"Si aquella vez hubiera hecho eso o hubiera dicho aquello...". Esta es una frase que muchos se repiten a menudo. Pero los lectores de "Overhear" y "La sala nº 6" han demostrado que saben cómo encontrar siempre una buena salida a cualquier situación, por difícil que sea. Y sus historias así lo demuestran.
Genial.guru ha recopilado algunas de ellas, que revelan cómo todos somos capaces de superar cualquier obstáculo y girarlo a nuestro a favor.
- A mi trabajo de fin de curso se lo comió mi perro. Literalmente. Un enorme San Bernardo llamado Hulk devoró mis horas y horas de estudio y dedicación. Y mi profesor no me creyó hasta que le llevé a mi perro a su casa, donde este devoró 4 recibos de luz y de la comunidad de vecinos mientras manteníamos una conversación. Desde entonces, no he tenido problema alguno con esta asignatura; he ganado a un nuevo amigo con forma de profesor de historia, que comenzó periódicamente a vernos en paseos y a darle a Hulk golosinas deliciosas.
- Durante el examen con un maestro al que podría calificarse, cuanto menos, como severo, mi amiga se puso muy nerviosa y no lograba recordar la respuesta del examen. "¡Cierro los ojos y veo la respuesta escrita en mis apuntes!", le dijo a este. El profesor sabía que contestar: "¡Cierre los ojos y lea! ¡No me importa!".
- Hace años vivía en apartamentos alquilados y apenas llegaba a final de mes porque la renta se consumía casi todos mis ingresos. Buscaba algo más económico, pero había comisiones y fianzas por todas partes. Como resultado, pedí 2 semanas de permiso en el trabajo, me fui a trabajar como aprendiz en una agencia inmobiliaria y así encontré para mí un buen apartamento sin fianzas, ni comisiones y, además, con los propietarios adecuados. Hasta hoy, lo considero mi gran truco del siglo.
- Cuando mi gato entra en la habitación y abre la puerta de par en par, como me da demasiada pereza levantarme para cerrarla, apunto con un láser a la puerta para que el gato salte y la puerta se cierre sola.
- Fui a un centro comercial a comprarme unos pantalones de jeans. Dos horas, 10 tiendas, cero resultado. No, había un montón de pantalones de jeans: para chicas que adoran las piedras de fantasía, con flecos, parches, agujeros, una cosa que parecían más bien polainas, con una cintura tan alta que casi tocaba el pecho. Desesperada por encontrar algo decente, ya quería volver a casa, pero por casualidad entré en una tienda para hombres. ¡Dioses!, ¿por qué no vine aquí antes? 5 minutos, 2 pruebas, ¡y los pantalones de jeans perfectos ya eran míos! Comparto esto por si a alguna se ve inmersa en la misma situación.
- Desde hace mucho soñaba con tener un auto, pero no conseguía ahorrar para comprármelo. Solicité un préstamo con las condiciones más favorables; sin embargo, albergaba escasas esperanzas de que me lo concedieran. Entonces, estaba en el trabajo cuando llamaron desde el banco para obtener una descripción de mi perfil. Me describí a mí misma como una excelente trabajadora y tremendamente responsable. ¡A los 5 minutos me llegó un mensaje dando luz verde al préstamo!
- Después de dar a luz a su primer hijo, toda la familia le exigía a la esposa de mi hermano que fuera en búsqueda del segundo. Especialmente, su madre, que vivía lejos y no participaba en absoluto en la vida del bebé. Entonces, ella comenzó a llamar por las noches a todos los familiares exigentes: "Tienes muchas experiencia, ¿sabrás qué hacer? ¿Sabes de alguna canción para que pueda dormirse? Tiene algo de fiebre... ". Escuchaba todos los consejos, aunque lo hacía todo a su manera. Un mes más tarde, aproximadamente, todos la dejaron en paz. Para mí, ¡una táctica genial!
- Trabajo como decoradora en bodas y eventos de ese tipo. Todo mi equipo siempre se queda durante la ceremonía para conocer de primera mano la reacción de los invitados, si les ha gustado y todo eso. Entonces, sucedió un caso curioso: un hermoso arco con flores con el mar de fondo y, a un par de metros de distancia, otro pero con abalorios colgantes. Todo iba muy bien, pero cuando los recién casados comenzaron a pronunciar sus juramentos, se oyó un grito salvaje. Era una gaviota, que se había enredado entre los abalorios. El novio no se quedó inmóvil, salió corriendo y la liberó rápidamente diciéndo las siguientes palabras: "Es igual que yo: estaba enredado en mí mismo, en mis problemas, pero cuando tú apareciste en mi vida, me salvaste de mi esclavitud, me liberaste y me regalaste la esperanza de una vida mejor".
- Por poco me prohiben aparcar en la zona de estacionamiento de nuestro edificio de oficinas. "¡Pero si vengo de parte de Juan Contreras!", les dije. Y me dejaron pasar sin problemas. En general, este Juan Contreras me viene que ni pintado. Un tipo poderoso, aunque 100% fruto de mi imaginación.
- Mi esposo me regaló por mi cumpleaños un cinturón de cuero para pantalones de jeans, un objeto con el que soñaba desde hacía mucho. Solo que había elegido la talla más pequeña. Resulta que él está seguro de que yo soy muy delgada. Y es que tengo una talla M-L. No podía confesarle que el cinturón me quedaba pequeño. Me puse a perder peso urgentemente para lograr abrocharme ese regalo tan deseado. ¡Gracias, querido, por la motivación!
- Todos saben que es difícil alimentar a los niños pequeños, y, aún más, difícil ponerse de acuerdo con ellos. Mi táctica de involucrar a los niños en el proceso de preparación de las comidas es muy sencilla: "Niños, ¿les preparó chuletas con papas cocidas o con puré? ¿De guarnición, macarrones o espagueti? ¿Qué tipo de sopa quieren, con pollo o solo con fideos?". En realidad, hago lo que pensaba hacer, pero los niños están contentos de que su opinión se tenga en cuenta y se sienten muy felices comiendo mis platillos elegidos.
- Ayudaba a mi hija de 7 años a hacer una tarea de verano para la escuela. Era necesario elaborar un dibujo para un cuento de hadas, pero ninguna de las dos sabemos dibujar muy bien. Entonces, saqué un papel carbón y transferí el dibujo de una fotocopia a la hoja de la tarea. Mi hija estaba encantada, me dijo que no sabía que era posible copiar algo de esta manera. Las tecnologías casi olvidadas vuelven al rescate.
- Aquella Navidad, atendiendo a la Ley de Murphy, con el pelo sucio, con pantalones deportivos gastados y una chaqueta vieja, fui a comprar pan a la tienda de abajo. A lo lejos, vi a mi ex. Cuando rompimos, me trató como si fuera una tonta delante de todo el mundo, por lo que no podía permitirme que me viera así. No se me ocurrió nada mejor que decirle a un joven que pasaba por allí: "¡Ey, bésame rápido!". Sobresaltado, muy sorprendido, obedeció. Esta fue la manera más descarada de encontrar a un novio, situación de la que todavía nos reímos él y yo.
- Me cansé de quedarme parada todas las mañanas frente a la elección más difícil: ¿qué ponerme?, ¿qué nueva combinación de prendas inventar? Un fin de semana decidí sacar toda la ropa, me la probé con todo tipo de combinaciones posibles e hice fotos de cada una de ellas. Imprimí las fotos y me hice el álbum... Ahora, cuando voy a algún lado, lo primero que hago es verlo como si fuera una revista de moda y así elijo qué ponerme de acuerdo con el tiempo, el evento y el lugar.
- Mi madre es genial. Cuando mi hermana pequeña pidió por primera vez probar el chocolate, le dio el más oscuro que pudo encontrar (con un 90 por ciento de cacao). Mi hermana, en los siguientes 10 años, no pidio chocolate pensando que todos eran amargos, y no podía entender por qué yo lo devoraba sin miramientos.
- Elaboré para mí la regla del "No es tan difícil". "No es tan difícil" limpiar el cuarto de baño después de ducharte. "No es tan difícil" fregar el plato y el tenedor tras cenar. "No es tan difícil" cuando, al llegar de la calle, inmediatamente, guardas las cosas en el armario, y así sucesivamente. Cuando me siento demasiado perezosa para hacer algo, me repito siempre a mí misma: "No es tan difícil". Me ahorra mucho tiempo y energía.
¿Y qué historias de este tipo te han pasado a ti y cómo reaccionaste ante ellas? Compártelas en los comentarios, resultará muy interesante aprenderlas.