20 Usuarios de Genial dicen por qué ya no dejan que nadie se quede en su casa

Historias
hace 2 años

Dejar que una persona se quede en nuestra casa no es cualquier cosa. Dentro de nuestro hogar manejamos ciertas costumbres o reglas, y cuando alguien externo llega a hacer algo diferente, nos puede causar incomodidad. Es por ello que no cualquiera permite que otro se quede a pasar la noche en su casa, incluso con la propia familia.

En Genial.guru reunimos algunas de las razones por las que nuestros lectores decidieron ya no dar asilo a nadie que vaya de “visita”.

  • Un sobrino de mi esposo me pidió que le diera hospedaje porque había conseguido trabajo por donde vivíamos. Durante un mes salía a las tres de la mañana y llegaba a medianoche, no lo soportaba, me di cuenta de que llegaba tan tarde no porque estuviera trabajando sino porque se iba de fiesta. Nunca me dio dinero ni para la luz, doy gracias que se haya ido aunque mi cuñada se haya enojado. En mi familia estamos acostumbrados a que si llegas a algún lugar debes ayudar y si te vas a quedar ahí, entonces colabora en lo que puedas, aunque sea lavando platos, así nos acostumbraron hasta el más pequeño y así lo mantenemos. Dedly Quintana / Facebook
  • En casa de mi esposo vivía su mamá y para colmo, le dio alojamiento a su hermana mayor y a sus dos sobrinos; durante esos meses fue insoportable vivir ahí. La hermana tardaba para buscar trabajo, no hacía nada, se la pasaba con el celular, el cuarto era una mugre y su mamá le limpiaba a ella y a sus nietos. No colaboraban ni para sacar la basura, limpiar su plato y mucho menos compraban despensa, agarraban de lo que yo compraba y mi suegra se ponía de su lado cuando no había comida. Se quedaron muy mal acostumbrados a que mi esposo de soltero les ayudaba siempre al darles para los recibos y los mantuviera, pero me cansé y hablé con él de cosas que no me parecían. Uno vive tan a gusto cuando está solo con el marido y los hijos, ese tipo de gente nunca te sabrá agradecer. DIan Iker A Lopez / Facebook
  • Una amiga del campo vino a vivir a mi casa para poder estudiar, estuvo mínimo 2 años y jamás aportó nada, ni comida ni trabajo. De lunes a viernes y algunos fines de semana utilizaba de todo, ducha, electricidad, comida, etc. Sus papás llevaban de todo a otra casa en donde se estaba quedando su hermana. A partir de ahí dije: “mi casa no es un hotel”, pasen, saluden y sigan con su camino. Cristina Fulgensi / Facebook
  • Mis tíos de Madrid vinieron a Sevilla para poder pasar el tiempo aquí y preparar sus cosas para una peregrinación, les ayudamos a comprar comida, llevarlos a otra ciudad, etc. Fumaban en el baño, cosa que ni nosotros hacemos, y lo dejaban todo sucio. Sonia Berruguete Hernandez / Facebook
  • A mis papás les encanta recibir gente en la casa. Tengo una prima que siempre que se queda en casa de ellos se levanta tarde y se baña tarde. En mi apartamento no recibo a nadie, solamente a mi suegra cuando viene. Mi apartamento es de 70 metros cuadrados, así que es la excusa para no recibir a nadie. Katherine Benavides / Facebook
  • Mis tías tenían la costumbre de enviar a sus hijos a mi casa para que terminaran el último año de la escuela. Nosotros somos 7 hermanos, mi papá no trabajaba, mi mamá tenía que trabajar y mantener una boca más, mis tías nunca enviaron nada de ayuda y cada vez que sus hijos regresaban al campo hablaban mal de nosotros, así fue por años hasta que crecimos y prohibimos esas visitas, con el tiempo nos terminamos alejando de ellos. Pao Mili / Facebook
  • Mi mamá dejó que viniera a la casa una hermana que no veía desde que era niña, ella era muy desagradable. Yo llegaba de la escuela y la encontraba acostada en mi cama, también comía como si el mundo se fuera a acabar, era muy incómodo tenerla en la casa y por más que pasaban los días no se iba. Un día mi mamá se obstinó y la corrió, pues la mujer nos quitó todos los regalos que nos había traído, ropa, discos, etc. Después se fue y no volvió a molestar en nuestra casa. Gabriela Rodríguez / Facebook
  • Una de mis hijas se casó con un norteamericano e hicimos la boda por el civil y por la iglesia a principio de los noventa. Sus padres, una tía y una amiga se hospedaron en nuestra casa, ellas salían a caminar y venían fascinadas con el gusto de los tomates y de las naranjas. Cada quien se compraba uno de cada uno y me dejaban con la comida hecha, lo hicieron durante todo el tiempo que estuvieron aquí. Zully Albacetti / Facebook
  • Yo alojé a un amigo pues, según me dijo, recién había llegado de otra ciudad a trabajar. Él comía y cenaba de lo que yo compraba con lo que ganaba haciendo música en restaurantes turísticos. Nunca levantaba un dedo para ayudar en nada y ni las gracias me daba, al mes que le pagaron en su trabajo no me dio nada, ni para el gas, el alquiler de la casa o para la electricidad que usaba. Un día le dije que cenara donde pudiera porque no le iba a traer más comida. Estaba molesto conmigo, como si mi obligación fuera darle todo. Tuve que decirle que se fuera, nunca más me habló y contó mentiras a sus amigos. A partir de ahí nunca más doy cobijo a nadie. Yuraqk Mayu / Facebook
  • Mis hermanas eran de dar posada a familiares y amigos. En una de esas, un “amigo” fue a su ciudad a buscar trabajo, ellas lo alojaron incluso cuando yo ya les había advertido de su fama de comerse todo lo de los demás, lo cual no me creyeron. El amigo no hacía nada, no les ayudaba en nada y arrasaba con todo lo del refrigerador, hasta que una de mis hermanas se hartó y le dijo que se fuera. Rocio Padillah / Facebook
  • Yo tuve un caso que se repitió dos veces con la misma persona, la primera vez vino por 15 días. Fue antes del día de las madres, menos mal que los hijos la vinieron a buscar y con mi “ayuda” se fue a regañadientes. Al año siguiente hizo casi lo mismo, pero en vez de dos semanas, se quedó por 45 días, y sin preguntarme si podía hacerlo. Yo intenté por todos los medios que se fuera antes,pero fue imposible, se hacía la desentendida hasta la última semana, en la que le pedí con todas las letras que se fuera con su familia y que no regresara más. Yo estaba cansada, ahora la veo de lejos y trato de “no estar” en casa. Era como una sombra detrás de mí, eso fue demasiado. Lucia Meili / Facebook
  • Un grupo de amigos y yo rentamos una casa, repartíamos gastos y quehaceres rotativos. Nos llegó un pariente joven de 20 años de un colega francés, Michael se llamaba, un tipo alto, flaco, con vestimenta de hippie y un morralito con un cambio de ropa. Bueno, para acortar la historia, vivió por 6 meses sin cooperar ni dar dinero, sin hacer quehacer y nunca se bañó, olía a rayos, además de que siempre estaba acostado, en el piso, en sillones, en la silla, en nuestras camas. A los 6 meses se graduó de la universidad, nos invitó y ahí vamos, ni lo conocimos cuando se integró al grupo de graduados, hasta que fue nombrado, vimos que vestía elegante, con ropa de marca, afeitado y cabello corto, nos acercamos a felicitarlo y solo nos saludo y salió. Afuera lo esperaba una limusina de la embajada de otro país para llevarlo al aeropuerto, resultó ser hijo de un ministro cuyo apellido ya ni nos acordamos. Así es, ¡nos engañó y bien y bonito! Profr Vic Garcia / Facebook
  • Me pasó con una ’amiga’ que se quería separar de su marido. Estuvo en mi casa una semana sin hacer absolutamente nada y actuaba como si yo fuera su empleada, además, tenía un niño al que no atendía. Lo peor es que regresó con su marido, el cual, cuando la vino a buscar, ni siquiera quiso entrar a mi casa y me trató mal por haberla acogido. Ahora ya no somos amigas. Maria Silva / Facebook
  • Yo tengo una prima que vive en provincia y venía todos los veranos con su familia a pasar sus vacaciones sin avisar, no colaboraba en nada y comían como termitas. Ni la invitábamos, avisaba que venía cuando ya estaba en el camión, si es que avisaba. Ah, pero después se iban a pasear y ahí se gastaban todo el dinero. La gota que derramó el vaso fue cuando dijo en Facebook que había alquilado una cabaña. Nos cansamos y la última vez que avisó que venía, mis hermanas le reclamaron todo lo que hacía y ya no la tuvimos que aguantar más. Lalita Islera / Facebook
  • En casa de mi mamá nos visitaba sin aviso un matrimonio de primos lejanos de ella, y se iban hasta altas horas de la madrugada. En ese tiempo mi mamá y yo trabajábamos y pues obviamente, rompían nuestras rutinas de tiempo. En serio, llegaban a las 5 de la tarde y se iban 2 o 3 de la mañana. Si se iban a las 10 de la noche iba muy bien. Y lo peor es que era entre semana. Ya después ni les abríamos la puerta, hasta nos escondíamos para no abrir. DA Lee TA / Facebook

¡Cuéntanos! ¿Qué experiencias buenas o malas te han pasado al hospedar a alguien en tu casa?

Comentarios

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A mí me pasó con un cuñado ,que tuvo un problema ,que peleó con un tipo ,y lo mandaron para mi casa, no trabaja ni nada ,yo trabajaba, mi esposo trabajaba en transporte público y siempre le deja su desayuno y todos ,hasta que mi esposo le hizo deligencia de que trabaje en un motor ,no aportaba con nada ,no se bañaba ,ni se cepillaba ,hedia a pichón muerto ,y le daba su dinero a los cueros ,después nos mudamos y le dijimos que tiene que aportar una parte de el alquiler ,no duró ni un mes más en mi casa de una vez se fue para donde su mamá. Y después mi esposo quería traer el otro hermano y le dije que no por qué mis hijas se quedan sola en la casa y ese es un hombre ya con sus mañas

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