15+ Situaciones en las que los hombres sufrieron los estereotipos del género masculino

Historias
hace 3 años

Estamos acostumbrados a pensar que solo las mujeres son víctimas de prejuicios y discriminación de género. Muchas mujeres no son contratadas para puestos “masculinos”, todavía se pueden escuchar chistes sobre mujeres al volante y, en muchas familias, cocinar y limpiar siguen siendo ocupaciones puramente femeninas. Pero los hombres también pueden sufrir discriminación: se jubilan más tarde, a veces no pueden conseguir el trabajo de sus sueños o hacer su pasatiempo favorito porque se considera “femenino”, incluso llevar a su propio hijo al médicocambiarle un pañal puede convertirse en un problema grave.

Nosotros en Genial.guru hemos recopilado historias contadas por hombres que se han encontrado con el sexismo cotidiano.

1.

2.

Tenemos una regla estricta en el trabajo en una institución estatal: nada de pantalones cortos para los hombres. Los guardias ni siquiera te dejarán entrar al edificio. Mientras que las mujeres pueden usar cualquier cosa. ¡Bueno, esto es sexismo y desigualdad a plena luz del día! © flatcher7 / Pikabu

3.

Mi hijo menor (1 año) se enfermó. Con mi esposa decidimos que yo lo llevaría al hospital, ya que también tenemos un niño mayor (2,5 años) y no tenemos a nadie con quien dejarlo, pero yo necesitaría un justificativo de la enfermedad para presentar en el trabajo. Lo ingresaron en el área de infectología. Yo era el único hombre adulto de 30 años. Lo más interesante es que, cuando le dieron el alta, al principio no querían darme el justificativo, argumentando que la madre era la que debería haber estado con el niño. A mi pregunta razonable: “¿Qué se debe hacer entonces si se enferma un hijo y no hay nadie con quien dejar al otro?”. Me dijeron algo como: “Tómate unas vacaciones por tu cuenta”. © Andyjkee / Pikabu

4.

Cuando era más joven, buscaba trabajo como secretario o administrador. Por lo general, se reían de mí y decían que era necesario escribir 24 palabras por minuto con un 95 % de precisión (en aquellos días todavía escribían en máquinas de escribir). Una vez, incluso me hicieron una prueba. Escribí 40 palabras con un 99 % de precisión. Luego me dijeron: “Escucha. Este es un trabajo para mujeres. Estamos buscando mujeres”. Como resultado, me ofrecieron trabajar como personal de mantenimiento por menos dinero. © Antoine Nunano / Quora

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6.

Una vez, entré a una tienda de ropa interior a comprarme unos calzoncillos. Recorrí toda la tienda, en todas partes había ganchos y estantes con lencería, todo estaba ordenado por tallas. Aunque recordaba que también vendían ropa interior masculina, no la encontraba. Decidí preguntarle a una vendedora. Ella me señaló una canasta que estaba en el medio de la tienda donde estaban todos los calzoncillos de hombres amontonados. Quedé decepcionado. © tran*** / Pikabu

7.

Yo soy partidario de que las chicas usen faldas. Pero también estoy a favor de que, cuando hace mucho calor, se pueda ir a trabajar con pantalones cortos. De eso se trata la historia. Yo trabajaba en una escuela, me llamaron de la administración, dijeron que tenía que ir a ayudar a mover los muebles de otra escuela, ya que ellos no tenían hombres. “Está bien”, respondí, “iré después del trabajo”. Bueno, a 28 °C, me cambié en casa antes de ir y fui al rescate, naturalmente, en shorts. Llegué y lo primero que me dijeron fue: “¿Por qué viniste en pantalones cortos?”. Maldita sea, no solo no se puede mover muebles en pantalón largo y camisa, menos con semejante calor, sino que además fui a ayudar a personas con las que no tengo nada que ver. En resumen, creo que es necesario permitir el uso de pantalones cortos a nivel legislativo. © Enicc / Pikabu

8.

9.

Soy un chico que estudia en una universidad pedagógica para ser profesor de lenguas. El 90 % de mis conocidos consideran que esta profesión para un chico es un poco “de nena”, y algunas personas, cuando se enteran de que soy un futuro maestro, reaccionan de esta manera: “¿Me estás tomando el pelo? ¿Profesor? Te comportas como una mujer; podrías ser constructor o maquinista”. © GorazioNelson / Pikabu

10.

El verano pasado trabajé como instructor en un campamento. Los padres venían a buscar a sus hijos al final del día y yo tenía que acompañarlos a la salida. Hubo muchas madres que me miraban con recelo cuando sus hijos me abrazaban al despedirse. Actuaban como si yo representara una amenaza para ellos. Me gustaría aclarar que el verano pasado yo tenía 15 años y aparentaba 12. © HolyPwnr / Reddit

11.

Un día, mi antiguo jefe estaba en la tienda al comienzo del turno. Estaba hablando con alguien sobre fútbol. Después de un rato, se vuelve hacia mí y me pregunta cuál es mi equipo favorito. Dije que ninguno. Entonces preguntó si me gustaba el béisbol. Dije que tampoco me interesaba el béisbol. Realmente no me gustan los deportes en absoluto. “¿Nada en absoluto?”, me preguntó. No.

Él se quedó confundido. Es como si le hubiera dicho que mis pantalones estaban hechos de queso. Me preguntó qué veía entonces. Dije que hacía mucho que había dejado la televisión por cable y que leo y me entretengo con juegos más que mirar la televisión. Pero sí veo televisión por internet.

Me preguntó qué canales de deportes veo en línea. © Zediac / Reddit

12.

Bueno, ¿de qué igualdad podemos estar hablando cuando, al llegar a la piscina, en el vestuario de HOMBRES, me encuentro con una MUJER con mirada imperturbable que entrega las llaves de los casilleros? Imagínense por un momento una situación similar con un hombre en un vestuario de mujeres... © Vadim74 / Pikabu

13.

Mi hija tenía 3 años, el pediatra nos envió al ginecólogo infantil. Entramos, saludamos y nos sentamos. La señora de unos 50 años me mira de una manera extraña:
—Tendré que examinar a su hija y hacerle un frotis.
—Bueno —respondo perplejo—, está bien.
—¿Dónde está la mamá?
—En el trabajo.
—Que venga con la mamá.
—¿Por qué?
—No puedo hacer la revisión, usted es hombre. Me siento incómoda. Saque otro turno y deje que la mamá traiga a la niña.
—La mamá no tiene la posibilidad de hacerlo. Solo yo tengo tiempo libre.
—¿Abuelas?
—No tiene abuelas.
—Entonces, eso es todo, que venga con una vecina —dijo categóricamente la doctora—, no puedo hacerlo.
—¡¿Lo dice en serio?!
—Sí.
—¿Vecina? Sí, he sido su padre y su madre desde que ella nació.
—¡Señor! ¡Es la última palabra! © nomats / Pikabu

14.

Llevé a mi hijo a un examen médico en una clínica privada. Después de la cita, cada médico llenó una tarjeta electrónica y me dio una copia de lo que escribió. El otorrinolaringólogo comenzó dicho protocolo de revisión con una inscripción en negrita: “¡NIÑO EN EL CONSULTORIO CON EL PAPÁ!”. © Mixailo / Pikabu

15.

Hoy viajé en el metro. Había un asiento libre a mi lado. En una de las estaciones subió al vagón un hombre con dos niños: una niña de unos 4 años y un niño muy pequeño en un portabebés. En su mano llevaba un bolso grande y, aparentemente, pesado. El hombre sentó a la niña y se quedó al lado de ella. Me levanté y le ofrecí mi asiento, simplemente porque para mí sería mucho más fácil estar de pie que para él, con un bebé pequeño en el pecho y un bolso grande en las manos. Agradeció de corazón y se sentó. Y ahí empezó algo extraño. La mujer que estaba sentada a nuestro lado empezó a gritar indignada, diciendo: “¿Dónde se ha visto que una señorita ceda su asiento a un hombre? ¿Cómo es posible?”. Quería que el hombre se levantara de inmediato y me devolviera el asiento. Y alguien más a su lado le daba la razón. © Shirhen / Pikabu

16.

Mi hijo y yo aterrizamos en Múnich para hacer una escala. En el control de pasaportes, un guardia fronterizo alemán de apellido Shved me preguntó si tenía el permiso de la madre de la criatura para que viajara conmigo. Dije que no y pregunté por qué.

“Bueno, ¿y si se la llevara sin la autorización de su madre?”, dijo.

—¡La madre está al tanto de nuestro viaje! ¿Debería llamarla por Skype?—, me reí.

—Llámela—, ordenó Shved.

Pero la madre estaba dando una conferencia en ese momento y no estaba disponible. La situación se estaba complicando. La fila detrás de mí llegó a varios cientos de personas, parecía una serpiente. Pasaron más de 45 minutos y quedaban solo 15 minutos antes de embarcar. Shved se cansó y decidió no dejarnos pasar. Sentí que eso estaba mal y grité ante todos: “I’m against sexual discrimination!” (“¡Estoy en contra de la discriminación de género!”, traducido por Genial.guru).

—¿Cuál discriminación?—, preguntó Shved con miedo.

—¿Detuvo a otros hombres con niños además de mí?

—¡Sí, cientos!—, Shved se puso contento.

—¡¿Y a cuántas mujeres con hijos ha detenido sin el permiso de sus papás?!

Y ahí Shved se encontró en una situación desagradable.

—Solo quiero que su hija esté segura—, dijo en voz baja.

—¡En toda esta hora ni siquiera miró el pasaporte para darse cuenta de que el que viaja conmigo es mi hijo, no mi hija!

Esta frase acabó finalmente con Shved, y tras una breve pausa, puso el sello. Mi hijo y yo corrimos por todo el aeropuerto y logramos subirnos a nuestro avión. Pero, desde entonces, antes de viajar, filmamos un consentimiento en video con la participación de mi hijo, su madre y la demostración de los pasaportes. © driventure / Instagram

¿Alguna vez te has encontrado en una situación como esta? ¿Quién crees que sufre más a menudo de discriminación de género?

Imagen de portada nomats / Pikabu

Comentarios

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Los hombres ahorita están sufriendo mucha discriminación por mujeres que creen que deben tener todo el consentimiento. Todos por igual.

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el permiso debe ser otorgado a ambos progenitores. También se lo habría pedido a la madre

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