17 Ejemplos de la asombrosa lógica infantil, que desarmaría a cualquier adulto

Los niños viven en su propio país de la imaginación, y creen realmente en él. Ellos piensan y sienten de manera diferente. Lo que no parece nada para un adulto es a veces de gran importancia para un niño. Todo lo que queda es sorprenderse, y tal vez incluso aprender a mirar el mundo a través de los ojos de los más pequeños.

En Genial.guru nos deleitamos con las historias de los usuarios de Internet y comprobamos, una vez más, que la lógica de los niños es extraña e imprevisible.

• Me tiño el cabello de rubio en verano y de más oscuro en invierno. En otoño di clases en un centro de educación infantil. Una alumna de cuatro años miró mi nuevo color y se horrorizó:
  —Maestra... su cabello... ¿Por qué?
  —Soy como un árbol. Cambio de color en otoño.
  Se quedó en silencio un momento y preguntó con una mirada seria:
  —Y en invierno... ¿sin cabello? © energirl / Reddit
• Por la noche estaba sentado frente a mi computadora y mi hijo de 11 años se acercó y me dijo:
  —Papá, nos pidieron que lleváramos ojo de lata para el trabajo.
  —¿Ojo de lata? (No podía entender lo que me estaba diciendo). ¿Pero para qué?
  —No sé, papá, nos dijeron que llevemos eso.
  —Escucha, ¿tal vez confundiste algo? ¿Quizás necesites hojalata?
  —Oh, cierto, papá, hojalata. © kermet007 / Pikabu
• Es muy difícil ir al supermercado con mi hija de 7 años. Corre por los pasillos y pone en el carrito yogures con envases arrugados, manzanas podridas y plátanos demasiado maduros.
  —Mamá, nadie va a comprarlos. ¡Mira lo infelices que son! © valenayaspers / Twitter

• Mi hijo escribió su tarea de literatura: “La moraleja de Fabiola”. ¿Quién sabe qué Fabiola? Sus amigos lo escribieron de la misma manera. Y solo la chica del primer pupitre aclaró que la tarea sonaba como “la moraleja de las fábulas”. En los pupitres de atrás escucharon solo Fabiola. © gassieva / Pikabu
• Nos fuimos de camping en familia con nuestro padrino. Mi hijo menor se quejaba de que estaba cansado y le pedía al padrino que lo tomara en brazos. El padrino le respondió que él también estaba cansado y que quería que lo tomaran en brazos. “Te daré algo de dinero”, dijo, “y me llevas en brazos”. Mi hijo lo pensó y dijo que sí. Agarró la moneda y siguió caminando en silencio. El padrino le dijo: “Tomaste el dinero, ahora llévame en brazos”. Mi hijo respondió: “¿No ves que tengo las manos ocupadas? Llevo el dinero”. © Bella Suxitashvili / AdMe
• Mi primo, a la edad de 4 años, fue a la boda de unos parientes. Comió y bebió de todo, y cuando llegó la hora de irse, dijo en voz alta: “¡Gracias! No me gustó nada”. © Katerina Shv / Facebook
• Cuando tenía 5 años, pensaba que se podía comprar cualquier artículo por 1 USD, por ejemplo, una mansión por 1 USD, un televisor inteligente por 1 USD. También estaba convencido de que para comprar por Internet, lo único que había que hacer era meter el dinero dentro del teléfono. Y me sorprendí al enterarme de que el comercio tiene reglas diferentes. © whymydadleftme / Reddit
• Mi hermana mayor cambió una vez sus dos billetes de 1 USD por el mío de 5 USD porque “2 es más que 1”. © thecheeselouis / Reddit

• Le pedí a mi hijo, que tiene 16 años, que fuera a la tienda. Le estaba explicando detalladamente dónde estaba cada cosa y en qué estante. Me interrumpió: “¿Qué soy, un niño?”. Bueno, tenía que comprar un paquete de tocino, aceitunas negras sin carozo y tomates cherry. Comenzaron las llamadas, no contesté el teléfono —no tenía tiempo—. Volvió de la tienda: había comprado tocino, pero en lugar de aceitunas negras había comprado verdes, al menos sin carozo. Y dos tomates gigantes. Cuando le pregunté por qué, la respuesta fue: “¡¡¡No había pequeños, o mejor dicho, sí había, pero estos también son tomates!!! Llamé para preguntar, pero no me atendiste...”. © Tehnocom / Pikabu
• Me estaba arreglando para una fiesta y vestí a mi hijo de 5 años. Todo el mundo lo elogiaba, diciendo lo guapo que era. Interrumpí: “Bueno, que alguien me haga un cumplido a mí también, ¡soy una mujer después de todo!”. De repente, mi hijo se acercó y me dijo: “Señora, tiene usted un niño tan bonito...”. Todo el mundo, excepto yo, se estaba riendo, y yo me quedé muda. Lo que más me sorprendió fue: ¿de dónde sacó el “señora”? © Bella Suxitashvili / Genial.guru
• Mi hijo tenía 6 años y fue a la biblioteca. Volvió indignado: “¡Está cerrada!”. Dije: “¿Hay algún aviso en la puerta?”. “Sí”, dijo, “hay un cartel que dice ’Día del Médico’”. Por supuesto, me sorprendí un poco: ¿desde cuándo los bibliotecarios celebran el Día del Médico? Por la noche se me ocurrió. Pregunté: “¿No decía ’Día de desinfección’?”. Mi hijo: “¡Sí!”. © mamasahci / Pikabu
• Nuestro hijo se acercó a su padre y le preguntó: “Papá, ¿puedo casarme con mi abuela?”. Papá: “No, hijo, no puedes. Ella no es adecuada para ti”. El niño se fue, murmurando algo así como: “¿Cómo es que tú puedes casarte con mi madre y yo no puedo casarme con la tuya?”. © Shrikanth Shetty / Quora

• Me di cuenta de que la vejez había llegado cuando mi primo de 7 años me preguntó qué tipo de teléfono inteligente usaba de niño. Antes de que pudiera responder, su hermana de 11 años intervino: “¡¿Qué dices?! En su infancia no había teléfonos inteligentes. Usaban ábacos y jugaban con plastilina y arena”. Solo tengo 39 años. © Yessydo / Pikabu
• —Verónica, ponte las pantuflas. Estás tosiendo.
  —También toso con las pantuflas puestas. © spindenu / Twitter
• Un terapeuta vino al jardín de infantes para examinar a los niños. Le dijo a un niño: “Párate en una pierna”. El niño se acercó al médico y se paró sobre su pierna izquierda. © AlexBessonov / Pikabu
• Cuando visitábamos a mis abuelos, no me daba cuenta de que yo era pariente de ellos. Recuerdo que un día fui a su casa y les pregunté dónde estaban sus hijos, porque quería jugar con ellos. Estaban confundidos. Pregunté: “¿Los niños siguen en la escuela?”, o algo así. Cuando mis abuelos me dijeron que mi madre era su hija, pensé: “Vaya, así que esa es mi mamá”. © Mario_Speedwagon / Reddit
• Cuando era pequeña, mi hermana un día llegó a casa y dijo que tenía que llevar contrachapado a la clase de tecnología. Nos preguntamos por qué los niños, especialmente las niñas de 11 años, necesitarían contrachapado. Pero si es necesario, es necesario. Nuestro padrastro le trajo un contrachapado del trabajo. Volví del colegio y vi que todos en casa se reían. ¡Resultó que la maestra había pedido que llevaran espuma de poliuretano! Todavía no podemos imaginar cómo pudo confundirla con el contrachapado. Después de eso, molesté mucho a mi hermana con mis bromas al respecto. © JackTallanted / Pikabu

¿Alguna vez te has asombrado del vuelo del pensamiento de los niños?