6 Señales que tu cuerpo te da cuando podría necesitar más cobre y cómo solucionarlo fácilmente

Salud
hace 7 horas

¿Te sientes más cansada de lo normal, notas la piel más pálida o el cabello más débil? A veces, el cuerpo habla y uno de los responsables silenciosos puede ser la falta de cobre, un mineral esencial que muchas veces pasa desapercibido. Este micronutriente es clave para tu energía, tu piel, tu cabello y mucho más. En este artículo te contamos cómo reconocer las señales de advertencia y qué alimentos pueden ayudarte a recuperar el equilibrio desde adentro.

Cobre: el mineral que tu cuerpo necesita y probablemente no sabías

El cobre es un mineral fundamental que está presente en muchos alimentos y también se puede encontrar como suplemento. Aunque no se hable mucho de él, cumple funciones clave para que te sientas bien y llena de energía:

  • Participa en la producción de energía.
  • Ayuda a que el hierro se aproveche correctamente.
  • Es vital para el sistema nervioso, el sistema inmune, y la salud de la piel y los tejidos.
  • Incluso protege a tus células del daño oxidativo (sí, el que acelera el envejecimiento celular).
  • Uno de sus grandes protagonistas es la ceruloplasmina, una enzima que transporta la mayor parte del cobre en la sangre y está relacionada con el metabolismo del hierro.
  • Además, participa en procesos como el desarrollo cerebral, la pigmentación (sí, tu color de cabello y piel), la regulación hormonal y hasta la formación de nuevos vasos sanguíneos.

Posibles signos físicos de falta de cobre que no deberías ignorar

Aunque una deficiencia de cobre por alimentación es poco común, cuando sucede, el cuerpo lo hace notar. Uno de los síntomas más importantes es una anemia que no mejora con una mayor ingesta de hierro. Además, podrías presentar:

  • Fatiga persistente (relacionada con la anemia).
  • Mayor riesgo de infecciones (por disminución de los glóbulos blancos).
  • Problemas en la producción y maduración de las células sanguíneas.
  • Debilitamiento óseo, especialmente en bebés y niños con bajo peso al nacer.
  • En casos más raros: problemas neurológicos, crecimiento lento o pérdida de pigmentación.
  • Algunos trastornos genéticos también pueden alterar el metabolismo del cobre (como la enfermedad de Wilson), pero no están relacionados con una mala alimentación.

Cómo prevenir la deficiencia de cobre en tu alimentación diaria

El cobre no solo es esencial para tu energía, defensas y salud de la piel... ¡también está más cerca de lo que piensas! Este mineral se encuentra naturalmente en muchos alimentos, y si comes variado, probablemente ya estés cubriendo tus necesidades diarias sin darte cuenta. Algunos alimentos ricos en cobre son:

  • Hígado de res.
  • Ostras, cangrejo y almejas.
  • Frutos secos como semillas de girasol, avellanas, almendras y nueces de la India.

También lo puedes encontrar en:

  • Lentejas.
  • Champiñones blancos.
  • Chocolate semi-amargo y mantequilla de maní.
  • Cereales integrales.

Aunque existen suplementos de cobre (en diferentes formas químicas), no se recomienda tomarlos sin indicación médica, ya que un exceso puede ser dañino, sobre todo en personas con condiciones hepáticas o en bebés, donde el cuerpo aún no regula bien su absorción. Además, muchos multivitamínicos ya incluyen cobre en cantidades seguras.

El cobre puede parecer un detalle menor en tu alimentación, pero su impacto en cómo te sientes —y cómo te ves— es mucho más grande de lo que imaginas. ¿Qué alimentos ricos en cobre incluyes en tu alimentación diaria?

LOS CONTENIDOS SE FACILITAN ÚNICAMENTE CON FINES INFORMATIVOS Y NO PRETENDEN SUSTITUIR EL ASESORAMIENTO MÉDICO. CONSULTA A TU MÉDICO EN RELACIÓN CON TU ESTADO DE SALUD.

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