12 Objetos que usamos a diario que no hemos estado limpiando correctamente

Crianza
hace 1 año

Sin duda, hay que limpiar para vivir y no vivir para limpiar. Pero, aunque tratemos de mantener nuestro entorno en perfectas condiciones, existen algunos rincones y objetos que no siempre tenemos en cuenta a la hora de hacer el aseo, los cuales hay que incluir ocasionalmente en nuestras rutinas de limpieza para evitar que la acumulación de bacterias repercuta en nuestra salud.

En Genial.guru nos encanta compartirte los mejores consejos para que tu espacio esté impecable, por eso creamos esta lista de pequeños detalles que hay que limpiar de vez en cuando.

1. Las bolsas reutilizables

Estas bolsas son grandes aliadas a la hora de realizar las compras y ser ecológicos. Sin embargo, estudios han demostrado que raramente las lavamos y, desde luego, al utilizarlas para llevar nuestros alimentos, algunos residuos permanecen en ellas, de manera que las bacterias se reproducen y se adhieren a cada nuevo producto que colocamos dentro.

Para mantenerlas en óptimas condiciones, es preferible usar cada bolsa para una sola cosa y lavarla regularmente con agua y jabón o detergente. Puedes meterlas a la lavadora dentro de una bolsa protectora, o simplemente frotarlas con tus manos bajo el chorro del agua. Procura sacudir la basura que quede en su interior cada cierto tiempo y usar bolsas desechables para la carne.

2. Las asas de las tapas para ollas

La mayoría de las personas solemos lavar estas tapas como cualquier otro utensilio de la cocina. Pero las asas tienen pequeños surcos en los que se almacenan residuos propicios para la reproducción de bacterias, que pueden ser nocivas al entrar en contacto con las manos y alimentos.

Para limpiarlas en profundidad, de vez en cuando, puedes desenroscarlas y sumergirlas en un poco de agua tibia con vinagre. Esto eliminará las bacterias por completo.

3. Los coladores

Estos son otros utensilios que solemos lavar igual que el resto, pero debido a los pequeños orificios que los caracterizan, es necesario darles otro tipo de cuidado.

La mejor manera de limpiarlos es introducirlos en un recipiente con agua limpia y un poco de detergente durante unos 15 minutos para que los residuos queden verdaderamente fuera. Luego, colócalos debajo del grifo abierto y frótalos con un cepillo de cerdas. Si no tienes uno, un viejo cepillo de dientes previamente esterilizado puede ser de gran utilidad.

4. La batidora de inmersión

Realmente no deseas saber todo lo que se almacena en el espacio que queda detrás de las cuchillas de tu batidora de inmersión. Pero la mejor manera de eliminar los restos es accionando tu batidora dentro de una taza con un poco de agua tibia y jabón o detergente para lavar los platos. Esto no fallará.

5. La parte superior de la alacena y el refrigerador

Cuando nos ocupamos de asear la cocina, solemos prestar mucha atención al interior de este mobiliario, lo cual no está nada mal. Pero a menudo desatendemos un poco la suciedad que puede acumularse sobre ellos; el problema es que el polvo y las bacterias pueden bajar con facilidad desde ahí y caer directamente sobre nuestros alimentos.

Por eso, lo más recomendable es hacer espacio en tu agenda cada cierto tiempo para organizar arriba del refrigerador y la alacena. Pasar un paño húmedo con un poco de agua y limpiador o desengrasante puede ser sumamente efectivo, ya que las partículas de grasa suelen adherirse a estas zonas y acumular aún más suciedad de la esperada.

6. La escoba

Suena extraño, pero a veces lo que más nos olvidamos de limpiar son precisamente los instrumentos que usamos para hacer la limpieza, como las escobas. Y es que entre las cerdas de su cepillo suele quedar atrapada una gran cantidad de cosas poco higiénicas, como basura, cabellos, polvo y un largo etcétera.

Una gran forma de mantener tu escoba bien limpia es retirando con tu mano la suciedad que sobresalga. Puedes envolver tu extremidad en una bolsa desechable de plástico. Y cada cierto tiempo, sumerge repetidamente el cepillo en un recipiente con agua tibia y jabón, enjuaga y deja secar.

7. El trapeador

Al igual que sucede con la escoba, el trapeador es uno de los instrumentos de limpieza más olvidados, probablemente porque asumimos que, al sumergirlo constantemente en un balde con agua, no debería dar problemas, pero no hay nada más equivocado que esto. De hecho, su exposición constante a la humedad lo vuelve el sitio perfecto para la reproducción de bacterias, las cuales esparcimos por toda la casa al usarlo sin darle el debido cuidado.

El truco para limpiar el trapeador es lavarlo con agua completamente limpia y jabón una vez finalizado su uso. Incluso puedes aplicar un poco de cloro o detergente de tu preferencia. Otra cosa muy importante es dejarlo secar correctamente. Con estos dos sencillos pasos, tu trapeador será un gran aliado en la limpieza de tu hogar y no olerá mal ni tendrá mal aspecto.

8. El cubo de la basura

Sin importar el tipo de desechos que depositemos, el cubo de la basura es un foco infeccioso por excelencia, sobre todo en el baño y la cocina, por lo que cambiarle la bolsa no es suficiente.

La mejor manera de limpiar este objeto es lavándolo de vez en cuando con agua, jabón y algún producto desinfectante de nuestra preferencia, de manera que no solo eliminaremos el mal olor, sino también las bacterias e incluso enfermedades que puedan albergarse ahí. No olvides lavar correctamente tus manos una vez terminada esta tarea.

9. La esponja para lavar los platos

Por muy raro que parezca, estas esponjas suelen ser una de las fuentes principales de bacterias en el hogar, debido a su constante contacto con comida y agua. Lo ideal es cambiarlas regularmente, pero durante su periodo útil, también es necesario lavarlas con jabón o algún producto desinfectante en cuanto terminemos de usarlas, de modo que al lavar la vajilla no dejen más suciedad de la que quitan.

10. Los surcos del tenedor

Si sueles lavar los cubiertos a mano, ya habrás notado lo difícil que puede llegar a ser limpiar el pequeño espacio entre los dientes de los tenedores. Pero no debes preocuparte más. Una gran manera de lograr que toda esa suciedad salga de ahí es sumergir tus tenedores en un poco de agua tibia con vinagre y enjuagarlos.

11. Los pomos de las puertas

Debido al constante contacto directo con nuestras manos, estas pequeñas superficies no suelen estar del todo limpias. Debes saber que solo es necesario limpiarlas por fuera, ya que tratar de aplicar productos limpiadores en su interior podría estropear su funcionamiento. Pero con pasar un paño ligeramente humedecido con un líquido apropiado para el material del que estén hechos los pomos de tu casa bastará.

12. El portacuchillos

Es poco obvio, pero esos pequeños huecos diseñados para guardar nuestros afilados utensilios tienen el tamaño suficiente para que un montón de polvo y residuos se almacenen ahí. Por eso es importante asear el objeto correctamente cada cierto tiempo. Para esto, hay que vaciarlo, sacudirlo hacia abajo, lavarlo manualmente con agua y detergente para platos y, finalmente, dejar que se seque a la perfección. De este modo, no estaremos agregando suciedad a nuestros alimentos al cortarlos.

¿Conoces algún otro objeto o espacio del hogar que la mayoría de las personas no limpian como se debe?

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