18 Historias de niños que llegaron al mundo envueltos en risas

Mujer
hace 2 años

La situación de parto despierta todo tipo de sensaciones y emociones en los padres. Y todos esos nervios por la llegada del bebé pueden convertirse en humor de un segundo a otro, logrando que el momento sea recordado con una sonrisa por más de un aspecto. Al fin y al cabo, lo importante es ser feliz, y mejor si lo haces desde el momento de tu nacimiento.

En Genial.guru recopilamos algunas anécdotas de nuestros usuarios de Facebook en las que nos relatan cómo lograron hacer de este momento de tensión uno de los más divertidos de su vida.

  • La enfermera me presentó a mi primera hija y me dijo: “Mira qué linda, es tu hija” y yo solo atiné a decir: “Es igualita a cualquier bebé”. Me imagino que la anestesia me tenía algo dormida. © Laura Courlaender / Facebook
  • Cuando nació mi hija menor, la vi por primera vez y dije: “¡Ash! Se parece a su papá”. La doctora, preocupada, me preguntó si no debía parecerse a él. Supongo que pensó que había sido infiel. © Yasmin Lopez / Facebook
  • 24 horas de parto, ya en la “cumbre” para parir, mi esposo me decía que yo era fuerte, muy valiente y que podía con eso (supongo que para darme ánimos, yo estaba agotada). Lo había repetido al menos unas 10 veces en un lapso de un minuto, por lo que le dije “¡por favor, ya cállate!”. La enfermera le preguntó qué le había dicho y él respondió que le había dicho que me dolía mucho. © Karla Romero / Facebook
  • Cuando tuve a mi quinto hijo, vivía en el campo, y mi esposo salió a buscar a alguien me llevara a la ciudad. Yo estaba esperando frente a la casa cuando pasó una camioneta. Le hice señas agarrándome la panza. Bajó un joven y me dijo que él podía atenderme, que era veterinario. “Sí, pero yo no soy una vaca”, le dije. Me respondió que igual podía ayudarme, pero que si el niño era varón, tenía que llamarse Fernando. Así fue. Tuve un parto divino. Cuando mi marido regresó, no entendió nada. © Teresa Ortiz / Facebook
  • Mi pareja estuvo en mi parto, nervioso y pendiente en mí. Cuando el bebé por fin nació, el doctor le dijo: “Venga, papá, corte el cordón umbilical”, a lo que él respondió: “Córtelo usted, doctor, que es el que sabe”. Hasta el día de hoy se arrepiente de no haberlo hecho. © Marina Romero / Facebook
  • Cuando comienzan a abrirme para que nazca mi tercer bebé, escucho a las enfermeras decir que está pálido, que se va a desmayar, y era mi esposo, que no pudo con tanto. Las enfermeras estaban más preocupadas por él que por mí. © Mitsuko Yotsumoto / Facebook
  • Cuando fui a parir a mi primer hijo, me acompañaba mi papá. Me llevaron de apuro a la sala de parto, y mientras esperábamos a que llegara el doctor, con mi padre veíamos que las enfermeras nos miraban y hablaban entre ellas bien bajito... Solo cuando me referí a él como “papá”, una enfermera suspiró y dijo: “¿Papá? ¿Es tu papá o el del bebé?”. Estaban más preocupadas por el parentesco que había entre mi padre y yo que por mi hijo, que estaba naciendo, y el médico que no llegaba... © Vane Anzalone / Facebook
  • Mi cesárea fue tan bonita que conversé con los médicos todo el rato y terminé preguntándoles cuándo podría volver al gimnasio© Ines Cevallos Cohello / Facebook
  • Después de 36 horas de contracciones, me metieron a la sala de partos. De la fuerza que hice, me dio un calambre en la pierna, me agarré riendo y a la vez casi llorando. El médico, bien asustado, me preguntó “¿qué le pasa?”. Le conté y me masajeó la parte de la pierna en la que había tenido el calambre. © Jessikita Quintanilla / Facebook
  • Estaba acostada, esperando entrar a cirugía. Me dieron muchas ganas de ir al baño, y como era cambio de turno, no había nadie conmigo. Me levanté y caminé como pude; no tenía lentes, así que tardé mucho en encontrar el baño. Cuando regresé, todos estaban como locos buscándome. © Monica Mendezz / Facebook
  • Mi hermana menor me acompañó a parir. Cuando la partera me pidió que pujara en la siguiente contracción para que el bebé naciera, la miré y le dije: “Aún no, no tengo fuerza”. La partera me dijo: “Sí, ahora sí”. Mi hermana la miró y le dijo: “No lo va a hacer hasta que ella lo diga... no sabes lo que es mi hermana”. Luego de dos contracciones, grité: “¡Ahora sí!”. Mi hermana se rio y le comentó a la partera: “Te lo dije”. © Vane Anzalone / Facebook
  • Soy médica y entré en trabajo de parto con el mismo equipo de médicos y enfermeras con el que trabajaba en el internado, así que nos conocíamos todos, y los médicos habían sido mis profesores. Solo había uno nuevo que yo no conocía. Cuando mi bebé estaba por salir, el médico nuevo empezó a prepararse y yo le dije: “¡No! Tú no, que lo haga la enfermera, que ella lo hace bonito”. La enfermera me dijo: “Él también es bueno”, y nos reímos. Al final hizo un buen trabajo y todos me trataron con cariño. © Elianet Díaz Leyva / Facebook
  • Cuando rompí fuente, toda nerviosa, le dije a mi esposo: “Corre, que ya viene” y literalmente salió corriendo. © Dailen Benitez / Facebook
  • Después de parir, cuando la médica estaba por irse, me preguntó si no iba a querer nada (supongo que para el dolor). Solo se me ocurrió pedirle una Coca-Cola (tuve muchas horas de parto y sudaba como un puerco). © Yasmin Lopez / Facebook

¿Qué fue lo más gracioso o sorprendente que te sucedió en el parto? Déjanos tu respuesta en los comentarios.

Imagen de portada Teresa Ortiz / Facebook

Comentarios

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Después de 4 horas tratando de que fuera parto natural, pedí a gritos la cesárea, me agarre de una enfermera de donde pude para estar lista para la anestesia 😅 al final le dije que le debía una coca

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