Le dije a mi esposa que debe trabajar su fortaleza física o no podremos tener hijos y se ofendió

En el gimnasio, incluso los rasguños más pequeños pueden desencadenar grandes reacciones. En esta historia una pequeña herida desata una montaña rusa de emociones y una pareja lidia con la sensibilidad al dolor y las expectativas sobre la fortaleza física y emocional.

"Mi esposa y yo fuimos al gimnasio ayer por la mañana y en algún momento mi esposa (la llamaré Laura) se raspó el dedo con algo.

Laura tiene antecedentes de ser selectivamente sensible al dolor e incomodidad. Es una mujer fuerte y capaz a la que amo, pero si hace 80 grados con brisa, Laura se convencerá a sí misma de que hace demasiado frío para quedarse afuera. La broma entre nosotros es que es como la historia de la princesa y el guisante. Estas cosas suceden a menudo."

"No estoy exagerando en lo más mínimo cuando digo que esta vez el "corte" tenía menos de medio centímetro de ancho y 2 mm de largo, solo a nivel superficial, no más grande que un corte de papel. Más tarde esa noche recordó el corte y tuvo lo que yo describiría como un colapso nervioso. Dijo que el dolor en su dedo estaba pulsando, que se sentía nauseabunda por el dolor y que estaba siendo demasiado.

Me ofrecí a limpiarlo con agua oxigenada, pero dijo que dolería demasiado. Le dije que hace burbujas, pero no quema como el alcohol y que necesita limpiarlo si se cortó con equipos del gimnasio porque está sucio. Tan pronto como le puse unas gotas de agua oxigenada, se derrumbó de rodillas y dijo que no podía continuar. Admito que me molesté un poco por el dramatismo. Pero ya no era nada nuevo en este punto."

"Luego, después de enjuagar la herida en el fregadero (ella todavía está de rodillas llorando), le dije que iba a buscar una pomada y un apósito, a lo que me rogó que no añadiera pomada porque le dolería. Le expliqué a Laura que, de hecho, pomada no causaría ningún dolor e incluso podría proporcionar alivio potencial. Ella gritó cuando lo puse y casi se desmayó.

En este punto estaba un poco molesto y potencialmente siendo el idiota. Traté de explicarle a Laura que su cuerpo es muy resistente y que es una persona dura porque lo he visto en nuestros entrenamientos y en la forma en que puede enfrentar desafíos laborales y entornos brutales. Sin embargo, ella necesita trabajar en su problema psicológico con la incomodidad como esta."

"Queremos tener hijos en los próximos 2 años y, sinceramente, no creo que pueda manejar el parto en este momento. Dije que es algo en lo que podemos trabajar juntos, pero para empezar, ella necesita tomárselo en serio y adoptar la mentalidad de que su cuerpo puede manejar mucho. Le dije que es preocupante que parezca simplemente rendirse y sucumbir a cualquier dolor como si no tuviera voluntad para superarlo. '¿Qué ejemplo estaríamos dando a nuestro hijo?', '¿Qué pasaría si te lesionaras y necesitaras ayuda sin mí?'

Terminamos discutiendo por esto, me siento como un idiota, pero no sé cómo podría haber abordado esto de manera diferente."

Esta pareja se enfrenta a un desacuerdo, a miedos, a verdades hirientes y palabras inesperadas, por eso desde Genial.guru, hemos querido ayudar al protagonista de la historia con algunos consejos:

• Empatía: Trata de ponerte en el lugar de tu esposa y comprender sus sensaciones de manera empática. Reconoce que cada persona experimenta el dolor de manera diferente y respeta sus límites.
• Apoyo emocional: Ofrece un apoyo emocional constante a tu esposa durante momentos difíciles. Escúchala activamente, bríndale consuelo y demuéstrale tu apoyo incondicional.
• Busca soluciones juntos: En lugar de sentirte frustrado o molesto por las reacciones de tu esposa, trabaja en equipo para encontrar soluciones prácticas que puedan ayudarla a superar sus miedos y preocupaciones.
• Fomenta la confianza en su capacidad: Anima a tu esposa a confiar en su propia capacidad para manejar situaciones difíciles. Reconoce y elogia sus fortalezas y logros, y ayúdala a construir una mentalidad positiva y resiliente.