21 Lectores de Genial comparten el consejo de crianza que les puso los pelos de punta

hace 3 años

En cualquier situación y sin importar el momento de nuestras vidas, puede que nos haya tocado recibir un consejo no solicitado. Sin embargo, cuando se trata de crianza, las recomendaciones indeseadas abundan. Si bien en ocasiones son bien intencionadas y terminan por acertar, hay otras instancias desafortunadas en las que el consejo es desatinado, simplemente grosero o hasta peligroso.

En Genial.guru hemos recopilado aquellas experiencias que les dejaron un mal sabor de boca a 21 de nuestros lectores y que nos recuerdan que no debemos escuchar a cualquiera cuando se trata de la crianza de nuestros hijos.

Mi suegra me dijo: “No le compres zapatos tan grandes, que le queden apretaditos, así no dejas que le crezca tanto el pie”. Obviamente no le hice caso. No puedo ir contra la genética: mi hijo de 11 años ya calza 43, yo calzo 41 y mis hermanos y mis sobrinos no bajan de la talla 42. © Nataly Muñoz Quezada / Facebook
En Alemania mi suegra me mandaba a pasear a mis bebés en un frío tremendo. Lo curioso es que ella tenía razón, como que se hicieron inmunes ¡y nunca se enferman! © Sabrina Hecht / Facebook
Estando embarazada me dijeron que no debía acercarme a mi gato porque el bebé podría nacer con espalda bífida como consecuencia del pelo, y que me deshiciera de mis perros cuando mi bebé naciera porque podría desarrollar asma si estaban en la misma casa. © Solemni Echeverría Uitz / Facebook

Me dijeron que mi bebé no necesita una silla para auto por ser recién nacida y que le ponga algo rudimentario para corregir sus pies. Un pediatra desconocido me dijo que la hiciera evacuar con un supositorio sin haberla valorado en persona. © Cynth PG / Facebook
Mi suegro decía que mi hijo lloraba mucho porque con pura leche no se llenaba, que ni para andar de pie. Como si mi niño de semanas de nacido tuviera la misma necesidad de alimentación que un adulto. Le contesté: “¿Quiere que le dé una chuleta y frijoles para que se llene?”. © Shika Mora / Facebook
Una persona me dijo: “Déjala que llore, eso es bueno para que se le abran los pulmones”. Con mi mirada lo entendió todo. © Isa Muñoz / Facebook

Una vez un pediatra me dijo que no le diera juguetes “de niña” (cocinita, trastes, muñecas) porque se podía “amanerar”. Me dijo que le diera carritos, dinosaurios, etc. Mi hijo juega con todos los juguetes de la casa, él solo eligió los que le gustan más. © Dora Gpe / Facebook
Un consejo que recibí de una puericultora: “Dale pecho, no incluyas biberón porque eso lo va a hacer vago para tomar el pecho”. Yo no tenía leche. © Awita de Limon / Facebook
Estos son otros malos consejos que he oído: “No le hagas caso al pediatra, porque no sabe nada”, “duerme al bebé boca abajo porque así dormí a todos mis hijos”, “dale tecitos y agua para que no le dé sed” (mientras estaba en la etapa de lactancia exclusiva). © Rocio Padillah / Facebook

El peor consejo fue que la dejara llorar y que no la cargara para que no se malacostumbrara. © Silvia Caro / Facebook
Mi exsuegra me dijo que no lo amamantara, que iba a crecer de todos modos y yo podría seguir con mi vida. © Thalia Alcázar / Facebook
Que le cortara las uñas de las manos con mis dientes, no con un cortaúñas. © Cecy Montantes / Facebook

Déjalo que se caiga de la escalera para que aprenda. © Stella Flandez Rodriguez / Facebook
Me aconsejaron que tenga otro bebé y que busque “la pareja”. Yo no me siento incompleto al tener solo a mi hija y no quiero más hijos, la gente a veces molesta mucho. © Milton Montenegro Parrales / Facebook
Que no vacunara a mis hijas. © Sri Zma / Facebook

Así empezó mi suegra el día que conoció a mi hija: “Haz esto, haz aquello, déjala llorar, no estés detrás todo el tiempo, déjala con el pañal un rato, no le hace mal”. Mi hija sufría de dermatitis, apenas hacía pis le tenía que cambiar el pañal. Muy tranquila la miré y le dije: “Esta nena es mi hija, yo vivo con su hijo y la verdad que no hizo muy bien su trabajo de crianza. Así que déjeme a mí criar a mi hija, ya que de paso tengo que terminar de criar al que usted no pudo”. Nunca más opinó sobre mi hija, y las cosas en su lugar. Por suerte mis padres nunca opinan, solo preguntan si necesitamos ayuda o algo. © Talhy Omio / Facebook
Me dijeron que el bebé debe aprender a dormir con bulla porque si no, lo malacostumbramos al silencio. Me imagino, pobres bebés estresados, ninguna persona puede descansar bien con ruidos a no ser que sean relajantes. Imagínense un bebé, y más que todo, por las noches... © Yessie Herrera / Facebook
“¡Tienes que acostumbrarlo a que duerma con ruido!”. A ver, voy a ir a tu casa a las 2 de la mañana, con dos tapas de cacerola y las voy a golpear en tu oído cual batería a ver si te gusta. Bueno, pues no, mi hijo se duerme en silencio de misa. © Maria Caliyuri / Facebook

Consejos de mi suegra: “Dales mamilas con agua para que se llenen y no tomen tanta leche”, “para desparasitar que se tome un litro de aceite de oliva”, “mientras amamantas eres estéril, así que no tienes que usar anticonceptivos”. © Jazmin Jazzjazz / Facebook
No falta la de: “¿Cómo le pagas tanto al pediatra, como si él supiera más? Sabe más Fulanita, que tuvo cinco hijos y cuidó a sus nietos”. © Laura Gonzalez / Facebook

¿Cuál ha sido el peor consejo que te han dado? ¡Cuéntanos en los comentarios!

Imagen de portada Talhy Omio / Facebook