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La noche de sueño puede determinar cómo va a ser su día siguiente, tanto física como psicológicamente. Buenas horas de descanso pueden dejarte más productivo y de buen humor, al paso que la mala calidad del sueño tiene potencial para impactar tu salud y, incluso, traer enfermedades. Cuando dormimos, nuestros cuerpos están en pleno funcionamiento, desde la eliminación de toxinas hasta la reparación del sistema inmunológico. En este artículo, traemos 9 consejos para mejorar sus hábitos nocturnos y despertar con más energía y menos estrés.
En un mundo de conexiones constantes, siempre tenemos una pantalla delante, ya sea el móvil, el ordenador o la televisión. Estudios de la Universidad de Harvard, revelan que la luz azul que emiten estos dispositivos interfiere directamente en la producción de melatonina, una hormona que influye directamente en nuestro reloj corporal. Con el aumento de la estimulación mental y al no recibir las señales para empezar a descansar, el cuerpo puede quedar despierto más tiempo.
Este consejo está directamente ligado con el anterior. Al desconectar de las pantallas, puedes evitar la sobre estimulación mental que a veces dificulta conciliar el sueño. En vez de quedarse en el móvil, leer un libro o escuchar música ayudan a relajar el cerebro, reducir la ansiedad y mejorar la calidad del sueño. Incorporar la lectura o la música como parte de la rutina nocturna establece una señal para el cuerpo, indicándole que es hora de prepararse para dormir.
Acostarse y levantarse a la misma hora todos los días ayuda a mantener reguladas las hormonas, y mejora el estado de ánimo y la disposición. Al establecer un horario constante para dormir y despertarte, el cuerpo se adapta a un ciclo constante y más eficiente, lo que permite sentirse más descansado y con más energía durante el día. Además, establecer una rutina de sueño también puede promover mayor disciplina personal.
Así como seguir un horario para acostarse y levantarse todos los días, la exposición a la luz solar también ayuda a sincronizar el reloj corporal. La luz natural en la mañana promueve la producción de serotonina, que durante la noche se convierte en melatonina, mejorando la calidad del sueño. Al menos 30 minutos diarios de luz del sol son importantes para distintos aspectos de la salud, como el bienestar visual y emocional, por ejemplo, además de aumentar los niveles de vitamina D. Un breve paseo por la mañana o colocarse donde dé el sol a través de una ventana o balcón pueden ser formas de exponerse a la luz natural.
Crear un buen ambiente para dormir también influye en la calidad del sueño. Alejarse de las distracciones sonoras - poner el móvil en modo silencioso, por ejemplo —, reducir la luz ambiente e intentar mantener una temperatura fresca son algunos consejos para mejorar el entorno.
Si no consigues dormir dentro de 20 o 30 minutos después de acostarse, una sugerencia es que te levantes y pruebes alguna actividad relajante que te provoque sueño. Los consejos del punto número dos de este artículo pueden funcionar. Al dar vueltas sin poder dormir, el cerebro puede asociar la cama con la frustración y la ansiedad, lo que repercute en el sueño.
Hacer ejercicios regularmente tiene una serie de beneficios como ayudar el cuerpo a relajar, desconectar de preocupaciones y reducir el estrés. El deporte contribuye a que el cuerpo esté cansado, de manera saludable, lo que permite que el sueño sea más largo y profundo. La combinación de actividad física y descanso es fundamental para una buena salud mental.
La respiración profunda activa la parte del sistema nervioso responsable de relajar el cuerpo. Esto disminuye los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que reduce la ansiedad. Al disminuir la tensión física y mental, la respiración profunda permite que el cuerpo se relaje más rápidamente, favoreciendo un sueño más profundo y reparador.
Además de ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, usar técnicas de visualización antes de dormir es un hábito efectivo para mejorar la calidad del sueño y promover el bienestar emocional. La visualización es una herramienta poderosa que nos desconecta de pensamientos negativos o ansiosos y facilita un estado mental relajado.
Un consejo es imaginar un lugar tranquilo, como una playa, un bosque, un campo abierto o una montaña, sus sonidos y olores. Esta práctica puede ser combinada con la respiración profunda del tópico anterior.
Mantener una buena rutina de sueño es un paso fundamental hacia una buena salud mental. Con el cuerpo descansado, la mente funciona mejor y disminuyen la ansiedad y el estrés. En este artículo, te hemos dado algunos consejos para dormir mejor que pueden ayudarte a tener una mente más sana. ¿Qué más recomendarías a nuestros lectores?