“Proyecto Extraños” recopila historias de transeúntes comunes y demuestra que el mundo no solo es asombroso en las películas
Cada día, miles de personas pasan junto a nosotros con sus historias, sueños y problemas, y Brandon Doman, de Nueva York, decidió unirlas a través de textos en hojas comunes de papel, creando el “Proyecto Extraños”. La característica principal del proyecto es que todas las historias están escritas a mano, todas son anónimas, pero cualquiera que visite la exposición puede leerlas. El autor sube los textos más interesantes a las páginas del proyecto en Facebook y en Instagram.
Genial.guru ha elegido las historias más conmovedoras, inesperadas y encantadoras de las personas que visitaron las exposiciones de Brandon.
Cómo comenzó todo
Este es el creador del proyecto, Brandon Doman, en una de sus exposiciones. Junto a él está el clásico cartel con la inscripción: “¡Hola! Colecciono tus historias. Detente y comparte algo (es anónimo) o simplemente di ‘hola’ y pregunta para qué es todo esto”.
Brandon organiza pequeños “secados” en diferentes lugares de Nueva York: cuelga cuerdas con pinzas para la ropa, coloca una mesa, pone las instrucciones y le da a todo el que quiera una hoja de papel y un bolígrafo. Cualquiera puede contar algo que considere importante en ese momento. El autor de la idea enfatiza que estas historias son una experiencia increíble para ambas partes, tanto para el lector, como para el autor de las historias.
Brandon recopila todas las historias personalmente. Los “secados” generalmente se hacen en Nueva York, pero a veces también se llevan a cabo en otras ciudades. En los archivos del autor ya hay más de 30 mil historias, ninguna de las cuales se envió electrónicamente. Las nuevas exposiciones también incluyen historias de “secados” anteriores, que cada vez son más y más.
El autor escribe: “Cuando recopilo historias, me gusta observar las emociones que las personas experimentan cuando pasan de una historia a la otra. La gente se ríe, llora, señala las hojas con las historias que han conmovido más su alma”.
En las exhibiciones del “Proyecto Extraños” también hubo historias inusuales. Una vez, un hombre le pidió a Brandon que leyera su historia (aunque generalmente el autor del proyecto lee y carga todo en la red después de que las exposiciones terminan). El desconocido había escrito en su hoja que quería proponerle matrimonio a su novia.
“Estoy por pedirle a mi hermosa novia que se case conmigo”.
Y le propuso matrimonio a su novia allí mismo, en la exposición. Brandon fotografió el momento y lo compartió en la página del proyecto.
Historias de las exposiciones
“¿Hay algún lugar para mí en la Tierra?”
“Salgo con una mujer cuyos ojos parecen girasoles. Lo más hermoso es que solo yo puedo verlos. Ella me mira de una manera en que nadie más me había mirado. Es un sentimiento especial. Estoy seguro de que solo ELLA nota cómo la miro. No sé lo que es, y tampoco importa. Solo estoy feliz de mirar esos ojos de girasol”.
“¡Por favor, lee esto! Tengo 11 años.
Hola, soy un niño y vivo en la ciudad más increíble del mundo: ¡NUEVA YORK! La amo, tengo todo lo que necesito y todo lo que quiero... Pero me falta algo. Mi madre biológica. La que me dio a luz. Fui adoptado por una mujer hermosa, y ella es la mejor mamá que podría tener.
Soy de Guatemala, y soy un indio maya. Muchas veces pienso en qué estará haciendo mi madre biológica en este momento. Quizás nunca lo averigüe, porque vive sola en las montañas de Guatemala (o tal vez no tan sola). Ella tuvo que renunciar a algo hermoso, pero tenía sus razones... muchas razones. Realmente espero encontrarla. Y no dejaré de buscar, porque de verdad quiero verla o al menos escucharla.
P.D.: Ella me dio a luz a los 24 años”.
“Estoy en una cita con esta chica. Realmente me gusta, y quiero besarla, pero estoy muy nervioso”.
“Soy intolerante a la lactosa, pero no quiero renunciar al queso. Una hora después de que el médico me habló sobre mi enfermedad, me comí un gran trozo de queso y me enfermé. Pero valió la pena. No me arrepiento de nada.
Viva el queso. Nunca renunciaré a él”.
“Soy un científico. Cuando era muy pequeño, jugaba con los imanes y pensaba que eran piedras mágicas. No entendía qué tipo de fuerza invisible los conectaba y los desconectaba. Me parecían algo sobrenatural, algo sagrado: una fuerza inconcebible que los mortales comunes no podían entender.
Pero luego descubrí que era una fuerza que las personas sí entendían. Pero no perdí esa sensación de magia. La magia se convirtió en parte de mi mundo, en parte de mí, y la veía en todas partes. Aprendí que nuestra vida es más asombrosa, más grande y mucho más aterradora de lo que uno podría imaginar.
Cuando era pequeño, pensaba que podía establecer la paz en toda la Tierra. Bastaría con llenar una habitación con cada soldado, cada político, cada empresario y todos aquellos adultos en los que nos habíamos prometido no convertirnos nunca, y mostrarles la magia que yo había visto cuando tenía 5 años.
Ahora yo también soy un adulto. No recuerdo mi infancia tan bien como me gustaría. Lentamente, tan lentamente que es difícil de seguir, me estoy volviendo tan adulto como siempre tuve miedo de ser.
Creo que ahora es momento para que los adultos hagan cosas mágicas. Tenemos todo el mundo para compartir nuestra magia, y juntos, solo juntos, podremos construir algo mayor a todo lo que cualquiera de nosotros podría imaginar. Tenemos mucho trabajo por hacer”.
“¡Me encantan los gatos. ¡Necesito más manos para acariciarlos a todos!”.
“Todos los días me parece que vivo como en un sueño. Vivo mi propio sueño. ¡Un sueño del que todos se reían! Me convertí en médico, ¡el primer médico de mi comunidad en Sudáfrica! Todos me llamaban loco por mi sueño. Ahora quiero decirle a cada niño pobre: ¡puedes hacerlo! ¡Nada es imposible! No le prestes atención a lo que te dicen, y concéntrate en tu propia fuerza”.
“Tengo 8 años y siempre estoy enojado. Cuando me enojo, pateo el piso e irrito a todos los que me rodean. Pero ahora he cambiado. Ahora, cuando estoy enojado, solo digo: ‘Déjame en paz’, y sigo haciendo lo que hacía. Si no dejan de molestarme, me voy. A veces me cubro los oídos y hablo con alguien más. Entonces me siento mejor. Enojarse es normal, pero no hay que irritar con tu enojo a las personas que están junto a ti”.
“Somos dos mujeres y las dos tenemos un trastorno alimentario. Hace poco hemos recibido tratamiento y estamos participando juntas en el programa ED (ayuda para personas con anorexia, bulimia y otras enfermedades similares). Acabamos de cenar (¡bollos, salmón, queso, aguacate!), y hasta comimos un postre (¡fresa con chocolate! ¡cupcakes!), sentadas en Washington Square Park.
Esto sí que es la verdadera libertad”.
“¿Alguna vez has comido un mango? Tal vez comas mango todos los días, tal vez lo comas una vez por semana. Si comes mango seguido (o si eres una persona normal), debes saber que primero hay que pelar la fruta. Yo no lo hice. Así que pasé 30 minutos buscando en Internet si la piel del mango es tóxica. En ninguna parte decían nada sobre si la cáscara de esta fruta contiene componentes tóxicos, pero igual no me calmé.
El mango era rico, y no me dolió el estómago después de haberlo comido. Me preocupé, justamente, porque estaba delicioso. ¡Porque la cáscara del mango puede ser deliciosa! No estoy loco ni soy un rarito, pero gracias a esta experiencia aprendí a probar cosas nuevas. Ahora adoro todo tipo de deportes que se juegan con raquetas, amo los arándanos y corro de vez en cuando. Si crees que algo tan extraño como comer la cáscara de un mango no puede enseñarte nada, estás equivocado. Solo prueba algo nuevo hoy.
Y ahora te contaré cómo una vez me comí la semilla de una cereza...”.
“Me enamoré.
Por fin lo hice. Me enamoré.
Me enamoré del aroma a hierba recién cortada.
Me enamoré de la masa de hojaldre.
Me enamoré del ruido en un restaurante.
Me enamoré de la sensación que surge cada vez que escucho una canción realmente genial.
Estoy enamorado de las constelaciones.
Estoy enamorado de mi vida.
Estoy pleno. Estoy completo. No soy la mitad de algo. Una persona completa, enamorada de la vida, que está buscando a otra persona completa, enamorada de la vida”.
“Soy una mujer rellena. Siempre lo fui. Tal vez siempre lo seré...
Una vez salí con un hombre delgado. Cada vez que nos encontrábamos, él me agarraba los rollos y me preguntaba si había engordado o si había perdido peso. Cuando me separé de él, subí otros 5 o 6 kilos, y comencé a odiar mi cuerpo. Hace poco, comencé a salir con otro chico. ¿Sabes cuántas veces tocó el tema de mi peso? Ninguna.
Si yo comienzo a criticar mi cuerpo, él me apoya con las palabras: ‘Entonces vayamos al gimnasio’, ‘Vamos a caminar’ o ‘Entonces no pediremos el postre la próxima vez’. En vez de decir: ‘No, no puedes agregar crema batida, es demasiado calórica’, él me recuerda que soy mucho más que mi peso. Soy MUCHO MÁS que mi peso. Yo soy yo, y con eso es suficiente.
P. D.: Sigo bebiendo café con crema batida. ¡Sin remordimientos!
P. P. D.: Faltaba a las lecciones de dibujo cuando era pequeña”.
“Imagina que esta hoja de papel es un espejo, y repite después de mí:
’TE AMO’”.
¿Y qué historia escribirías tú para el “Proyecto Extraños”?