsejó que le diera dos cucharadas de azúcar. Pues no, gracias. © Evelyn Towles / Quora
  • Una vez me dijeron que no debía sacarme la leche mientras estuviera de baja por maternidad y que, como mi bebé tenía 15 meses, ya era hora de dejar de darle el pecho del todo. En respuesta, le pedí a este hombre que me enseñara su certificado de asesor en lactancia materna. Curiosamente, no lo tenía. ¿Quién lo iba a decir? En otro extraño giro, este hombre no era médico, enfermero ni matrón. © Shannan Debus / Quora
  • Después de que naciera mi hijo, los familiares y amigos que se sentaban a la mesa no dejaban de hacerme la misma pregunta: “¿Estás dando el pecho?”. Yo respondía que sí. Seguían los consejos: “No puedes comer tomates, pepinos, y esto, y lo otro... porque le producirán cólicos”. Al final, resultó que lo único que había que comer eran galletas sin azúcar. ¿Cuánto tiempo se puede sobrevivir con una dieta así?
  • Siempre vestí a mi hijo según sus preferencias, no solo para abrigarlo y ya está. Pero ¡estos consejos! Todo el mundo consideraba su deber decirme que mi hijo tiene frío. No, les contestaba, no tiene frío. Y así a todo el mundo. Las señoras mayores, con sus nietos, empezaban a amonestar que se iba a resfriar.
  • Mi esposa y yo no tenemos hijos. Pero cuando vamos de visita, la gente nos hace preguntas: “¿Por qué no tienen hijos? ¿Quién les dará un vaso de agua en su vejez?”. Y solo se lo preguntan a mi mujer. Y nos miran como si fuéramos inferiores. Una vez, cuando nos preguntaron: “¿Cómo es posible? El reloj biológico no para”, dije en voz alta, para que todos me oyeran: “Soy infértil, y mi esposa se compadece de mí, así que no me deja”. En el silencio pude oír a un mosquito pisando el cristal como un elefante. Después de eso, cesaron todas las preguntas. Pero a mis espaldas debía de haber algún murmullo.
  • Cuando mi hijo tenía 18 meses, estábamos visitando a mis padres. Salí con él a la calle y se puso a llorar. Entonces nos vio una vecina vieja y desagradable y declaró: “Tienes que aprender a ser madre. Mis hijos nunca lloraron”. Me acerqué a ella, le entregué a mi bebé llorando en sus manos y le contesté: “Vale, enséñeme. Usted sabe más que yo”. De repente se quedó muda y no volvió a hacerme ningún comentario. © Helena Humbridge / Quora
  • Cuando aún estaba embarazada, mi suegra se me acercó y me dio un consejo que, por cierto, no le pedí. “Tenlo en cuenta para el futuro, no le des el pecho por la noche bajo ningún concepto. Llorará una noche y otra. Se dará cuenta de que nadie se le acerca y no llorará más”. Por supuesto, no le hice caso.
  • Hace dos meses conocí a un hombre estupendo. Es demasiado pronto para decir adónde nos llevará nuestra relación, pero ambos la estamos disfrutando. Entretanto he aprendido mucho sobre mis amigas. Una me preguntó cuándo él me haría un hijo, porque el tiempo corre y yo ya tengo 35 años. Otra me preguntó si él era rico y cuándo me compraría un departamento. Empiezo a entender a los hombres.
  • Fui en avión con mi esposo y mi hijo a una boda. Hacía calor, pero llevamos un suéter, pantalones y calcetines para el bebé. Antes de aterrizar lo desabrigamos, yo metí el suéter en el bolso y los calcetines en el bolsillo. En el aeropuerto nos recibió mi madre. Recogió a su nieto y se sentó con él en un banco mientras mi esposo y yo esperábamos el equipaje. Entonces se le acercó una mujer mayor, se sentó a su lado y le preguntó en voz alta: “¿Dónde están los calcetines? Tiene los pies fríos!”. Mi madre se rio, vino directamente hacia mí y me lo contó todo. Entonces yo, mirando a la señora, saqué desafiante sus calcetines del bolsillo. La mujer quiso volver a acercarse a nosotros, pero le eché tal mirada que la desanimé. © Brit MacNiallais / Quora
  • Una vez llevaba a mi bebé en carriola desde la clínica y hablaba por el celular con mi suegra. Dos ancianos empezaron a gritarme que dejara de charlar y me pusiera a mirar la carriola o perdería al bebé.
  • Cuando di a luz a mi primogénito, la madre de mi suegro me envió 4 cajas grandes de agua embotellada. Pensé que era para bañar al bebé, pero resultó ser para que la bebiera. Intenté explicarle que los recién nacidos obtienen el agua de la leche materna, pero no me hizo caso. Conseguí poner fin a la discusión diciéndole que solo seguiría las recomendaciones del pediatra. © AshLeigh D’Vere McNeil / Quora

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