11 Objetos que probablemente almacenamos en el desván y se pueden estropear por ello

hace 3 años

El desván, probablemente, sea el espacio más utilizado por muchos a la hora de almacenar todo tipo de artilugios. Desde los apuntes que usábamos en la secundaria hasta grabadoras y auriculares desgastados de los años 90. Podemos pensar que es el lugar ideal para ello, pero en ocasiones, guardar ciertas cosas puede ser perjudicial para su conservación, y también puede causar algún accidente si intervienen condiciones extremas como las altas temperaturas.

Genial.guru preparó una lista de artículos que es mejor mantener alejados del ático si queremos preservarlos para el futuro, y si queremos ahorrarnos más de un susto.

1. Productos de limpieza

Guardar en la buhardilla artículos de limpieza que contienen componentes químicos no siempre es la mejor idea. Estos espacios pueden padecer el exceso de temperatura según el clima de las estaciones del año, y las sustancias pueden convertirse en un cóctel de explosivos si son inflamables. Si nos fijamos bien, en la etiqueta de cada producto suelen aparecer las indicaciones para guardar el producto adecuadamente.

2. Cajas de cartón

Puede parecer inverosímil, pero guardar en el altillo cajas de cartón, que probablemente tengan restos de pegamento de cuando las abrimos o cerramos o del mismo proceso de construcción de la caja, puede convertirse en una pesadilla. Estos elementos atraen a roedores, además de a todo tipo de insectos, como las cucarachas o las lepismas, que pueden ser difíciles de eliminar.

3. Libros y documentos

Es posible que todos alguna vez hayamos hojeado un tomo que tuviera manchas amarillas, palabras ilegibles y borradas o, incluso, hongos. No es de extrañar que ocurra eso si guardamos papel en el desván, donde normalmente nos encontramos con unas condiciones adversas por la humedad y la aparición de plagas, como en el caso del cartón. Así que si tenemos registros o documentos importantes, como el de matrimonio o el de nacimiento, mejor sacarlos de este lugar.

4. Decoración para festividades

El momento de montar el árbol de Navidad puede ser muy lindo, aunque a algunos nos da mucha pereza tener que devolverlo todo a su caja cuando terminan las celebraciones. Peor puede ser almacenarlo en el desván con la intención de usarlo el año próximo, y encontrarlo derretido o deformado por el calor del lugar. Esto podría liberar sustancias tóxicas en el proceso. Los elementos decorativos, en general, suelen ser de plástico o estar pintados; si no queremos que se dañen, será mejor buscarles otro lugar.

5. Ropa delicada

Almacenar la ropa fuera de temporada en la buhardilla probablemente sea una de las acciones más comunes. Lo que muchos desconocemos es que guardar mantas, jerséis o pantalones de lana, lino o cualquier otra fibra vegetal puede convertirse en todo un banquete para las polillas y los escarabajos, que pueden desgastar y destrozar la tela de ese precioso blazer de algodón que guardamos con ilusión. Mejor hacer un hueco en nuestro armario para ello.

6. Cosmética

Debemos tener cuidado a la hora de preservar nuestros productos de maquillaje o cosmética, ya que estos por sí solos tienden a estropearse si no los guardamos en las condiciones que marcan sus instrucciones. Si añadimos el factor de la humedad y/o el calor que podemos hallar en la buhardilla, estos pueden desarrollar moho y resultar inservibles.

7. Baterías

Cuando la bodega tiene una temperatura alta, las baterías pueden llegar a perder energía o, incluso, tener alguna fuga. Esto puede causar quemaduras químicas o algún incendio, por lo que almacenarlas en este espacio no es lo más idóneo. Podemos mirar las indicaciones, que normalmente nos señalan que se deben preservar en un lugar seco y a temperatura ambiente.

8. Arte

Si pretendemos tener una galería de arte en nuestro ático, es posible que perdamos todo su contenido. Esto se debe, una vez más, a la humedad y a los cambios bruscos de temperatura. Si se trata de lienzos de papel, corremos el riesgo de atraer a plagas de insectos, además de que la pintura puede llegar a derretirse por el calor y una obra podría quedar totalmente deformada.

9. Muebles de madera

Los muebles están diseñados para ser expuestos a temperatura ambiente. Por lo tanto, almacenarlos en espacios cerrados que no tengan ventilación puede significar el fin de ese escritorio tan lindo que no sabemos dónde meter, o de la mesa de roble que nos dejaron en herencia. La humedad, las termitas, los hongos y los insectos que viven en los agujeros pueden causar destrozos en la madera.

10. Aparatos electrónicos

Sobre todo durante el verano, nuestros dispositivos electrónicos pueden sufrir las consecuencias de estar expuestos a elevadas temperaturas. Es posible que más de una vez hayamos advertido la notificación de nuestro smartphone avisándonos que se iba a apagar porque estaba demasiado caliente. Esto se puede aplicar a los demás artilugios electrónicos, ya que si no los cuidamos, pueden perder su eficiencia o incluso deformarse.

11. Medicamentos

Guardarlos correctamente es esencial para preservarlos enteros y sin fallas. Aunque pensemos que hacerlo en el desván es ideal gracias a que los mantenemos fuera del alcance de los niños o que tenemos todo el espacio disponible, esta puede ser una pésima opción debido a las condiciones del lugar. Debemos respetar las indicaciones de cada producto para que no se estropee ni pierda su eficacia.

¿Conoces algún otro objeto que no deba almacenarse en el trastero? ¿Alguna vez tuviste algún percance con un producto que no preservaste de forma correcta?

Comentarios

Recibir notificaciones

Lecturas relacionadas