17 Personas cuyas vacaciones no estuvieron exentas de situaciones de emergencia
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Tu rostro no solo es una forma de expresarte, sino que también puede revelar importantes indicadores de salud. Cambios en tu piel, ojos o rasgos faciales pueden ser señales de problemas de salud subyacentes. Prestar atención a estas señales puede ayudarte a detectar posibles afecciones a tiempo, brindándote una valiosa oportunidad para un diagnóstico y tratamiento oportunos.
ESTE CONTENIDO ES SOLO INFORMATIVO Y NO SUSTITUYE EL CONSEJO MÉDICO. CONSULTA A TU MÉDICO SOBRE TU SALUD Y CONDICIONES MÉDICAS.
El xantelasma es un pequeño bulto o crecimiento amarillento que suele aparecer en las esquinas de los párpados, cerca de la nariz. Se produce debido a la acumulación de colesterol debajo de la piel.
Aunque el xantelasma en sí mismo no es peligroso, puede estar relacionado con otros problemas de salud como diabetes, colesterol alto o trastornos de la tiroides. Su presencia también puede indicar un mayor riesgo de enfermedades cardíacas o niveles elevados de colesterol en el futuro, incluso si actualmente parecen normales.
Aproximadamente la mitad de las personas con xantelasma tienen colesterol alto, generalmente debido a condiciones hereditarias o problemas hepáticos. Para reducir el riesgo de desarrollar xantelasma, es recomendable mantener controlado el colesterol, tratar la diabetes y la hipertensión, evitar el tabaco y llevar un peso saludable.
Si bien el xantelasma no representa un peligro inmediato, puede ser una señal de otras afecciones. Seguir las recomendaciones médicas es clave para mantener bajo control la salud del corazón y el colesterol. Además, existen tratamientos para manejar el xantelasma, por lo que, si te preocupa, es recomendable consultar a un médico.
La queilitis angular se presenta cuando la piel en las comisuras de la boca se inflama, se agrieta o duele. A menudo es un indicio de otro problema, como una infección o una deficiencia vitamínica. Es común en personas mayores y puede estar relacionada con el envejecimiento, el uso de dentaduras postizas o ciertas afecciones bucales.
Si notas estos síntomas, es importante acudir a un profesional de la salud para identificar posibles causas subyacentes, como la deficiencia de vitaminas (especialmente del grupo B), hierro o zinc, ya que estos déficits pueden agravar la afección.
Llevar una alimentación equilibrada y tratar cualquier problema de salud subyacente puede ayudar a prevenir la queilitis angular. Si la afección persiste, lo mejor es buscar asesoramiento médico para recibir el tratamiento adecuado y descartar posibles deficiencias nutricionales.
El melasma es una afección cutánea común que provoca manchas marrones o marrón grisáceas, principalmente en el rostro. Estas manchas suelen aparecer en las mejillas, el mentón, el puente de la nariz, la frente y sobre el labio superior. Afecta con mayor frecuencia a las mujeres, especialmente durante el embarazo. También es más común en aquellas que toman anticonceptivos o tratamientos hormonales.
Suele estar relacionado con cambios hormonales, y en muchos casos, la pigmentación desaparece tras el parto o al suspender los anticonceptivos. El estrés también puede desencadenar melasma.
Aunque el melasma no es perjudicial para la salud, puede afectar la autoestima. Existen opciones de tratamiento, y un dermatólogo puede orientarte sobre cómo manejar la afección. Un equipo médico multidisciplinario, que incluya dermatólogos y otros especialistas, puede ayudar a mejorar el diagnóstico y ofrecer mejores resultados en el tratamiento.
Las milias son pequeños bultos blancos o amarillentos que aparecen en la piel, comúnmente alrededor de los ojos, las mejillas y, en ocasiones, en la frente u otras zonas. Están compuestas de queratina, una proteína de la piel, y se forman cuando esta proteína queda atrapada bajo la superficie cutánea.
Aunque pueden parecerse al acné o a los granos, no son lo mismo. Las milias pueden surgir después de un traumatismo en la piel o el uso de cremas con esteroides, aunque su causa exacta no siempre es clara.
Por lo general, las milias son inofensivas y suelen desaparecer por sí solas, especialmente en los bebés. Sin embargo, si no desaparecen o se encuentran cerca de los ojos, un médico podría extraerlas con un procedimiento seguro. Si aparecen en grandes cantidades, el médico podría evaluar otras posibles afecciones subyacentes.
El diagnóstico de las milias es sencillo y, en la mayoría de los casos, basta con una evaluación visual por parte de un médico. Si es necesario, podría derivarte a un dermatólogo. Es recomendable acudir al médico si tienes inquietudes o si las milias no desaparecen por sí solas.
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