Cómo evitar recargos por el peso de tu equipaje cuando viajas y 7 trucos para empacar ligero

Curiosidades
hace 1 día

Viajar con todo lo que necesitas es una cosa; viajar ligero, con estilo y sin estrés, es otra muy distinta. ¿Cuántas veces te has enfrentado al dilema de empacar todo “por si acaso” y luego terminas arrastrando kilos de más que ni siquiera usas? Las aerolíneas lo saben y sacan provecho de quienes, como tú, sobrecargan su equipaje. Pero no te preocupes: a continuación, te compartimos 7 trucos comprobados para empacar ligero sin sacrificar tu outfit favorito, tus esenciales de skincare o ese libro que juraste terminar en la playa.

¿Viajas para sentirte libre como el viento o pesada como mula de carga?

Estudios aplicados en Estados Unidos han revelado que el 65 % de las personas siente más estrés empacando que durante el propio viaje, mientras que una encuesta en Reino Unido demostró que más del 60 % de los británicos empaca demás, siendo las personas de 25 a 34 años los más propensos a meter en sus equipajes demasiados artículos electrónicos y productos de aseo personal.

Arrastrar una maleta repleta de “por si acasos” no solo agota tu espalda, sino también tu billetera, porque si pones tu equipaje a reventar, terminarás asumiendo tarifas que pueden superar los $100 dólares por una sola maleta adicional.

Así es, empacar ligero no es asunto solo de mochileros. Otra investigación aplicada a 2,000 personas reveló que una de cada cinco terminó pagando en el aeropuerto un recargo por haber calculado mal el peso de su equipaje.

Pero que no cunda el pánico, viajar con menos no significa renunciar a tu estilo o a tu rutina de cuidado de la piel; significa ser más selectiva, más práctica y, sobre todo, más libre. Menos peso te permite moverte con agilidad, improvisar sin miedo y disfrutar del viaje sin estar pendiente de tu maleta como si fuera una criatura salvaje que tienes que domar.

De hecho, según la evidencia científica, adoptar una perspectiva más minimalista contribuye a una mayor sensación de libertad y bienestar emocional. Pero, ¿cómo lograr ese equipaje ideal que contenga todo lo que necesitamos para un viaje, sin que nos cueste más dinero y, además, nos haga sentir mejor con nosotras mismas? Toma nota:

1. Elige la maleta o la mochila correcta

A veces, menos es más. Sí, y cuando hablamos de espacio, esta idea también aplica. Jessie Beck, una viajera que, tras recorrer más de 35 países, se convirtió en experta en el arte de empacar, asegura que el mejor consejo que ha recibido en su vida fue: usar una mochila más pequeña. ¿La razón? Siempre encontrarás la manera de llenar cualquier maleta hasta el tope. Por eso, contar con menos capacidad significa más comodidad y, por supuesto, menos peso.

Por ejemplo, las maletas con ruedas giratorias de 360° y compartimentos organizadores te permiten moverte con libertad, sin sacrificar estilo ni funcionalidad. Por su parte, las mochilas de 25 litros ofrecen el espacio justo para llevar todo lo imprescindible en un viaje de una semana (o incluso más). Beck recomienda esta elección a quienes desean evitar cargos extra por equipaje, reducir el tiempo que dedican a empacar y desempacar o simplemente sentirse más ligeras y cómodas durante el viaje.

2. Haz listas de lo quieres y necesitas empacar

Antes de ponerte manos a la obra, es fundamental que pienses bien qué vas a meter en tu maleta o mochila. Comienza haciendo una lista de todo lo que crees necesitar y lo que te gustaría llevar.

Una vez tengas claras tus ideas, anótalas en la lista y revísala para afinarla cada vez más. Toma en cuenta que los artículos que pensaste pueden ir entrando o saliendo de la selección a medida que vayas avanzando en el proceso de empacar. También es recomendable revisar la lista después del viaje para checar si algo se quedó en el camino.

3. Asegúrate de empacar cosas multifuncionales

Antes de meter algo en tu maleta, pregúntate si lo usarás más de una vez y si cumple más de una función. Si la respuesta es “no”, piénsalo dos veces. Algunas prendas infalibles para esta filosofía incluyen un poncho, que puede reemplazar una chaqueta impermeable, un paraguas o una funda para mochila; un pareo, que funciona como toalla, manta de pícnic o falda; y pantalones convertibles que se transforman de largos a cortos con un simple cierre, ideales para pasar de una caminata a una cena improvisada.

Esta lógica también aplica a los zapatos: elige un par que te permita caminar cómodamente y que además combine con todos tus conjuntos. En cuanto a los dispositivos o artefactos electrónicos, procura llevar solo los imprescindibles y, si es posible, aquellos que cumplan múltiples funciones, como un cargador universal o un adaptador con entradas múltiples.

4. Usa la regla del 1, 2, 3, 4, 5, 6

Ya elegiste la maleta o la mochila perfecta, hiciste tu lista y seleccionaste la mayor cantidad posible de ítems multifuncionales. Sin embargo, seguimos en riesgo de llevar más ropa de la que necesitamos. Con la regla del 1, 2, 3, 4, 5, 6 podrás empacar solo prendas esenciales: 1 sombrero, 2 pares de zapatos, 3 pantalones, 4 tops (pueden ser de manga corta, larga o incluso una capa extra), 5 pares de calcetines y 6 pares de ropa interior. Esto te cubre para dos semanas.

A partir de ahí, personaliza tu lista con lo que necesites según tu destino: traje de baño, impermeable o cualquier cosa especial que requiera tu viaje. Lo ideal es no llevar más de siete días de ropa, sin importar la duración del viaje. Y recuerda: no pasa nada si repites algunas prendas, si haces las combinaciones correctas, tu estilo no sufrirá.

5. ¡Larga vida a los organizadores!

Este es uno de los inventos más eficientes para ahorrar espacio en el equipaje, según medios especializados en el tema. Estos organizadores optimizan el espacio utilizando una tecnología que empaca tu ropa al vacío con solo cerrar la cremallera. También conocidos como cubos de compresión, mantienen tus prendas y otros artículos de viaje bien organizados, lo que te permite tener todo a mano y te quita toneladas de estrés de encima. Eso sí, ten cuidado de no abusar del espacio que te ofrecen estos cubos y terminar con una maleta con todos los requisitos para ganarse una multa por peso. Recuerda, menos es más.

6. Reduce el tamaño de tus productos de aseo personal

Si vas a viajar por un par de semanas, no necesitas llevarte el bote entero de champú ni la enorme crema hidratante para todo el cuerpo. De hecho, en algunos aeropuertos, se solicita que todos tus productos líquidos, geles, cremas o aerosoles quepan en una bolsa de cierre hermético de un cuarto de galón. Para cumplir con esta norma, opta por bolsas tipo sachet o recipientes pequeños de 100, 50 o 30 mililitros para llenar con tus productos de higiene personal. Tu espalda te lo va a agradecer cuando no vayas cargando medio baño contigo.

7. Pesa tu equipaje antes de salir

¡Ya has empacado y, después de un buen proceso de selección y organización, todo está listo en tu maleta o mochila! Ahora es el momento de pesarlo en tu balanza portátil, así evitarás sorpresas cuando te toque registrar tu equipaje y estés lista para comenzar tu aventura.

Recuerda que las aerolíneas suelen tener un límite de 10 kg para el equipaje de mano y alrededor de 23 kg para el facturado. Pero, ojo, esto puede variar según la aerolínea, así que no olvides revisar las especificaciones antes de salir de casa.

Bono: Empaca con anticipación al estilo Marie Kondo

Empacar tu maleta no tiene por qué ser estresante ni un juego de Tetris imposible. Al contrario, puede convertirse en un momento zen si aplicas un poquito del método de Marie Kondo:

  • Empaca con anticipación. Una semana antes del viaje sería ideal, pero si no puedes, con uno o dos días bastará. De esta manera, podrás evaluar varias veces tus elecciones.
  • Dobla tu ropa en vertical para que puedas ver todo de un vistazo cuando abras la maleta, como si fuera una mini cápsula de orden. Los trajes van doblados y planos arriba; los brasieres, sin aplastar (por favor); y la ropa interior, en bolsitas prácticas.

Cuando salgas a comprar ropa para el viaje, elige siempre prendas con telas ligeras, duraderas y de secado rápido. Incluye siempre en tu maleta una toalla de microfibra, protector solar y al menos un traje de baño, nunca sabes cuando acabarás nadando.

Recuerda siempre considerar mucho los entornos que visitarás. Pon en práctica estos consejos y adáptalos a tu estilo. Un equipaje hecho estratégicamente podría ser determinante para que disfrutes tus viajes más que nunca.

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