El verdadero motivo por el que Julio y Enrique Iglesias no se hablaron durante una década

hace 1 mes

La conflictiva relación entre Enrique Iglesias y su padre, Julio Iglesias, ha sido tema de rumores y especulaciones en el mundo del espectáculo durante décadas. El éxito de ambos es innegable. Sin embargo, no es un secreto que las tensiones y las desavenencias han reinado en este vínculo por encima de cualquier otro sentimiento. ¿Rivalidades? ¿celos? Aquí te contamos el punto de partida: la decisión de Enrique Iglesias que llevó a su padre a no hablarle por más de una década.

Julio Iglesias ha tenido tres hijos con Isabel Preysler, su primer matrimonio: Chábeli, Julio Jr. y Enrique. Los tres en alguna medida incursionaron en el mundo artístico, aunque Enrique es sin dudas el que más se destaca por su talento.

Enrique Iglesias ha alcanzado un nivel de reconocimiento similar al de su padre dentro de la industria musical. Curiosamente, Julio nunca respaldó la carrera musical de su hijo, a diferencia de lo que hizo con Julio Iglesias Jr., quien, por cierto, jamás logró gran notoriedad.

Enrique inició su carrera en 1995 y ha vendido más de 70 millones de producciones musicales desde entonces, alcanzando un éxito masivo por méritos propios. Ocurre que al parecer son estos propios méritos los que han generado la ira de su famosísimo padre, que nunca lo apoyó en su decisión de dedicarse la música.

¿Qué fue lo que hizo enojar tanto a Julio? Lo que habría causado la ira del cantante fue que su hijo hubiera decidido recorrer el mismo camino que él pero a sus espaldas, sin pedirle ayuda o siquiera una opinión.

Pero Enrique no estuvo del todo solo en este lanzamiento. Quien lo ayudó y apoyó en sus comienzos fue ni más ni menos que su niñera, Elvira Olivares. Ella cuidó de él y sus dos hermanos durante toda su infancia. Para él, ella ha sido como una segunda madre, la que desde siempre fue testigo de su pasión por la música. Sí, Enrique amaba la música y componía canciones desde niño, pero era un secreto que solo compartía con Elvira.

Es que a pesar de lo que mostraban las fotos de aquellas épocas, la relación entre Enrique y su padre nunca ha sido idílica. Él era un hombre exigente y sus altas expectativas hacían creer a su hijo que siempre estaría a su sombra.

«Es mi segunda mamá, la mujer que me premiaba cuando era necesario, la persona con la que más tiempo compartí. La amo más que a mí mismo, es una de las personas más importantes en mi vida. La única en la que podía confiar». Así habla Enrique de Elvira. Después de leerlo, queda claro por qué recurrió a ella para convertir su sueño de ser artista en realidad.

Es que fue Elvira quien costeó el primer demo de la estrella. Claro que para todo se necesita dinero y, a pesar de pertenecer a una familia a la que no le faltaba nada, no recurrió a nadie de su sangre para pedir ayuda. Fue Elvira quien le prestó los 500 USD que tenía ahorrados para comenzar a emprender su camino, que desde entonces parece estar plagado de rosas.

Pero Enrique no solo buscó una productora a espaldas de su padre: también ocultó su apellido y se presentó bajo el seudónimo de Enrique Martínez para evitar que alguien adivinara el parentesco. No pidió consejo y renegó de su nombre, Julio tomó estas actitudes como una falta de respeto.

«Una porquería, no va a llegar a ningún lado, el que sabe de música soy yo y debería haberse apoyado en mí. No va a vender», vaticinó el inolvidable intérprete de «Abrázame». Bastaron tres meses para que Enrique Iglesias vendiera un millón de copias. «Has vendido un millón porque eres mi hijo», atacó Julio.

Enrique ha admitido que este rechazo solo lo impulsó a esforzarse aún más para alcanzar mayores logros. Incluso llegó a retirarse de un estudio de radio en Nueva York cuando lo presentaron como «el hijo de Julio Iglesias» y se negó a participar en un especial sobre hijos de famosos.

Una vez que el joven se consagró en el mundo de la música, la rivalidad entre ellos no hizo más que subir de nivel.

Desde el entorno del cantante aseguran que Julio es un competidor nato y que sobre todo le molestó que su hijo se haya convertido en el latin lover de las nuevas generaciones.

La competencia se hizo explícita cuando padre e hijo coincidieron en el premio al Mejor Cantante Latino. Allí el ganador resultó ser Julio, quien triunfante le dedicó unas filosas (y a la vez sinceras) palabras a su hijo: «Sobre todo quiero decirle a mi hijo que, mientras siga subiendo a los escenarios, seguiré compitiendo con él».

Con el tiempo, las tensiones entre padre e hijo parecieron disiparse. Durante una entrevista en Televisión Española, el ex esposo de Isabel Preysler expresó su orgullo y amor por su hijo menor al decir: «Enrique puede llegar donde quiera llegar él».

Enrique Iglesias hoy está en pareja con la tenista Anna Kournikova y es un padre cercano y cariñoso que mantiene un perfil bajo y rara vez concede entrevistas o participa en eventos sociales. En esto sí, se diferencia por mucho de su padre.

Ser parte de la familia Iglesias-Preysler fue sin dudas un desafío para Enrique, que padeció mucho el alejamiento de la familia. Será por eso que al fundar su propia familia junto a la ex tenista Anna Kournikova se propuso no repetir la misma situación. Enrique participa activamente en la crianza de sus hijos y, a pesar de su agenda apretada, dedica la mayor cantidad de tiempo posible a estar con ellos y con Anna. Juntos forman una de las parejas más estables y duraderas del mundo del espectáculo.

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