7 Mitos comunes sobre las hormonas y cómo influyen en realidad en el organismo

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hace 4 años

Nuestras hormonas intensifican y controlan diferentes procesos en el organismo: crecimiento de células, función reproductiva y nivel de energía. Sin embargo, a menudo las culpamos por los cambios de humor, problemas de peso, sueño y piel. ¿Pero cuánto sabemos en realidad sobre estas sustancias y en qué mitos estamos listos para creer?

Genial.guru examinó lo que opinan los endocrinólogos sobre los pensamientos populares que están ligados con la salud hormonal.

Mito 1. Los anticonceptivos hormonales contribuyen al aumento de peso

Una de las principales cuestiones por las que se preocupan las mujeres al comenzar a tomar anticonceptivos orales es saber si esto afectará su peso o no. Es sabido que el aumento en el nivel de estrógenos puede conducir a la desaceleración del metabolismo y la acumulación de tejido adiposo. Y los medicamentos más habituales hoy en día son anticonceptivos combinados que contienen estrógeno y progestágeno (la forma síntentica de la progesterona).

Realmente tal problema pudo existir en los años 60’s y 70’s del siglo XX, cuando tales medicamentos recién aparecían y contenían altas dosis de estrógeno. Los medios modernos contienen hormonas sintéticas que fueron creadas teniendo en cuenta las particularidades del organismo femenino y no conducen al aumento de peso. En los efectos secundarios, a veces se puede mostrar un aumento de peso, pero, por lo general, esto no es más de 2 kilogramos al año y se presenta en un pequeño porcentaje de mujeres, propensas a la inflamación de los tejidos (la progestina conduce a una retención de líquidos en el organismo).

También el doctor debe prevenir que el medicamento hormonal puede afectar en el aumento de apetito, el cual se debe supervisar con más atención. Si el peso aumenta de manera significativa esto no es un efecto colateral de las píldoras, sino un incumplimiento hormonal y se tiene que acudir al médico.

Mito 2. Las mujeres no tienen hormonas masculinas

En el organismo femenino y masculino prevalecen sus hormonas bajo un nombre común: “andrógenos” en los hombres y “estrógenos” en las mujeres.

Los andrógenos garantizan el desarrollo de un tipo de complexión masculina, crecimiento de la masa muscular, bajo timbre de voz y el funcionamiento de los órganos sexuales. Los estrógenos se encargan de la complexión femenina: desarrollo de las glándulas mamarias, ciclo menstrual y la posibilidad de embarazarse. Pero no todo está en equilibrio. Los hombres tienen hasta un 80 por ciento de hormonas sexuales, andrógenos, y el resto se representa con estrógenos. Las mujeres, en cambio, tienen 25 por ciento de andrógenos (principalmente testosterona) y 75 por ciento de estrógenos. Si el balance se infringe surgen problemas.

Por ejemplo, al tener un aumento de testosterona en las mujeres disminuye considerablemente la posibilidad de embarazarse y concebir un hijo. Si esta hormona se encuentra en la norma, entonces esto afecta en el procesamiento de grasas, estado de ánimo, funcionamiento del cerebro y fortalecimiento de los músculos.

El exceso de hormonas femeninas en los hombres conducirá a la obesidad para el tipo femenino, hinchazón, disminución del apetito sexual. Si la prolactina y la oxitocina se encuentran en la norma, entonces todo estará bien con el tejido óseo, el nivel de sangre en el cuerpo y el balance de hidratación. También estas hormonas prestan acciones preventivas y protegen contra el cáncer de próstata.

Mito 3. Las hormonas influyen considerablemente en el estado de ánimo de una persona saludable

Si hablamos de mujeres sin problemas particulares de salud, entonces los endocrinólogos indican que en una gran mayoría de casos un mal estado de ánimo, las ganas de llorar y una excitación emocional en las mujeres de ninguna manera está correlacionado con cambios hormonales y el síndrome premenstrual. Tales condiciones están ligadas precisamente con las hormonas y se observan solo en el 1,3 al 5 por ciento de las mujeres. El resto son más susceptibles al mito social del síndrome premenstrual.

Pero en lo que respecta a personas con enfermedades graves, precisamente las hormonas pueden responder por su inestabilidad emocional. Por ejemplo, los pacientes con diabetes pueden estar más estresados debido a un elevado nivel de adrenalina.

Mito 4. La melatonina se puede tomar como somnífero

La formulación de la conocida “hormona de la noche” que controla los biorritmos de la persona ocurre durante el sueño, pero está ligada directamente con el nivel de iluminación de la recámara en la que se duerme. Cualquier luz, incluso la más leve, por ejemplo, una lámpara detrás de la ventana, reduce la formulación de melatonina, lo que influye directamente en la salud y belleza.

Pero en la moda contemporánea se encuentra el consumo de píldoras de melatonina sin indicaciones (por ejemplo, debido al síndrome del cambio rápido de zona horaria) y recomendación médica. Pero en casos graves del trastorno de sueño, su consumo no siempre está justificado. Un consumo descontrolado de píldoras puede influir en el proceso de ovulación, presión sanguínea y nivel de azúcar en la sangre. La mejor decisión para una formulación correcta de la hormona son los patrones del sueño y un oscurecimiento máximo de la recámara. Si te ves obligado a trabajar en un horario nocturno, entonces la iluminación en la medida de lo posible debe de ser tenue.

Mito 5. Un largo consumo de anticonceptivos hormonales puede desencadenar enfermedades oncológicas

En realidad, si los anticonceptivos fueron seleccionados por un buen médico a base de un análisis y se tomaron sin irregularidades, entonces son beneficiosos para la salud y pueden reducir el riesgo del desarrollo de algunas formas de enfermedades oncológicas, por ejemplo, cáncer de endometrio, ovárico y colorrectal. Al mismo tiempo, entre más tiempo consumas los medicamentos, menor será el riesgo de su desarrollo.

Sin embargo, los resultados de una serie de investigaciones indican que el riesgo de desarrollo de cáncer de mama ligeramente se incrementa. Por eso el doctor debe seleccionar los anticonceptivos a base de una recopilación detallada del historial médico de la paciente.

Mito 6. En la incapacidad de quedar embarazada solamente influye el exceso de testosterona

Ante un exceso de hormonas masculinas, una mujer realmente experimenta dificultades para concebir. Sin embargo, la hormona del estrés, cortisol, también puede afectar la función reproductiva. En la normalidad, ella responde por nuestro vigor y energía, velocidad del metabolismo, aumento de adrenalina y concentra nuestra conciencia en el peligro.

El aumento en el nivel de cortisol amenaza con hipertensión, diabetes suprarrenal, agotamiento, cambios de humor y dificultades en la concepción. Al mismo tiempo, el cortisol no provoca estrés, sino por el contrario: cuando ocurre una situación de crisis, el organismo pasa a un modo de “sobrevivir”; y cuando existe una cuestión de supervivencia (precisamente así el organismo percibe el estrés), no tiene sentido reproducirse. Por eso, aquellas mujeres que se preparan para ser madres, se les recomienda conservar la calma y en la medida de lo posible evitar situaciones desagradables.

Mito 7. Los análisis hormonales no son concluyentes, porque el equilibrio hormonal cambia todo el tiempo

Por supuesto, el equilibrio hormonal varía a lo largo del día y el ciclo mensual (en las mujeres). Sin embargo, cada hormona tiene su propio tiempo, cuando se puede verificar su funcionamiento en el organismo.

Por ejemplo, el análisis del nivel hormonal de la glándula tiroides se tiene que hacer en un horario matutino de 8:00 a 10:00, siempre en ayunas y en un estado emocional extremadamente tranquilo. Las hormonas sexuales, progesterona: en la segunda fase del ciclo del día 21, prolactina: en el primer y cuarto día del ciclo según lo recomendado por el ginecólogo, estrógeno: el quinto y septimo día del ciclo.

Un médico competente siempre indicará exactamente cómo se deben realizar ciertas pruebas teniendo en cuenta el horario.

¿Y con qué mitos sobre las hormonas te has enfrentado tú?

Imagen de portada Depositphotos

Comentarios

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Pues yo seguía convencida de que la píldora anticonceptiva te hacia engordar

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Creía la mitad de estos mitos, y con algunos todavía dudo…

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