La historia de la persona más anciana del mundo, quien conoció a Vincent van Gogh y dijo que nunca le agradó

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hace 2 años

Un centenario es una persona que ha vivido 100 o más años. Jeanne Calment fue una de ellas. Llegar a esa edad es tan raro que muchos escépticos no creen que sea posible. Algunos de ellos incluso elaboraron la teoría de que Calment murió y su hija se hizo pasar por ella durante el resto de su vida. Sea cierto o no, vale la pena leer su historia.

En Genial.guru nos impresionó mucho esta mujer que vivió más de 100 años, y esperamos que tú estés igual de ansioso por conocer su historia de vida.

Jeanne Calment vivió 122 años

Jeanne Calment nació en Arlés (Francia) en 1875. En aquella época, la esperanza de vida de una mujer era de 45 años. Pero ella consiguió vivir casi tres veces más, y su vida era todo menos aburrida.

Calment llegó a afirmar que conoció a Vincent van Gogh en un taller de pintura donde le ayudaba a su futuro marido cuando tenía 13 años. Curiosamente, él no le causó una buena impresión. Calment dijo que era feo, que no olía bien y que era grosero.

Una vida larga: un don o una maldición

En 1898, Calment tuvo una hija, Yvonne. Desgraciadamente, murió en 1934, dejando atrás a su marido y a un hijo de 7 años, a quien Calment y su esposo, Fernand, criaron como propio. En 1942, ella sufrió otra pérdida, esta vez fue su marido. Se podría decir que su larga vida fue una maldición porque sobrevivió a muchos de sus parientes más cercanos. En 1963 perdió a su nieto y a su yerno.

En 1988, con 112 años, fue reconocida como la persona más anciana del mundo. Tiempo después, otra mujer recibió este título, pero en 1991, tras su muerte, volvió a recaer en Calment. En ese momento tenía 116 años y vivió hasta los 122.

Algunas personas no creen que sea posible vivir tanto tiempo

Es comprensible que algunas personas estuvieran convencidas de que no era posible vivir hasta una edad tan avanzada. Y hubo un equipo de investigadores que confirmó que Calment era efectivamente quien decía ser. Uno de ellos, un demógrafo, dijo que era una “chica dura”. Incluso a esa edad, se levantaba a las 6:45 y hacía una rutina de calistenia.

“Fotos de Jeanne Calment. 120 años de recuerdos”.

Sin embargo, en 2018 hubo otra oleada escéptica de interés por Calment. Valery Novoselov, un geriatra ruso, anunció que quería demostrar que Calment era una impostora y que en realidad no vivió hasta los 122 años. Compartió sus ideas al respecto con un matemático, Nikolay Zak, quien estuvo de acuerdo con él.

Según sus cálculos, era muy improbable que alguien viviera 122 años. Sin embargo, los modelos matemáticos creados por otros investigadores demostraron que, en realidad, no era imposible vivir hasta una edad tan avanzada. Además, existen casos bien documentados de personas que vivieron casi tanto tiempo.

Había ciertas pruebas que parecían apoyar las opiniones de Novoselov y Zak. O, al menos, las interpretaron a su favor. Otras investigaciones los llevaron a la teoría de que la persona que decía ser Jeanne Calment era en realidad su hija, Yvonne.

Afirmaron que, según creían, fue Jeanne Calment quien murió en 1934, y su familia dijo que era Yvonne para evitar los impuestos de la herencia. Sin embargo, esta teoría fue desmentida por un investigador que explicó que esos impuestos de sucesión no podían suponer una carga económica para la familia, por lo que no había razón para que cometieran un fraude.

También hubo otros escépticos y teorías. Sin embargo, había suficientes personas y documentos que podían verificar que Jeanne Calment era efectivamente Jeanne Calment y no otra persona, y que vivió 122 años.

Su personalidad es algo para recordar

Uno podría esperar que alguien que vivió una vida tan larga como la de Jeanne, que tuvo que presenciar la muerte de sus seres queridos, se volviera reservado y tal vez incluso cínico o gruñón. Pero esa no era Jeanne Calment.

Cuando cumplió 100 años, se dirigió a las casas de todas las personas de Arlés que le deseaban un feliz cumpleaños para darles las gracias. Y tampoco perdió su espíritu más adelante en la vida. A los 120 años, dijo a los periodistas: “Veo mal, oigo mal, no siento nada, pero todo está bien”. Y continuó: “He esperado 110 años para ser famosa. Pienso disfrutarlo”.

En cuanto a cómo consiguió vivir tanto tiempo, nadie lo sabe realmente. Ella misma creía que era gracias a la risa y al aceite de oliva. Otros creían que se debía a su dieta rica en azúcar: comía medio kilo de chocolate a la semana e ingería postre con cada comida. Un investigador médico incluso sugirió que se debía a que era “inmune” al estrés.

¿Crees que 122 años es una vida demasiado larga o te gustaría vivirla igual? Queremos saber tu opinión. ¡Cuéntanos en los comentarios de abajo!

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