Mi cuñado obligaba a mi hermana a perder peso porque se avergonzaba de ella

La presión para tener un cuerpo delgado y en forma es una realidad que muchas mujeres enfrentan en la sociedad actual. En algunos casos, esta presión puede llegar incluso a ser abusiva, como en el caso de la hermana de una mujer cuyo esposo la obligaba a adelgazar. Su historia destaca la importancia de hablar sobre la presión social y las expectativas poco realistas que se les ponen a las mujeres en cuanto a su apariencia física. Siempre hay que acordarse de que la familia tiene que ser, ante todo, una fuente de amor, comprensión y apoyo, no al revés.

El empleador de su marido organizaba un evento de corbata negra todos los años al cuál él siempre iba solo, insistiendo en que ella tenía que quedarse en casa para cuidar a los niños. Años después, mis sobrinos crecieron hasta tener entre siete y dieciséis años, por lo que podían quedarse solos unas horas. De todas formas mi hermana me pidió que recogiera a su hija de una actividad y ayudara con la cena la noche del evento. ¡Ningún problema!

Mi hermana me llamó llorando para cancelar nuestros planes. Estaba sorprendida de que su marido no quisiera ser visto con ella. (No me gusta avergonzar a nadie por su peso, pero su esposo tenía obesidad y siempre culpaba al estrés laboral. Mientras que mi hermana ni siquiera llegaba a 3 kilos de sobrepeso según la tabla de IMC, y en general era muy bonita.) Él quería que perdiera de 13 a 18 kilos para “verse lo suficientemente bien” con vestimenta formal.

Aproximadamente seis meses después, cuando mi hermana había alcanzado su objetivo personal de pérdida de peso, llevó a sus hijos a la casa de nuestros padres y, sin aviso alguno, pidió el divorcio. Aparentemente, la demanda de su marido de que bajara peso fue la paja que rompió la espalda del camello. Más tarde descubrí que su esposo ni siquiera se había tomado en serio el divorcio, e incluso bromeaba de que estaba atrapada con él porque nadie más querría a una madre de cinco niños “sin calificación, ni empleo” que ya cruzó los 40 años.

El pasado fin de semana, mi hermana cumplió con su promesa de bajar de peso y asistir al próximo evento de corbata negra... pero no con él. Ella fue con una amiga de mucho tiempo, que trabajaba en la misma organización que su ya exesposo. Llevaba un hermoso vestido y se veía impresionante. Él comenzó una conversación con ella, durante la cual puso el brazo alrededor de su cintura e intentó alejarla físicamente de su amiga. Frente a sus colegas, ella le contó sobre los logros recientes de sus hijos mayores (a quienes no había visto ni hablado en más de dos meses). Al final, su exmarido terminó yéndose solo, con la cara roja de vergüenza.

Estando en pareja siempre hay que apreciar al otro. Lo importante en una relación es el apoyo mutuo que se deben brindar las partes e incluso existen consejos para lograrlo. Lo importante es que, cuando ambas personas dan lo mejor de ellos, el amor puede ser hermoso.