Los científicos han demostrado que no existe una nutrición correcta
Siguiendo nuestro deseo de estar sanos y delgados, es mejor hacer caso omiso a las dietas de moda y fijarnos en los hechos científicos. Queremos contarte acerca de un estudio importante realizado por científicos israelíes, el cual reveló que los principios universales de una nutrición saludable no existen, ya que, a veces, los tomates pueden ser más nocivos para algunas personas que el helado. Eran Elinav y Eran Segal, del Instituto Weizmann, estudiaron los indicadores de salud de 800 voluntarios de entre 18 y 70 años. Los participantes registraron en una aplicación especial el tipo de estilo de vida que llevaban, y el glucómetro individual midió constantemente su nivel de azúcar en la sangre. Los resultados sorprendieron al mundo entero.
Genial.guru quiere compartir contigo algunos consejos que te ayudarán a comprender qué alimentos debes comer para no aumentar de peso y mantenerte sano.
1. La reacción del cuerpo a los productos depende de tus características, y no de los alimentos
El cuerpo de algunas personas reacciona a ciertos productos inusuales con un incremento de los niveles de azúcar en la sangre: por ejemplo, algunos alimentos como sushi, inofensivos a primera vista, provocan la misma suba de azúcar que el helado, mientras que la sandía aumenta el nivel de glucosa incluso más que el chocolate. Una de las participantes de esta investigación confesó que había intentado infructuosamente bajar de peso durante muchos años siguiendo varias dietas, hasta que se dio cuenta de que la causa de los altos niveles de azúcar en su sangre eran sus tomates favoritos.
En otras palabras, la reacción al mismo alimento en diferentes personas puede ser directamente opuesta. Depende de varios factores:
- Microbioma individual. Este es un conjunto de 100 billones de microbios que habitan dentro del cuerpo. Cada persona tiene el suyo, y eso es lo que afecta nuestra “respuesta” a la comida.
- Actividad física. Requiere energía que, generalmente, ingresa a los músculos en forma de azúcar del hígado. Las células en el cuerpo de las personas físicamente activas son más susceptibles a la glucosa, por lo que después de una comida, sus niveles de azúcar en la sangre son más bajos en comparación con aquellos que llevan una vida sedentaria.
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El nivel de estrés Este hace que nuestros cuerpos segreguen adrenalina y cortisol, lo que favorece a la liberación de azúcar desde el hígado, aumentando su nivel en la sangre.
2. El exceso de glucosa estimula al cuerpo a acumular grasa y a sentir hambre
Consumiendo alimentos inadecuados, aumentamos el nivel de azúcar en la sangre, lo que hace que el páncreas produzca una gran cantidad de insulina. Las células reaccionan a eso acumulando la glucosa en forma de glucógeno y grasa, lo que conduce a una disminución rápida de los niveles de azúcar en la sangre y, por lo tanto, al hambre, que saciamos siguiendo el círculo vicioso de “acumulación de grasa — hambre”, que al final nos hace ganar peso.
Estos son los signos más comunes de un nivel alto de azúcar en la sangre:
- Hambre frecuente.
- Sed constante.
- Boca seca.
- Fatiga.
- Micciones frecuentes, incluso por la noche.
- Curación lenta de arañazos y heridas.
- Problemas estomacales.
3. Consumo de alimentos que provocan un incremento brusco de los niveles de azúcar en la sangre, lo que conduce a un riesgo de desarrollar diabetes y enfermedades del corazón
Según la Organización Mundial de la Salud, el mundo moderno se enfrenta a una epidemia de diabetes, una enfermedad causada por un trastorno en la producción de insulina. Está aumentando el número de enfermedades cardiovasculares asociadas con la hiperglucemia (azúcar en la sangre), las cuales son las causas principales de muerte en el planeta. Esta investigación ha demostrado que las recomendaciones generales sobre la nutrición pueden ser eficaces para una persona en particular, por lo que saber qué alimento es adecuado para ti y cuál no lo es puede ser una forma de ayudarte a ti mismo a controlar tu nivel de glucosa en sangre. Además, este es un gran método para prevenir las enfermedades mencionadas anteriormente.
¿Cómo llegar a entender qué tipo de comida necesitas?
Esto es lo que aconsejan los científicos:
- Elige alimentos que no provoquen incrementos bruscos en los niveles de azúcar en tu sangre.
- Compra un glucómetro portátil (mejor que sea no invasivo, es decir, que no requiera punción) para medir los niveles de azúcar en tu sangre antes y después de las comidas. Esto te ayudará a comprender cómo reacciona tu cuerpo ante diferentes alimentos.
- Reduce las porciones que ingieres. Un incremento en los niveles de azúcar puede ser causado no solo por el propio producto, sino por la cantidad consumida.
- Durante una comida, bebe más agua. Esto reduce los niveles de azúcar.
- Experimenta con los hidratos de carbono: por ejemplo, en lugar de azúcar o miel, intenta de endulzar tus cereales con pasas; reemplaza la pasta y el arroz por las legumbres.
- No uses edulcorantes artificiales, ya que provocan incrementos en los niveles de azúcar en la sangre en la mayoría de las personas.
- No compres productos lácteos bajos en grasa, y no tengas miedo de consumir alimentos grasos: el queso, la mantequilla y los huevos pueden ayudarte a reducir los niveles de azúcar en tu sangre.
- Visita a un nutricionista para conocer tus características individuales. Además, este profesional te ayudará a elaborar un plan de nutrición adecuado para ti.
Un dibujo animado sobre el estudio:
Aquí puedes ver la presentación del profesor Eran Segal durante una conferencia TED.
Los científicos israelíes continúan su investigación y reclutan voluntarios para participar en ella continuamente. Si te interesa formar parte de este proyecto, puedes unirte a él aquí.
Y tú, ¿a qué principios de nutrición te adhieres?