Operaron a mi esposo y le mandé a recuperarse a casa de sus papás para poder cuidar de mí misma
En medio de una recuperación postparto desafiante, una madre primeriza se encuentra lidiando con la inesperada fractura de tobillo de su esposo. Mientras navega entre el dolor físico y el estrés, las tensiones familiares alcanzan un punto álgido. Entre la falta de apoyo y las expectativas contradictorias, esta historia ofrece una visión íntima de los retos de equilibrar el autocuidado con las demandas de los seres queridos en tiempos difíciles.
“Hace una semana tuve un parto traumático. Después de empujar durante más de 6 horas, tuve que someterme a una cesárea de emergencia para dar a luz a nuestro primer bebé. Además del dolor de la cesárea, me lastimé la espalda por empujar tanto tiempo y los doctores me dijeron que tenía la peor hinchazón vaginal que habían visto, por lo que recuperarme de eso tampoco fue nada divertido.”
“Un par de días antes de mi fecha de parto, mi esposo se fracturó el tobillo en un juego de fútbol y ayer lo operaron. Estoy con tanto dolor de pies a cabeza y, como no tuve mucha ayuda de él, me vi obligada a hacer muchas cosas demasiado rápido, lo cual perjudicó mi propia recuperación. Es bastante difícil tener un recién nacido que depende de mí, lo cual estoy manejando bien, pero tener a mi esposo quejándose del dolor de su tobillo y tener que atenderlo no sería bueno para mi salud mental y creo que sanará mucho más rápido si pasa sus días más difíciles con sus padres para que su mamá pueda cuidarlo.”
“El bebé no depende de él en este momento y no le importa que él no esté aquí, aunque sé que él extraña al bebé y entiendo por qué quiere estar aquí. Sé que es mi trabajo como su esposa cuidarlo y desearía tener más empatía por lo que está pasando, pero la falta de apoyo que he sentido durante mi embarazo, parto y posparto me ha dejado un poco insensible a todo. Eso suena horrible, pero todo esto ha sido muy difícil para mí y estoy segura de que tampoco ha sido fácil para él, pero estas son las cartas que me han tocado y estoy tratando de hacer lo mejor para mí para poder hacer lo mejor para nuestro bebé. Cuanto más rápido me recupere, más rápido podré estar allí para ayudarlo.”
Hay momentos en los que nos encontramos entre la espada y la pared y nos toca tomar decisiones difíciles. El caso de esta mujer es un claro ejemplo de esto y por eso, desde Genial.guru, hemos querido darle algunos consejos:
- Comunica tus necesidades: Habla con tu esposo sobre la necesidad de apoyo mutuo y establece claramente tus límites respecto a la ayuda que puedes ofrecer en este momento.
- Busca apoyo alternativo: Pide ayuda a amigos o familiares para que te apoyen en el cuidado del bebé o en las tareas del hogar, aliviando así parte de la carga.
- Prioriza tu recuperación: Enfócate en tu propia recuperación física y mental. Descansa y busca maneras de aliviar el estrés para poder estar en mejor forma para cuidar a tu bebé y a ti misma.
- Establece espacios separados: Considera delegar la recuperación de tu esposo a sus padres, al menos durante los días más difíciles, para que puedas concentrarte en tu recuperación y en el cuidado del bebé.
- Expresa empatía con cautela: Muestra comprensión hacia el dolor de tu esposo, pero establece claramente que tu prioridad es tu bienestar y el del bebé.
- Reevalúa las expectativas: Ajusta tus expectativas y acepta que tanto tú como tu esposo están enfrentando desafíos. Aceptar esto puede reducir la frustración y facilitar la adaptación a la nueva dinámica familiar.