Si alguna vez te preguntaste por qué tu cuerpo hace esto, ahora lo sabes

Curiosidades
hace 7 meses

¿Sabes qué? Dentro de 10 años, serás una persona completamente diferente. Bueno, al menos tu esqueleto lo será. Para alcanzar su tamaño adulto, tu esqueleto ha pasado por un proceso llamado osificación, que es el desarrollo del crecimiento y la formación óseos. ¡Además, se regenera por completo una vez cada aproximadamente 10 años! Todo este proceso garantiza que siempre tengas células óseas sanas que puedan mantenerte y proporcionar calcio a tu cuerpo. Hablando de formas en que el cuerpo se regenera: cada segundo creas 25 millones de células nuevas. Haré las cuentas por ti. Eso significa que en unos 20 segundos habrás producido más células que personas hay en los Estados Unidos. Piensa en eso la próxima vez que no te sientas muy productivo.

Algunos animales tienen ojos que necesitan adaptarse a climas cálidos, como los camellos. Sus ojos tienen un tercer párpado, pero se extiende desde la esquina de cada ojo. Como su entorno está lleno de pequeñas partículas, necesitan limpiarlos con más frecuencia que otras especies. ¿Ves esa cosa rosa en la esquina de tu ojo? También es un tercer párpado. Bueno, o al menos es un vestigio. En los humanos, el tercer párpado es innecesario, ya no cumple su función original. La próxima vez que escuches tu canción favorita, presta atención a los latidos de tu corazón. Si escuchas con atención, notarás que a veces los latidos se sincronizan con el ritmo de la canción. No todos los géneros musicales tienen esta capacidad especial, pero algunas melodías producen una liberación de dopamina, la hormona de la felicidad. Este efecto puede bajar el ritmo cardíaco, la frecuencia respiratoria y la tensión arterial.

Y hablando de tu corazón, por si te lo estás preguntando, late en promedio unas 75 veces por minuto. Eso significa que, cada año, un corazón humano puede bombear sangre suficiente como para llenar una piscina olímpica (si existiera una piscina de ese tipo). ¡Más fascinante aún es que, si conectaras todos tus vasos sanguíneos de punta a punta, darían la vuelta a la Tierra 2 veces y media! Pero no es bueno para la salud, así que no lo hagas. El corazón también puede seguir latiendo aunque sea extraído. Eso se debe a que tiene su propia “batería” interna que le permite latir siempre que reciba oxígeno.

Si vas a la peluquería a hacerte la manicura, probablemente te habrás dado cuenta de que necesitas más citas para los dedos de las manos que para los pies. Esto se debe a que las uñas de las manos crecen más rápido. La respuesta científica definitiva sigue siendo objeto de debate, pero muchos especialistas creen que se debe a que las uñas de las manos solían ser garras en algún momento de nuestra historia antigua. Hoy en día son más planas y se han ensanchado un poco, cosa que ocurrió cuando los primates comenzaron a utilizar herramientas en su vida cotidiana, como piedras y ramas. Por lo tanto, había menos uso para las garras. Una vez que se hicieron más planas, las uñas dejaron de estorbar si los primates querían usar las palmas de las manos.

En cuanto a la razón por la que las uñas de las manos crecen más rápido que las de los pies, la respuesta corta puede ser el hecho de que usamos más las manos que los pies. Como están más expuestas, es posible que hayamos evolucionado para que crezcan más deprisa. Cuanto más usas una parte del cuerpo, más expuesta está a sufrir daños. En mi caso, corro el riesgo de que se me caiga la boca. Oh, cielos. Volviendo a las manos, ya es hora de que demos un buen aplauso para nuestros humildes meñiques. No los consideramos tan importantes, ya que no los usamos para sujetar objetos, comer ni escribir. Sin embargo, unos estudios recientes han demostrado que perder el meñique de la mano dominante tendría un efecto devastador. Los especialistas no han reunido datos suficientes como para ofrecer cifras concretas, pero, por lo que han averiguado hasta ahora, perder el meñique debilitaría considerablemente nuestra fuerza de agarre, incluso si es el dedo menos utilizado. Si también quitáramos el anular, el efecto sería aún peor para nuestra fuerza.

Otra encuesta reciente realizada en Reino Unido ha demostrado que solo un 40 % de las personas están satisfechas con el aspecto de su nariz. Independientemente de lo que pienses de ella, la nariz humana es una superheroína en la vida real: funciona como calentador, filtro y humidificador. En el interior de cada fosa nasal hay unos pequeños huesos en forma de estante. Tienen unos vasos sanguíneos que calientan el aire antes de que llegue a otras partes de nuestro sistema respiratorio. La mucosidad que hay ahí dentro se encarga de hacer el aire más húmedo. En cuanto a la parte de filtrado, para eso tenemos los pelos de la nariz. Las pequeñas partículas quedan pegadas en estos pelitos, lo que ayuda a evitar que el polen, las esporas, los virus o las bacterias lleguen a nuestros pulmones.

Cuando vemos dibujos animados, nos hacen creer que el sonido que hace nuestro corazón se debe a que está chocando contra el cuerpo al latir. En realidad, ese sonido se produce por la apertura y el cierre de las válvulas cardíacas. Son como pequeñas puertas en el interior de nuestro corazón que se abren y se cierran para bombear la sangre correctamente de un lado a otro del corazón. Para que nuestro cuerpo funcione, la sangre debe moverse en el momento y la dirección adecuados. Si no...

Hablemos de los dientes. A lo largo de tu vida, probablemente pasarás hasta 40 días cepillándotelos. Y por si aún te lo estás preguntando, los dientes no son huesos, aunque tienen mucho en común. Una de las principales diferencias entre huesos y dientes es que los huesos pueden regenerarse, son tejidos vivos. Los dientes no: una vez rotos, quedan dañados para siempre. ¡Otro dato sorprendente!: somos la única especie del planeta que tiene mentón. Este tema sigue siendo objeto de debate en la comunidad científica, pero una de las razones parece ser el fortalecimiento de nuestra mandíbula. A medida que los humanos han ido evolucionando, sus dientes y los músculos de la mandíbula se han ido haciendo cada vez más pequeños, así que necesitaban algo que los ayudara a aumentar la resistencia mandibular.

La mayoría de nosotros hemos desarrollado rasgos específicos en función de la zona del planeta en que vivimos. Sin embargo, existe un grupo de personas, concretamente las que viven a mayor altura, con rasgos bastante interesantes. Esto se debe a que las zonas de gran altura tienen menos oxígeno. Estas personas no solo sobreviven en estos lugares, sino que además se han adaptado tan bien que viven a la perfección. En la cordillera de los Andes, en Sudamérica, los glóbulos rojos pueden transportar mucho más oxígeno, lo que hace que su sistema circulatorio sea mucho más eficiente. Los habitantes del Tíbet deben soportar condiciones similares, pero lo sorprendente es que se han adaptado de forma diferente. En el Tíbet, pueden respirar más veces para oxigenar su cuerpo correctamente.

De seguro habrás oído el mito de que los sueños solo duran un par de segundos en la vida real. Resulta que sí, es cierto para algunos de ellos, pero no todos los sueños son iguales. Hay muchas cosas que aún no entendemos sobre cómo soñamos. Lo que sí sabemos es que se producen principalmente durante la fase de movimientos oculares rápidos del sueño, también conocida como MOR o REM. Durante esta fase, el cerebro está más activo, casi tanto como cuando estás despierto. Se la llama así porque, en esta etapa, los ojos tienden a moverse mucho. Los sueños también pueden tener lugar durante otras fases del descanso, pero es menos probable que los recuerdes. En cuanto a la duración de cada sueño, puede durar desde unos segundos hasta 20 o 30 minutos. Además, es más probable que recuerdes un sueño si despiertas durante la fase MOR. La mayoría de las personas tienen de tres a cinco sueños por noche, pero algunos pueden tener hasta siete. Lo sé, parece improbable, pero recuerda: olvidas de inmediato la mayor parte de lo que sueñas.

¡Así como tenemos huellas digitales únicas, también desarrollamos huellas linguales únicas! Las investigaciones han demostrado que las aproximadamente diez mil papilas gustativas de nuestra lengua siguen un patrón único. Lo cierto es que cerca del 80 % de lo que creemos que es sabor es en realidad olor. La combinación de gusto y olfato que percibimos es lo que conocemos como sabor. Esto probablemente se debe a que nuestro olfato es unas 10 000 veces más sensible que el gusto. Nuestra boca también tiene otro superpoder llamado sensación bucal. Con la ayuda del sistema somatosensorial, nos permite percibir la textura de los alimentos. Este sistema se activa con los contactos físicos, como la presión, el tacto o las vibraciones. Incluso es sensible al dolor y a la temperatura. También usamos la lengua para identificar el tamaño, la forma y la textura de los alimentos, lo cual es crucial para masticar y digerir correctamente. Y como si fuera poco, sirve para hacer burlas, llamar la atención de otras personas y tocar la trompeta.

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