10+ Cosas que dejé y no solo comencé a ahorrar más de 250 USD al mes, sino que también empecé a vivir mejor

Consejos
hace 3 años

Mi llamo Julia, y todos mis amigos saben que soy una gastadora terrible. Para hacer que mi vida sea más fácil y agradable, estoy dispuesta a gastar todo el dinero que gano. Pero un día, mi esposo y yo decidimos que era hora de comprar nuestra propia vivienda. Y luego quedó claro que, si queríamos vivir en nuestro propio departamento, tendríamos que cambiar un poco nuestro estilo de vida y no solo ganar más, sino también gastar menos.

Analicé nuestros gastos y me di cuenta de que se puede ahorrar en algunas cosas, y, al hacerlo, habrá más beneficios que daños.

Luego de ahorrar durante casi todo un año, pude ver el panorama completo, y ahora estoy feliz de contarles a los lectores de Genial.guru cómo cuidar el presupuesto familiar y usarlo únicamente para las necesidades más esenciales.

Industria de la belleza

Muchos procedimientos de salón pueden realizarse en casa tranquilamente. Gastaba 33 USD al mes en manicuras y pedicuras. Entonces, compré un set para manicura (justo por 33 USD). La lámpara funcionará durante varios años, y los esmaltes definitivamente durarán un año. Entonces, de 33 USD mensuales, mis gastos bajaron a alrededor de 3 USD.

Además, dejé de gastar dinero en:

  • Esteticista y depiladora. En cambio, compré limpiadores de alta calidad y comencé a usar máscaras de limpieza facial regularmente. Además, resolví el problema del cabello no deseado con la ayuda de mi vieja depiladora.
  • Modelado de cejas. Después de ver algunos videos en YouTube, me di cuenta de qué forma de cejas me queda mejor y aprendí a modelarlas yo misma.

También dejé de comprar aceite para las puntas del cabello, protección térmica y exfoliantes corporales. En lugar de eso, comencé a usar una crema común. Además, ahora me seco el cabello con aire frío, y reemplacé los exfoliantes por una esponja común. Entonces, durante un mes ahorré alrededor de 70 USD en belleza.

Comida

Anteriormente, no podíamos imaginar nuestra vida sin productos semielaborados y procesados. Son sabrosos, pero costosos y para nada saludables. Ya sea un sándwich para el trabajo o huevos revueltos con salchichas para el desayuno, no hay beneficios: el dinero se va, pero esa comida no contribuye a la salud.

Revisamos nuestra alimentación y ahora:

  • Hacemos compras al por mayor generalmente una vez al mes. Vamos a las tiendas de comestibles con menos frecuencia y por eso no compramos productos que sobran. Las salchichas fueron reemplazadas por carne al horno, y dejamos de comprar raviolis listos, pizza congelada y comida enlatada.
  • Aprendí a congelar pan fresco, estofado, pasteles de mi madre e incluso sopas. De esta manera no tiro nada, y, cuando no tengo ganas de cocinar, simplemente descongelo el plato ya cocinado.
  • En el verano compré unos kilogramos de tomates e hice kétchup. Varios litros costaron lo mismo que una botella grande de mi favorito, el Heinz. También recogí flores de tilo, frambuesas y grosellas, y ahora no compramos saquitos de té saborizados.

Todo esto nos permitió ahorrar otros 70 USD.

Transporte

Tenemos un coche, pero en los últimos seis meses lo usamos principalmente para viajes fuera de la ciudad o ir al supermercado para comprar alimentos.

  • Comenzamos a movernos más: ahora, mi esposo casi siempre usa una bicicleta, y yo comencé a ir a la oficina a pie. Por supuesto, cuando llueve, sin decir una palabra, buscamos el automóvil. Pero igual hay más días sin desastres climáticos.
  • Ya no compramos pases al gimnasio: caminar, andar en bicicleta y correr en el parque no cuesta nada.

Logramos ahorrar alrededor de 30 USD solo en gasolina. Anteriormente, gastábamos alrededor de 70 litros por mes, pero ahora, esta cifra se redujo a 25 litros. Y ahorramos otros 20 USD al dejar de ir al gimnasio.

Entretenimiento

Nos encanta pasear por la ciudad, yendo a un café u otro, por lo que rechazar esto fue difícil. Pero, después de entristecernos un par de fines de semana, encontramos una salida:

  • Comenzamos a usar sitios de cupones para ir a un restaurante y comer 2 veces más barato. No puedes restringirte absolutamente todo. A menudo, de la misma manera, puedes comprar entradas para el cine, bolos o el parque acuático por un 50 % menos. En algunos casos, cuando todavía cenamos en una cafetería, tratamos de no pedir los platos más caros.
  • Dejamos de ir a fiestas con amigos. Las fiestas semanales en los clubes nocturnos son demasiado caras, por lo que comenzamos a invitar a todos los que querían pasar tiempo con nosotros a conversaciones amistosas en casa, acompañadas por bocadillos caseros.

Compras

Los precios de una nueva colección de ropa en las tiendas del mercado masivo no me molestaban mucho si realmente quería comprar algo. Pero ahora:

  • Tengo que admitir que comprar un vestido por 80 USD no es razonable: en unos pocos meses podría comprarlo mucho más barato. De vez en cuando voy a las tiendas, pero no para comprar algo, sino para mirar los modelos que me gustan, y, durante el período de ofertas, lo compro en un 50 % o incluso un 70 % más barato.
  • Aprendí a encontrar ropa fuera de tiempo. Las prendas clásicas siempre serán relevantes.
  • No compramos dispositivos de moda y no actualizamos teléfonos celulares solo porque queremos un nuevo modelo. Los nuestros funcionan bien incluso después de un año de uso.
  • Comenzamos a usar tiendas en línea: suelen ser más rentables que las compras físicas.

Vida cotidiana

También logramos reducir un poco los gastos del hogar. Parece que estos son montos pequeños, pero, a largo plazo, se convierten en sumas considerables. Prestamos atención a todo:

  • Me encantaba sumergirme en la bañera y lo hacía 3-5 veces a la semana. Cuando reduje este placer a 1 vez, el consumo de agua de 7-9 metros cúbicos disminuyó 2 veces.
  • Dejamos de encender el lavarropas para lavar un par camisetas y comenzamos a acumular más cosas para cargar. El número de lavados se redujo a la mitad.
  • Dejamos de usar la televisión por cable y comenzamos a ver todo en YouTube.
  • Comenzamos a ir de compras con nuestras bolsas de tela, en lugar de comprar las de plástico. También dejamos de usar toallas de papel, bolsas de basura y esponjas de microfibra caras. Nuestra casa está llena de cosas viejas que son geniales para tales propósitos.

Fiestas y regalos

Calculé que los regalos de Año Nuevo cuestan alrededor de 250 USD, sin mencionar el tiempo dedicado a ellos. Pero además hay que celebrar el Día de la Mujer, cumpleaños, entre otros. Sí, también me dan regalos, como una loción que no huele muy bien, o un pañuelo que nunca usaré. Por lo tanto, revisé la tradición de las celebraciones y los regalos: a los vecinos, compañeros de trabajo y a todas las personas con las que no me comunico estrechamente dejé de hacerles obsequios caros, y solo a veces les doy recuerdos pequeños.

También incluí las propinas en los regalos. Miré los gastos de la semana y resultó que pierdo alrededor de 7 USD en propinas. Por ejemplo, durante las visitas a los cafés, de una cuenta de 20 USD dejamos el 15 %, y son 3 USD. Le dejé 1 USD al plomero, cuyo trabajo costó 9 USD, otro al repartidor que trajo los productos y 2 USD en la peluquería. Tuve que reducir esos gastos también.

Además, comenzamos a invitar a gente con menos frecuencia, por lo que no cocino muchos platos. Y nosotros mismos comenzamos a visitar a otros menos frecuentemente, por lo que ahora no tenemos que gastar dinero en un pastel simbólico o una botella de vino.

Vivimos lejos de nuestra ciudad natal, en un pequeño departamento alquilado. Nuestros amigos lo saben, pero esto no impide que algunos de ellos vengan a nosotros y se queden por una semana o dos, como si nuestro departamento de 2 ambientes fuera un hotel.

Una vez, una visita de invitados nos costó casi 150 USD: tomarse un día libre, cocinar algo, mostrar la ciudad y, después de que se fueron, ordenar el departamento. Por lo tanto, dejé de llevar parientes y amigos a casa, explicando esto por el hecho de que ahora no estamos preparados para que los invitados nos visiten. Por supuesto, se ofendieron. Pero, como resultado, solo aquellas personas a quienes estamos realmente contentos de ver vienen a visitarnos. Y lo que es digno de mencionar, esta gente, tanto antes como ahora, prefiere alquilar una vivienda y no molestarnos ni a nosotros ni a ella misma.

Gracias a todo lo anterior, conseguimos ahorrar alrededor de 270 USD por mes.

Cuando decidimos vivir de manera más modesta, todo esto nos parecía una existencia aburrida y sin alegría. Lo único que nos motivaba un poco fue la idea de tener nuestra propia vivienda. Pero después de un tiempo, algo quedó claro: dejé de gastar no solo dinero, sino también tiempo.

Ya no me preocupa llegar tarde a una manicura mientras pierdo una hora viajando: la hago yo misma. Ya no gasto 3 horas para ir al gimnasio, y 2 de ellas viajando y cambiándome de ropa allí: simplemente salgo de la casa y corro durante 40 minutos. No hay más paseos sin rumbo en los centros comerciales, y tampoco hay compras sin sentido. Comenzamos a comer mejor: mi piel se volvió más limpia y perdí 2 kilos. Intenté sin éxito deshacerme de ese peso extra durante un par de años.

Resulta que, sin al menos el 70 % de las cosas habituales, podemos sentirnos bien y ni siquiera extrañarlas.

¿Alguna vez has tenido que vivir en modo de ahorro y negarte algo? ¿Te gustaría vivir de esta manera o prefieres gastar dinero extra? Comparte tus pensamientos con nosotros en la sección de comentarios.

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Muy buenas ideas, hay que tomar los más que podamos adaptar a nuestra vida diaria, y reflexionar sobre nuestros hábitos.

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