8 Consejos simples para enseñar finanzas a un adolescente sin ser aburrido

Crianza
hace 2 días

El dinero suele ser motivo de discusiones entre padres y adolescentes. Los jóvenes normalmente quieren decidir por sí mismos en qué gastarlo, pero aún no saben administrarlo bien. Por eso, hemos reunido algunos consejos para ayudar a los padres a enseñarles a sus hijos cómo manejar el dinero de manera inteligente.

Se han utilizado imágenes creadas con inteligencia artificial.

Crea un sistema para dar la mesada

La mayoría de los adolescentes tiene una relación complicada con el dinero. Por un lado, están rodeados de muchas tentaciones: quieren vestir a la moda, presumir los mismos gadgets caros que sus compañeros, consentirse con antojos y asistir a conciertos. Por el contrario, todavía no tienen muchas oportunidades para ganar dinero, y a menudo no saben cómo gastarlo de forma inteligente.

Además, los adolescentes suelen tener deseos contradictorios, y la autoridad de los padres pierde importancia para ellos. Aun así, todo padre desea que su hijo aprenda a administrar bien su dinero, porque en unos años tendrá que hacerlo por su cuenta.

Algunos padres recomiendan darles a sus hijos una cantidad fija de dinero semanal para sus gastos, por ejemplo, a cambio de hacer tareas del hogar. Otros están en contra de esta práctica, ya que consideran que las labores domésticas son responsabilidad compartida y que a los adultos no se les paga por hacerlas.

  • Mi esposa decidió pagarle a nuestro hijo adolescente por ayudar en casa. Dijo que ya era un muchacho grande y que era momento de que aprendiera a ganarse el dinero. Bueno, nuestro flojo entendió muy rápido cómo funcionaba el asunto y, al cabo de un mes, se negaba incluso a levantarse de la cama si no le pagábamos. Tuve que ponerle un alto de inmediato. Mantuve el sistema de pagos, pero le dije a mi hijo que, a partir de ese momento, tendría que pagar por todos los servicios parentales: cocinar, lavar su ropa, y todo lo demás. Incluso hicimos juntos una lista con los precios. A la semana, fue él mismo quien propuso que replanteáramos todo el sistema.

Otra opción es pactar con tu hijo una cantidad fija para su mesada. Pero el dinero no debería gastarse en juegos o comida, sino en ropa. Comprar la ropa adecuada siempre ha sido un tema de discusión entre padres y adolescentes. Los jóvenes suelen tener una visión de la moda muy distinta a la de los adultos. Y si son ellos quienes compran su propia ropa, en primer lugar podrán elegir algo que vaya con su estilo, y en segundo lugar, aprenderán rápidamente a administrar mejor su dinero.

Empieza con algo sencillo: camisetas, shorts, ropa interior, y luego ve avanzando hacia prendas más costosas o complejas. No todos los niños sabrán cómo calcular un presupuesto desde el primer intento, y eso no tiene nada de malo. No los regañes por cometer errores; es mejor sentarse juntos con papel y lápiz y revisar en qué momento se desajustaron los gastos.

  • Hace un año, antes del regreso a clases, llevamos a nuestro hijo al centro comercial, le dimos algo de dinero en efectivo y lo dejamos ir a comprar lo que necesitara para la escuela. Una hora después, lo encontramos en la zona de juegos, gastando el dinero en maquinitas. No fue gran cosa. Simplemente, no estaba preparado para esa responsabilidad, así que decidimos acompañarlo y ayudarle a conseguir lo que realmente necesitaba. © formerpe / Reddit

Enseña a tu hijo a distribuir su dinero

En cuanto un niño tenga su propio dinero, es un buen momento para enseñarle a planificar un presupuesto. Por ejemplo, puedes pedirle a tu hijo adolescente que divida su dinero en tres partes:

El 50% se destina a necesidades básicas, es decir, cosas que deben pagarse sí o sí, como el transporte o los alimentos. El 30% puede usarse para pequeños gustos: videojuegos, salidas a cafeterías, cine, etc. Y el 20% restante se guarda en una alcancía para cubrir gastos imprevistos o para hacer una compra importante si es necesario.

Primero que nada, es importante hablar con tu hijo sobre qué considera él como gastos obligatorios y cuáles entrarían en la segunda categoría. Puede parecer una buena idea comprar una camiseta cara, sobre todo porque ir de compras suele hacernos sentir bien, pero lo más probable es que no sea algo indispensable. Para que tu hijo entienda mejor la diferencia, vale la pena llevarlo al supermercado un fin de semana y mostrarle qué cosas son realmente esenciales. También pueden planear juntos el presupuesto familiar del mes.

Intenta elegir junto a tu hijo para qué va a ahorrar

Por supuesto, se puede ahorrar dinero simplemente por el hábito, pero es probable que tu hijo se aburra rápidamente de hacerlo sin un objetivo concreto. Por eso, es mejor establecer una meta atractiva pero alcanzable, como unos tenis de moda, un celular o un videojuego. Sugerirle que ahorre para un coche o para sus estudios no suele ser buena idea: en primer lugar, porque tomará demasiado tiempo, y en segundo, porque probablemente no lo vea como algo relevante en este momento.

Al principio, es útil sentarse juntos a calcular cuánto tiempo tomará alcanzar la meta y cuánto deberá ahorrar cada mes. Si tu hijo ya tiene una tarjeta bancaria, pueden crear una cuenta separada y establecer límites para los retiros y las compras. Esto le ayudará a controlar impulsos y evitará que gaste en cosas innecesarias el dinero que ha logrado ahorrar.

No compres de inmediato todo lo que tu hijo pida

Una de las lecciones más difíciles, no solo para los niños, sino también para los adultos, es aprender a esperar antes de comprar algo que les gusta. A todos, sin importar la edad, nos cuesta resistir el impulso de gastar una buena cantidad de dinero en un gadget o en ropa que nos gusta. Por eso, no compres algo solo porque tu hijo lo pidió una vez, incluso si insiste en que todos sus compañeros ya lo tienen.

Es mejor pedirle que espere un par de semanas o incluso algunos meses. Lo ideal es pedirle que invierta su propio dinero en la compra; esto puede reducir el interés inmediatamente. Pero si tu hijo decide que vale la pena comprar ese objeto, no lo pagues tú a último momento. De lo contrario, se pierde el valor del esfuerzo y la espera, y además tu autoridad como padre puede ponerse en duda. Los adolescentes tienden a valorar más las cosas en las que han invertido su propio dinero.

Deja que tu hijo adolescente administre su propio dinero

La mejor forma de aprender a gastar dinero de manera responsable e inteligente, es a través de la práctica. Por supuesto, se puede explicar la teoría, pero si un niño no maneja el dinero por sí mismo, difícilmente lo recordará. Por ejemplo, puedes asignarle un presupuesto para su fiesta de cumpleaños y dejar que él decida dónde se celebrará, qué se necesita comprar y a quién invitar.

Además, es útil mostrarle los recibos de servicios como agua, luz o gas, y con el tiempo proponerle que observe cómo cambian los precios mes a mes. Si empieza a usar el agua o la electricidad con más conciencia, podrá entender la diferencia. Otro experimento interesante es pedirle que busque productos o artículos más económicos de los que compran cada semana. Si logra ahorrar dinero con esa elección, puede quedarse con la diferencia.

Los juegos pueden ayudar a tu hijo a manejar el dinero

Los conceptos básicos de educación financiera también pueden aprenderse a través del juego. El clásico Monopoly, por ejemplo, enseña a planificar los gastos, equilibrar ingresos y egresos, y guardar dinero para imprevistos. Además de este, existen muchos otros juegos de mesa y videojuegos que pueden ser útiles. Aunque no sean tan efectivos como el manejo de un presupuesto real, muchos niños están dispuestos a dedicarles mucho más tiempo.

Préstale dinero a tu hijo adolescente

Según expertos, los jóvenes aprenden a calcular mejor su presupuesto cuando tienen que cubrir ellos mismos gastos imprevistos, en lugar de pedir dinero a sus padres cada vez que surge algo. Por eso, es buena idea advertirles que las reparaciones de sus dispositivos o las compras urgentes son su responsabilidad.

Es mejor que aprendan esta lección en una etapa en la que los costos aún no son tan altos y los padres pueden apoyarlos. Después de todo, los adultos pueden prestarles una cantidad determinada de dinero y elaborar juntos un plan de pago. Aprovecha para hablar con tu hijo sobre si vale la pena prestar dinero a los amigos o, por el contrario, pedirles prestado. Esto dependerá mucho de los valores y actitudes que tenga cada familia frente a este tema.

Si tu hijo no quiere trabajar, a veces es mejor hacer un pequeño truco


Algunos padres se quejan de que, al llegar a la adolescencia, sus hijos prefieren pasar todo su tiempo libre en el sofá. Y aunque la mayoría de los adolescentes necesita dinero, no todos tienen prisa por buscar su primer trabajo.

Insistirles o regañarlos para que empiecen a ganar dinero cuanto antes no sirve de mucho. De hecho, eso solo puede generar conflictos.

Es más efectivo hacer un pequeño truco: pedir ayuda discretamente a algún familiar o amigo para que le ofrezca al adolescente un trabajo sencillo. Incluso puedes proponer compensar tú mismo el pago de ese “salario”. Una vez que tu hijo se familiarice con la rutina de trabajar, le resultará mucho más fácil buscar un empleo real por su cuenta.

Y aquí tienes algunas habilidades importantes que deberías enseñar a tu hijo antes de que cumpla 13 años.

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