6 Señales en tus senos que podrían indicar un problema de salud

Salud
hace 19 horas

Conocer nuestro propio cuerpo es fundamental, y revisar regularmente el pecho nos ayuda a estar atentos a cualquier cambio. Aunque la mayoría de las variaciones son inofensivas, algunos signos pueden requerir atención médica.

En este artículo, te explicaremos cómo examinar tu pecho correctamente y qué síntomas debes tener en cuenta. Si notas algo inusual, lo mejor es consultar con un profesional de la salud. La detección temprana puede marcar una gran diferencia para mantenerte saludable y segura.

ESTE CONTENIDO SE PROPORCIONA SOLO CON FINES INFORMATIVOS Y NO SUSTITUYE EL ASESORAMIENTO MÉDICO.
CONSULTA A TU MÉDICO PARA OBTENER ORIENTACIÓN SOBRE TU SALUD Y CONDICIONES MÉDICAS.

Cómo realizar una autoexploración de mamas y tórax

Para examinar tus senos o el pecho:

  • Obsérvate en un espejo: Colócate frente a un espejo y observa si notas algún cambio visible. Comienza con los brazos a los lados y luego levántalos para detectar posibles diferencias en la forma, tamaño o textura de la piel.


  • Prueba diferentes posiciones: Algunas personas encuentran más fácil realizar este examen acostadas o en la ducha, ya que esto puede mejorar la sensibilidad a los cambios.
  • Usa movimientos circulares: Palpa suavemente cada seno o los lados del pecho con movimientos circulares. Extiende la revisión hasta la clavícula y debajo de cada axila. Aplica tanto presión ligera como firme, pero evita presionar demasiado para no generar molestias.
  • Revisa los pezones: Palpa con cuidado alrededor y sobre cada pezón para detectar cualquier cambio inusual o bulto.

Realizar autoexploraciones con regularidad te ayudará a familiarizarte con tu cuerpo y a detectar cualquier anomalía a tiempo.

Además de observar cambios visuales, es fundamental palpar en busca de cualquier irregularidad que no sea visible. Usa la mano derecha para revisar el seno izquierdo y la mano izquierda para revisar el derecho. Puedes mover los dedos de tres maneras diferentes para asegurarte de realizar una autoexploración completa:

  • De arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba: Desliza los dedos en un movimiento vertical por todo el seno.
  • Movimiento circular: Mueve los dedos en pequeños círculos, cubriendo toda el área del seno, incluyendo la zona hasta la clavícula.
  • De lado a lado: Desliza los dedos de un extremo al otro del seno, asegurándote de no dejar ninguna zona sin revisar.

Indicadores de que podrías necesitar consultar a un médico

  • Variaciones en la apariencia del pezón:

El pezón puede volverse invertido (hacia adentro) cuando antes apuntaba hacia afuera. También puede presentar descamación, resequedad o formación de costras.

  • Secreción inusual del pezón:

    Cualquier secreción inesperada del pezón (que no sea leche materna) debe ser evaluada. El flujo puede ser transparente, blanco, amarillo, rosado, marrón o incluso con sangre. Si bien en algunos casos puede estar relacionado con condiciones benignas, también puede ser un signo de cáncer de mama.
  • Alteraciones en el tamaño o la forma de los senos:

    Un seno puede parecer más grande o tener una forma diferente al otro, incluso si no hay un bulto visible. Si notas un cambio en la simetría natural de tus senos sin una causa aparente, es recomendable que un profesional de la salud lo evalúe.
  • Bultos o nódulos firmes en la mama:

    La presencia de un bulto o masa firme en la mama o en la zona de la axila es una de las señales de advertencia más conocidas del cáncer de mama. Algunos bultos pueden sentirse duros, tener una forma irregular y no moverse, mientras que otros pueden ser más suaves y sensibles al tacto. No todos los bultos son cancerosos; muchos son quistes benignos o tejido fibroso. Sin embargo, cualquier masa nueva o inusual debe ser evaluada por un profesional de la salud.
  • Dolor persistente en el pecho:

    Si bien el dolor en los senos es común y suele estar relacionado con cambios hormonales, un dolor constante o sin explicación en un área específica debe ser monitoreado. Puede manifestarse como una molestia punzante, sorda o ardorosa, y sentirse tanto en la superficie como en el tejido profundo del seno. Si el dolor persiste y no parece estar relacionado con el ciclo menstrual, una lesión u otras causas conocidas, es recomendable acudir al médico para una evaluación.
  • Cambios en la piel:

    Presta atención al enrojecimiento, hinchazón, hoyuelos o pliegues en la piel de uno o ambos senos. La piel también puede verse irritada, engrosada o presentar una textura similar a la de la cáscara de naranja. Estos cambios pueden indicar inflamación, una infección o una afección subyacente que requiere atención médica.

La importancia de las mamografías en la detección temprana

Las mamografías, que son radiografías de baja dosis del pecho, pueden identificar tumores mucho antes de que crezcan lo suficiente como para causar síntomas. Detectar el cáncer a tiempo aumenta significativamente las probabilidades de un tratamiento exitoso. Estas pruebas están diseñadas específicamente para detectar tumores más pequeños que aún no son visibles ni perceptibles al tacto.

Según la Sociedad Americana del Cáncer, las mamografías regulares son la herramienta más eficaz para la detección temprana del cáncer de mama. Sin embargo, no identifican todos los casos, por lo que es fundamental mantenerse atenta a cualquier cambio en los senos. Como nadie conoce tu cuerpo mejor que tú, prestar atención a signos inusuales puede ayudar a obtener atención médica a tiempo.

Es importante mantener la calma si notas algo inusual. Recuerda que entre el 60 % y el 80 % de los bultos en los senos no son cancerosos. Aun así, siempre es recomendable consultar a un doctor para obtener una evaluación de tu salud.

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