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A veces, parece que el clima es cada vez más extremo y sus fenómenos cada vez más grandes. Nadie sabe con certeza cuál será la siguiente ciudad que se verá afectada por el clima, y quizás tú puedes ser uno de los afortunados que nunca enfrentará la fuerza de la naturaleza; sin embargo, no está de más preparar tu hogar para la situación más complicada. Por eso, Genial te trae una selección de estrategias para transformar tu hogar en el mejor refugio contra esos días en que el planeta decide mostrar todo su poder.
Un hogar de calidad tiene dos importantes características: está hecho para protegerte del clima y tiene un tiempo determinado de vida útil. Muchas reparaciones y modificaciones alargan la vida de la casa y la hacen más útil para diversos propósitos. Lo mismo sucede con el tema de los climas extremos. Muchas casas no están hechas para soportar el cambio climático y lo más seguro es que las nuevas condiciones del ambiente reduzcan la expectativa de vida de tu hogar. Adaptar tu casa a estos nuevos tiempos no solo será la mejor forma de conservar las paredes, también te ahorrará dinero a largo plazo y mantendrá los ambientes tan cómodos como si fueran nuevos.
El mejor diseño para una casa apta para climas extremos es un diseño flexible. Antes de decidir qué mejoras llevar a cabo, primero debes preguntarte qué fenómenos climáticos tienen más posibilidades de afectar la zona en la que vives y qué daños podrían causar en la vivienda. También debes tomar en cuenta la ubicación de tu hogar e investigar sobre las predicciones de cambio climático para la región en la que vives, de modo que puedas saber a lo que te enfrentas. No dudes en consultar con un profesional; un trabajo en equipo te ayudará a descubrir cuáles son las medidas más beneficiosas.
Prepararte para una tormenta podría ser sencillo si eres precavido. Una medida fácil que puedes tomar ahora es asegurar los objetos del exterior a un lugar fijo. Revisa las vallas o rejas, limpia las canaletas y no olvides las puertas y ventanas —una bisagra suelta podría no soportar la próxima tormenta—.
Adicionalmente, podrías colocar contraventanas y consultar con un profesional sobre el estado de aquellos árboles peligrosamente cercanos a tu vivienda, ya que una tormenta podría hacer que estos te caigan encima. Como última medida, comprueba que puedes cortar manualmente el suministro de energía, gas y agua.
Una inundación podría causar daños muy costosos de reparar, por lo que prepararte para una situación como esta te salvará de un gran apuro.
Una bomba de sumidero te ayudará a remover el exceso de agua que comienza a acumularse alrededor de tus espacios, así que instalar una es esencial. No olvides combinar la bomba con un drenaje pluvial, de modo que el agua tenga por dónde irse. En cuanto a tus paredes, asegúrate de que ninguna tiene rajaduras o algún espacio que permita el paso del agua; si las hay, repáralas ahora.
De ser posible, reemplaza los materiales de tu hogar por unos más resistentes al agua, como metal, hormigón o caucho. Tampoco dejes de lado los equipos de energía eléctrica: llévalos a un lugar elevado o instala una barrera contra inundaciones.
Los techos, ventanas, vehículos y demás objetos del exterior son los más vulnerables a una granizada —¡y peor aún si esa tormenta se vuelve un pedrisco de la nada!—. Para defenderte de este fenómeno, primero revisa tus techos e identifica los puntos más débiles. Si piensas que una reparación es necesaria, entonces aprovecha ese momento para reemplazar tus tejas por un material que resista impactos.
En cuanto a las ventanas y puertas, verifica que el sello alrededor de ellas está en óptimas condiciones. Una buena forma de asegurar que resistirán la próxima granizada es instalar contraventanas. Mientras lo haces, usa esa instalación para revisar tus canaletas, limpiarlas y reparar posibles abolladuras.
Se cree que, en los últimos tiempos, los incendios forestales han aumentado en un 170%, por lo que si sospechas que tu hogar es propenso a vivir una de estas catástrofes, es hora de tomar medidas.
Una estrategia práctica, a menudo poco costosa, es crear una barrera segura alrededor de tu hogar. En pocas palabras, se trata de eliminar cualquier elemento inflamable alrededor de tu vivienda. Lo ideal es que la barrera tenga una extensión de al menos 15 o 30 metros, dentro de los cuales no debe haber ni rastro de montículos de manera, árboles o arbustos secos o cualquier cosa que alimente el fuego. Si tienes vallas, no dejes que estas toquen tu casa y, de ser posible, cámbialas por unas a prueba de incendios. También puedes aplicar esta última idea a otros elementos de tu hogar: intenta cambiar tus techos, ventanas y puertas por materiales ignífugos; mientras menos cosas inflamables tengas, mejor.
Por otro lado —y aunque resulte peculiar— una piscina podría salvar tu hogar. Cuando el incendio inicie y todo lo demás falle, la piscina tendrá agua suficiente para ayudar a los bomberos a apagar el fuego, por lo que instalar una no solo será divertido, también te podría salvar algún día. Si no puedes instalar una piscina, quizás colocar una cisterna o un gran contenedor de agua sea lo ideal.
Quizás pienses que una sequía no afectará la estructura de tu hogar, pero considera esto: el suelo donde descansa tu vivienda es el principal afectado en este fenómeno. Una sequía prolongada puede hacer que los cimientos se muevan, se rompan o simplemente se hundan. Todo eso sucede porque el suelo pierde humedad y algunas cavidades empiezan a formarse entre la base y la tierra. Cuando la lluvia vuelve a humedecer el suelo, este último se expande, lo que termina por causar más daño.
Si notas que las puertas ya no cierran fácilmente, el suelo no está plano o puedes ver un espacio entre la base y la tierra, entonces la sequía ya ha hecho daños en la propiedad. Para evitar este escenario, mantén el suelo húmedo solo cuando sea necesario y posible.
Las plantas también pueden ayudar en esta tarea. Como regla general, los árboles deben estar lejos de los cimientos y los pequeños arbustos más cerca que nunca. Esto se debe a que estas plantas ayudan a la tierra a retener humedad —¡y el resultado es mejor si tienen mantillo!—.
Adicionalmente, repara las grietas con silicona o poliuretano, ya que son materiales que soportan la expansión y contracción de cimientos.
Con el aumento de la temperatura del aire y los océanos, la ocurrencia de huracanes es cada vez más frecuente. Si vives en una zona donde los huracanes son un fenómeno conocido, lo mejor será adaptar tu hogar para una temporada donde este fenómeno sea pan de cada día.
Empieza por renovar el techo de tu hogar. Lo mejor será reemplazar el material original por uno metálico, como aluminio, zinc o cobre. Este tipo de techos está especialmente diseñado para soportar vientos de hasta 250 kilómetros por ahora y también resiste impactos.
Instalar contraventanas es esencial para resistir un huracán. Ya que el viento se llevará muchas cosas a su paso, lo más probable es que alguno de estos objetos choque contra tu propiedad y aquí es cuando la contraventana entra en acción. Puedes escoger un lindo modelo clásico que se adapte a tu fachada o, si prefieres mantener tus ventanas libres, puedes instalar una contraventana provisional que puedas remover una vez haya pasado el peligro. También existen opciones automáticas, que solo se despliegan cuando es necesario.
Si no tienes un sótano, entonces el mejor lugar para resguardarte es una habitación sin ventanas. Puedes modificar algún interior de tu vivienda para agregar un cuarto seguro. Este lugar debe tener paredes de concreto y una puerta de acero —así te asegurarás de que estás protegido contra impactos—.
Cuando las temperaturas bajan a niveles extremos, muchas cosas pueden fallar a la vez. Empieza por revisar el interior de tu hogar, sobre todo las tuberías. Estas pueden congelarse si el frío es intenso, así que cualquier fuga, goteo o pieza oxidada podría causar una situación negativa. Una vez las hayas reparado, considera la opción de aislarlas y piensa en hacer lo mismo con los ambientes o áreas propensos a vientos helados. Las cintas calefactoras te servirán de mucho si necesitas conservar el calor en un lugar determinado. El frío también puede dañar tu sistema de agua, así que verifica que las llaves de paso que controlan las tuberías funcionan correctamente.
La mejor forma de conservar el calor dentro de tu hogar es aislar puertas y ventanas. Usar espuma aislante o burletes te ayudará a mantener tus ambientes cálidos y quizás sea una buena forma de ahorrar energía.
También debes echarle un ojo a las tuberías del exterior y repetir el proceso de aislamiento. Asimismo, limpia tus veredas y entradas; si hay nieve, usar sal puede ayudarte en esta tarea. No olvides que el suelo estará especialmente resbaloso, así que, mientras trabajas, añade unos crampones para hielo a tus zapatos. Finalmente, reúne madera y carbón por si el calefactor falla.
Un calor extremo no solo es insoportable, sino que muy seguramente dañará las estructuras de tu hogar deformando el suelo o desplazando cimientos. Además, si tienes un sistema de aire acondicionado, sabes que la cuenta de energía será muy alta en aquellas interminables olas de calor.
Aquí también debes aislar tus ambientes, esta vez para prevenir que el aire frío escape y así ayudar a tu sistema de aire acondicionado. Luego de terminar con las paredes, pasa a las ventanas. Examínalas y determina si es momento de cambiarlas. Existen ventanas especialmente hechas para bloquear la transmisión de calor. Si no te parece necesario cambiarlas, entonces solo asegúrate de que están bien selladas y agrega una lámina bloqueadora de rayos ultravioleta.
Si tienes un sistema de aire acondicionado y ventilación, comprar un ventilador para los conductos ayudará a propagar el aire frío. En caso de que tu hogar no tenga un sistema, considera la posibilidad de instalar una ventilación por intercambio de calor. Este mecanismo reemplaza continuamente el aire de tus interiores por aire fresco del exterior.
Por otro lado, si quieres agregar un lindo toque verde a tu hogar, plantar árboles que den sombra siempre será una buena opción.
Ya hemos explorado las opciones para combatir diversos fenómenos en un clima extremo. Sin embargo, estos consejos te ayudarán en cualquier situación e incluso puedes emplearlos para optimizar el uso de recursos en tu hogar:
Muchas de estas medidas son sencillas de llevar a cabo, pero algunas tomarán tiempo. Nunca dudes en llamar a un profesional para realizar alguna de estas mejoras. Puede que parezca tedioso o caro, pero realizar reparaciones sin la guía profesional adecuada quizás termine costándote una fortuna. ¿Ya pensaste qué consejo implementarás primero? ¿Tienes alguna otra estrategia en mente? Comparte con Genial tus ideas y enfrentemos el clima extremo juntos.