Mi esposa me dijo que estaba cuidando y tratando de calmar a nuestro hijo y todo fue una vil mentira

Historias
Hace 3 semanas

Cuando se trata de equilibrar una ducha tranquila y la crianza de los hijos, las cosas pueden complicarse más rápido de lo que uno espera. En medio de pantallas, tablets y pañuelos ensangrentados, los malentendidos entre parejas surgen fácilmente. A veces, no es cuestión de lo que se hace, sino de lo que se deja de hacer.

“Mi esposa estaba sentada en el sillón reclinable viendo su iPad, justo afuera de las habitaciones de los niños. Supuse que había tiempo para tomar una larga ducha. Cuando apagué la ducha, escuché a mi hijo de 3 años llorando y gritando por su papá. Me apresuré.

Mientras atravesaba la sala familiar, miré a mi esposa (que seguía viendo su iPad) y le dije: ’¿No pudiste calmarlo?’ Ella respondió: ’No, lo intenté tres veces’.

Entré en su habitación y lo levanté. Él inmediatamente dejó de llorar y comenzó a tratar de recuperar el aliento. Sentí lo que pensé que eran lágrimas cayendo sobre mi hombro. Pensé: ’Pobre chico, ha estado tan molesto durante tanto tiempo; lo suficiente para que mi esposa entrara tres veces’.

Lo acosté en la cama y comencé a cubrirlo. Él dijo: ’Tengo un lío’. Supuse que eran lágrimas y mocos. Agarré toallitas y pañuelos y encendí la linterna de mi teléfono.”

“Fue entonces cuando me di cuenta de que estaba cubierto de sangre. Era su primer sangrado nasal, y era grave: había sangre por toda su cara, brazos, ropa, peluche, manta... y yo también estaba cubierto. No eran lágrimas las que caían sobre mi hombro.

Lo limpié y le pedí a mi esposa que limpiara los objetos manchados de sangre mientras lo limpiaba. Lo estaba cubriendo y le pregunté por qué no dejó que mamá lo ayudara. Él respondió: ’Mamá no revisó si estaba bien. Nadie nunca revisó si estaba bien’.

Ahora mi esposa está molesta conmigo por esperar que ella ayudara. Yo estoy molesto con ella por no cuidar a nuestro hijo mientras estaba en la ducha y ella estaba viendo su iPad, y estoy enojado porque ella está molesta por haber esperado que ayudara.”

Recomendaciones:

  • Comunicación clara con tu pareja: Aclara las expectativas en cuanto al cuidado de los niños. Tener una conversación sincera y tranquila con tu esposa sobre la importancia de compartir responsabilidades puede evitar futuros malentendidos. Es fundamental que ambos sepan qué esperar del otro en momentos de necesidad.
  • Crear un plan de acción ante situaciones de emergencia: Establezcan juntos qué hacer cuando los niños necesiten atención urgente. Definir un plan para situaciones como un niño con una nariz sangrando o cualquier otra emergencia ayudará a reaccionar rápidamente y de manera coordinada, incluso si uno de ustedes está ocupado.
  • Evitar culpas en el calor del momento: Mantén la calma antes de hacer comentarios. En lugar de señalar lo que no hizo tu pareja en el momento de la crisis, es mejor centrarse en resolver la situación primero. Posteriormente, discute lo ocurrido de manera calmada y constructiva.
  • Buscar apoyo emocional y comprensión mutua: Reconocer el cansancio y la presión. Criar a un niño puede ser agotador para ambos. Si cada uno siente que el otro no está contribuyendo lo suficiente, es posible que estén sobrecargados. Dediquen tiempo a reconocer sus esfuerzos y asegúrense de apoyarse emocionalmente.
  • Delegar y aprovechar las fortalezas de cada uno: Reconocer quién puede manejar mejor ciertos momentos. Si uno de los dos tiene más paciencia o habilidad en determinadas situaciones, aprovechen esa fortaleza sin hacer sentir al otro que ha fallado.

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