La historia de un padre que no se cansa de demostrarle a su hija cuánto la ama

Historias
hace 2 años

Fueron raras las ocasiones en las que mi padre dijo “te amo”. La verdad, no logro recordar la última vez que lo hizo. Él tampoco acostumbra a darme abrazos, pero eso no es un problema, pues mi papá decidió decir “te amo” con actitudes. De la infancia a la vida adulta, tuve el privilegio de poder vivir muchos momentos de calidad a su lado. Y cuando se tiene un padre tan presente como el mío, es posible obtener recuerdos imposibles de olvidar.

Mi nombre es Daisy, y hoy quiero compartir con Genial.guru esos momentos claves y de mucho amor que tuve la oportunidad de vivir junto a mi gran padre, Roberto.

Mi papá es de aquellos que ponen solo “Ok” en los mensajes de WhatsApp, pero cuando voy a visitarlo, me llena de atenciones. Está casado con mi madre hace más de 40 años. Siempre que llego a su casa, ya en la puerta, siento el delicioso aroma de la cena que él está preparando, aunque solo sea un arroz recién hecho. Por eso, papá me insiste en que avise cuando voy a aparecer por allí, para poder recibirme de la mejor manera posible.

Con él aprendí muchas lecciones, ya sea sobre la vida o sobre temas escolares. Mi papá no terminó los estudios. Aun así, me enseñó cosas que no se aprenden en la escuela.

Cuando era pequeña, muchas veces tuve que acompañarlo hasta el trabajo para no quedarme sola en casa. Me llevaba en el asiento trasero de la bicicleta. Recuerdo que siempre me decía: “Cuidado con los rayos, hija”, con miedo de que mis pies quedaran atrapados entre los radios de las ruedas. El viaje también era un momento que aprovechábamos para conversar o para que él me explicara matemáticas. ¡Sí! Mientras pedaleaba, mi padre me enseñaba los números romanos y las tablas de multiplicar, que eran mis puntos débiles en la escuela.

Mi padre es un albañil hecho y derecho. Lo vi construir viviendas desde los cimientos hasta el techo. Él luchó mucho para que no faltase nada en casa, en todos los aspectos, materiales y sentimentales. Inclusive se preocupaba mucho más por mi bienestar que por el suyo propio.

Tengo en la memoria una situación que dice mucho sobre esto: hice un entrenamiento que duró una semana y el lugar estaba cerca del trabajo de mi papá. A la hora del almuerzo, durante el entrenamiento, él aparecía feliz trayéndome una lonchera llena de comida, muy ordenadita. Mientras comía, aprovechaba para hablar con él. Una vez le pregunté: “Ya comiste, ¿verdad, papá?”. Y él me contestó: “Sí, en el trabajo”.

Pasó mucho tiempo, cerca de diez años o más, y en una de esas conversaciones casuales con la familia, mi padre comentó que en la época del entrenamiento me daba su almuerzo. Me quedé estupefacta cuando me contó que él comía un poco y dejaba el resto para mí. La lonchera parecía intacta, por eso me costó creer que hubiera tocado algo de la comida. Como dije, él era albañil, tenía un trabajo pesado, necesitaba alimentarse bien. Pero con su gran amor paterno, no veía el problema de compartir su almuerzo conmigo.

Siempre estuvo presente en mi vida. Celebramos juntos mis conquistas, me apoyó en momentos difíciles con sus sabios consejos y me hizo reír muchas veces (con sus historias y bromas repetidas). Mientras, yo iba creciendo a ojos vistas. Llegué a la adolescencia y me tocó anunciarles a mis padres que iba a presentarles a mi primer novio. Mi papá, evidentemente emocionado (a pesar de no derramar una lágrima), me dijo: “Recuerda que siempre serás mi pequeñita”, o sea que no importaba cuánto yo creciera, su cuidado y cariño permanecerían iguales.

Cierta vez escuché una frase: “Una hija nunca debe aceptar del marido menos amor del que recibió de su papá”. Bueno, no es de extrañar que hoy esté casada con un hombre maravilloso. En verdad, ¡soy una mujer con suerte!

A medida que envejezco, reconozco más y más la fuerte influencia que un padre puede ejercer en la vida de un hijo. Existen muchas maneras de decir “te amo”, y mi papá decidió hacerlo con acciones. Solo quiero que él sepa que jamás lo abandonaré en la vejez y que nunca olvidaré sus enseñanzas y su amor.

¿Concuerdas con que un padre ejerce una fuerte influencia en la vida de sus hijos? ¿Cuál fue el gesto que tu papá hizo por ti que te marcó para siempre? ¡Comparte tus recuerdos con nosotros! También nos encantaría ver tus fotos y conocer tu historia.

Comentarios

Recibir notificaciones
Aún no hay comentarios. ¡Puedes ser el primero!

Lecturas relacionadas