Tomé la difícil decisión de alejarme de mi mejor amiga por ser una persona tóxica

Psicología
hace 3 horas

Las amistades deberían basarse en el apoyo mutuo y la comprensión, pero ¿qué pasa cuando empiezan a desgastarte emocionalmente? Nunca imaginé que tendría que alejarme de mi mejor amiga de años, pero tuve que tomar la difícil decisión de priorizar mi salud mental y mi bienestar. Esta es mi historia.

La amistad que se volvió tóxica

“¡Hola, lectores de Genial.guru! Soy Josh y necesito desahogarme. No sé si lo que hice estuvo bien o mal, pero en ese momento me pareció lo correcto. Sin embargo, ahora no estoy tan seguro.

Mi amiga Rachel siempre se quejaba de la vida. Trabajaba sin descanso para poder pagar el alquiler, ya que su novio, con quien llevaba siete años, sufría de ansiedad y ‘no podía trabajar’. Aunque al principio comprendí su situación, escucharla quejarse constantemente sin que nada cambiara se volvió agotador.”

Josh continúa: “Queriendo ayudar, le envié algunos enlaces de empleo para su novio, pensando que podrían ser adecuados para alguien con ansiedad. Esperaba que eso aliviara un poco su carga, pero en lugar de agradecer el gesto, Rachel le dijo a nuestros amigos en común que yo ‘quería obligar a su novio a conseguir un trabajo’ y me llamó ‘mala persona’ por intentarlo.”

“No era la primera vez que mi apoyo era recibido con rechazo. Cada vez que intentaba hablar sobre mi vida o mi relación, Rachel desviaba la conversación hacia sus problemas interminables.”

El momento en que llegué a mi límite

“La gota que derramó el vaso llegó cuando conseguí el trabajo de mis sueños. Estaba emocionado por compartir la noticia con mi mejor amiga, pero antes de que pudiera terminar la frase, Rachel me interrumpió con algo que me dejó sin palabras: ‘No puedo creer que estés hablando de tu trabajo soñado mientras yo estoy atrapada en un empleo sin futuro del que no puedo renunciar’.

En ese momento, me di cuenta de lo unilateral que se había vuelto nuestra amistad. Su negatividad constante y su incapacidad para apoyarme me estaban afectando profundamente. Decidí alejarme para cuidar mi salud mental.”

La traición que nunca vi venir

“Una semana después, me llevé una sorpresa impactante. Descubrí que Rachel había hablado mal de mí a nuestras amistades en común. Les contó que yo la había ‘abandonado en su peor momento’ y distorsionó lo que hice, diciendo que yo tenía celos de su relación y quería entrometerme en sus vidas.

Incluso afirmó que yo quería obligar a su novio a trabajar solo para que me debiera un favor. Para empeorar las cosas, reveló secretos personales que le había confiado, manipulándolos para hacerme quedar mal y generando problemas con mi novia.

Confié en Rachel durante años y, al final, me traicionó. Me dolió mucho, pero también me ayudó a dar el paso definitivo para alejarme de ella. Algunas amistades son demasiado tóxicas para salvarse, por mucho que compartas un pasado con esa persona.

No fue fácil, pero elegí priorizarme. Establecí límites y me negué a seguir permitiendo que su manipulación y negatividad afectaran mi vida. Alejarme me permitió enfocarme en mi bienestar y en relaciones que realmente me aportan felicidad y apoyo.”

“Desde entonces, Rachel ha intentado contactarme y me ha pedido disculpas. ¿Debería darle otra oportunidad? ¿O al menos escuchar lo que tiene que decir?”

Gracias, Josh, por compartir tu historia. Las amistades unilaterales pueden ser difíciles de manejar, y no tienes por qué sentir culpa por elegir tu paz mental. Aquí te dejamos algunas sugerencias para enfrentar esta situación:

  • Evalúa su disculpa: Reflexiona sobre si la disculpa de Rachel parece sincera. ¿Asume la responsabilidad de sus acciones o solo busca justificarse? Si no sientes que es genuina, no estás obligado a responder ni a perdonarla.
  • Establece límites: Si decides responderle, sé claro sobre lo que estás dispuesto a aceptar. Déjale saber cuáles serán las reglas en caso de que quieras reanudar el contacto.
  • Comunica en tus términos: Si no estás listo para hablar en persona o por teléfono, puedes optar por responderle por mensaje o correo electrónico. Así podrás procesar sus palabras sin sentirte presionado.
  • Avanza a tu ritmo: Si decides darle una oportunidad, empieza con conversaciones ligeras y observa si realmente ha cambiado su actitud. Si el contacto te genera ansiedad o malestar, está bien dejarlo ir. Puedes aceptar su disculpa sin necesidad de reanudar la amistad.

Una mujer nos escribió recientemente preguntándose si hizo lo correcto al dejar de apoyar económicamente a su madre jubilada.

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